Hacienda amasa superávit pese a desaceleración económica
Wilmer Murillo wmurillo@larepublica.net | Viernes 18 julio, 2008
Excedentes por $231 millones obedecen a una mejor recaudación
Hacienda amasa superávit pese a desaceleración económica
• Meta es cerrar el año con un déficit de solo un 0,5% del PIB
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
A pesar de que las perspectivas económicas establecen una desmejora a futuro, el Gobierno logró acumular a junio un superávit de $231 millones.
El monto es el resultado después de cubrir todas las “facturas” y el servicio de los intereses.
De este modo Hacienda enfrenta el segundo semestre con muchas posibilidades de poder contrarrestar, en parte, la pobreza generada por los precios del petróleo y los altos costos de las materias primas y alimentos.
El buen comportamiento de las finanzas del país permitiría enfrentar las responsabilidades del segundo semestre, tales como aguinaldos, aumentos salariales, e inversión en áreas como combate a la pobreza, carreteras, seguridad y programas alimentarios
“Sin recurrir a nuevos tributos, esperamos cumplir con la meta de cerrar este año con un déficit de solo el 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB)”, dijo Guillermo Zúñiga, ministro de Hacienda.
El pago de los intereses de la deuda pública, uno de los renglones más fuertes de las erogaciones fiscales, llegó a $320 millones en junio.
La solidez fiscal inhibe al Gobierno a presionar al alza las tasas de interés, hace innecesario recurrir a más endeudamiento y le permite contribuir con el Banco Central a la esterilización de dinero, que de otro modo sería fuente de presiones inflacionarias.
Sin embargo, algunos nubarrones se vislumbran en el horizonte, debido a una caída de la recaudación, la cual se redujo en más de un 5% entre junio del año pasado y el mismo mes de este año, especialmente en los impuestos de renta, venta y consumo.
A junio, el Indice Mensual de Actividad Económica (IMAE) también muestra una desaceleración, lo que se podría traducir eventualmente en una recaudación aún menor.
Al tiempo que el país tiene hoy en día un superávit cuatro veces mayor que hace un año, también sus términos de intercambio han caído 15 puntos porcentuales, desde 2004. Es decir, requiere un 15% más de ingresos para pagar las mismas importaciones.
La situación fiscal podría deteriorarse dado el interés gubernamental en eliminar el impuesto al diésel que genera un ingreso de $234 millones. No obstante, esa derogatoria quedaría sujeta a que se reemplacen los recursos por otros medios.
Cualquier erogación en todo caso en lo que falta del año “no deberá comprometer la sostenibilidad de las finanzas públicas ni poner en peligro la seguridad hacendaria”.
De hecho para garantizarla, la Asamblea Legislativa impulsa un proyecto de un artículo único, mediante el cual se establece que en adelante al crearse nuevas erogaciones deberán establecerse simultáneamente las fuentes de ingreso”.
Hacienda amasa superávit pese a desaceleración económica
• Meta es cerrar el año con un déficit de solo un 0,5% del PIB
Wilmer Murillo
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A pesar de que las perspectivas económicas establecen una desmejora a futuro, el Gobierno logró acumular a junio un superávit de $231 millones.
El monto es el resultado después de cubrir todas las “facturas” y el servicio de los intereses.
De este modo Hacienda enfrenta el segundo semestre con muchas posibilidades de poder contrarrestar, en parte, la pobreza generada por los precios del petróleo y los altos costos de las materias primas y alimentos.
El buen comportamiento de las finanzas del país permitiría enfrentar las responsabilidades del segundo semestre, tales como aguinaldos, aumentos salariales, e inversión en áreas como combate a la pobreza, carreteras, seguridad y programas alimentarios
“Sin recurrir a nuevos tributos, esperamos cumplir con la meta de cerrar este año con un déficit de solo el 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB)”, dijo Guillermo Zúñiga, ministro de Hacienda.
El pago de los intereses de la deuda pública, uno de los renglones más fuertes de las erogaciones fiscales, llegó a $320 millones en junio.
La solidez fiscal inhibe al Gobierno a presionar al alza las tasas de interés, hace innecesario recurrir a más endeudamiento y le permite contribuir con el Banco Central a la esterilización de dinero, que de otro modo sería fuente de presiones inflacionarias.
Sin embargo, algunos nubarrones se vislumbran en el horizonte, debido a una caída de la recaudación, la cual se redujo en más de un 5% entre junio del año pasado y el mismo mes de este año, especialmente en los impuestos de renta, venta y consumo.
A junio, el Indice Mensual de Actividad Económica (IMAE) también muestra una desaceleración, lo que se podría traducir eventualmente en una recaudación aún menor.
Al tiempo que el país tiene hoy en día un superávit cuatro veces mayor que hace un año, también sus términos de intercambio han caído 15 puntos porcentuales, desde 2004. Es decir, requiere un 15% más de ingresos para pagar las mismas importaciones.
La situación fiscal podría deteriorarse dado el interés gubernamental en eliminar el impuesto al diésel que genera un ingreso de $234 millones. No obstante, esa derogatoria quedaría sujeta a que se reemplacen los recursos por otros medios.
Cualquier erogación en todo caso en lo que falta del año “no deberá comprometer la sostenibilidad de las finanzas públicas ni poner en peligro la seguridad hacendaria”.
De hecho para garantizarla, la Asamblea Legislativa impulsa un proyecto de un artículo único, mediante el cual se establece que en adelante al crearse nuevas erogaciones deberán establecerse simultáneamente las fuentes de ingreso”.