Hablar lo prohibido
Candilejas candilejas.cultura@gmail.com | Viernes 20 enero, 2017
Hacer “pupú”, “chis”, “canchis canchis”. ¿Le suenan familiares estas expresiones? ¿Por qué los costarricenses no las llamamos por sus propios nombres? Son tabúes expresados en eufemismos.
El sociólogo y catedrático de la Universidad de Costa Rica, Dr. Jorge Romero, explica el eufemismo como una forma de expresarse de modo elegante, suave o ligero para evitar emplear términos más duros o directos”.
Según Gresle en su “Diccionario de ciencias humanas”, eufemismo deriva de lo prohibido y de lo sagrado, cuya “transgresión engendra un castigo, generalmente sobrenatural, automático”, agrega que todo aquello que represente “un temor supersticioso entra en la categoría de tabú”.
Para la profesora en lenguas modernas, Bonnie Brown, citando a Franz Steiner, define tabú como la “sociología del peligro”, porque se le asocia con mecanismos de obediencia ante comportamientos específicos en situaciones peligrosas.
Esto nos llevaría a pensar en barreras de la comunicación, en una prohibición al ejercicio del libre hablar, que, sin embargo, los eufemismos sí logran facilitar en la cultura del lenguaje, al permitir expresarse sobre lo prohibido aunque se utilicen otras palabras para decir lo mismo.
La filóloga Mauren Cháves Carpio coincide en que un eufemismo “puede ayudar en la transmisión de una idea, sin embargo, también podría entorpecer la comunicación, pues a veces se cae en el uso de onomatopeyas o palabras curiosas para disfrazar lo que realmente se quiere decir”.
Como sociedad se tienen tabúes no solo sexuales sino también para referirse a funciones físicas o partes del cuerpo y en este caso los eufemismos cumplen la función de permitir decir, de hablar sobre lo prohibido
Por otro lado, agrega Cháves Carpio, la corriente actual de “lo políticamente correcto” ha obligado a utilizar eufemismos tales como: privado de libertad y no reo, adulto mayor y no viejo o afrodescendiente y no negro; en un afán de no herir o que “no suene feo” Incluso, la cuestión de género también ha forzado el lenguaje, porque lo culpa del machismo presente en la sociedad y “con una intención igualitaria ha creado palabras como: chofera, miembra o seras humanas. En lo personal, opino que no es el lenguaje sino el uso, el tono o la intención del hablante lo que convierte a una palabra en ofensiva, denigrante o burlona”, sostiene Cháves.
¿Tenemos miedo los Ticos de hablar sobre tabúes, sobre lo prohibido socialmente? ¿Somos una cultura autocensurada en el lenguaje por miedo a la culpa y al castigo moral, social y religioso?
La psicóloga Carmen Carrasco, Directora del Centro que lleva su nombre, responde a esa interrogante diciendo que “lo ‘innombrable’ serían contenidos asociados al temor sorpresivo para el cual no hay suficientes referentes y elaboración, por ello están registrados en el inconsciente como lo evitable”.
Sin embargo, parece que el eufemismo reta el temor a hablar y lo vence, al menos permite hacerlo de forma “inofensiva”, dice Brown: “En esta edad de ciencia y revolución, sociedades en todo el mundo están luchando con los desajustes producidos por los cambios sociales. En muchos casos un resultado inevitable es el abandono de antiguos tabúes. Superficialmente tal vez esto nos parece un adelanto para la humanidad pero si examinamos la función del tabú en la estructura de una sociedad nos damos cuenta que es un estabilizador cultural necesario, un elemento íntegro de todas las culturas”.
Carmen Juncos y Ricardo Sossa
Editores jefes y Directores de proyectos
Fuentes: Brown, B. “Tabú y eufemismos”. Revista Universidad de Costa Rica, número 41. / Gresle, Francois y otros. “Dictionnaire de sciences humaines”. Editorial Nathan. París, 1994. • Foto: Shutherstock