"Hemos sido objeto de una despiadada persecución"
Natasha Cambronero redaccion@larepublica.net | Martes 22 septiembre, 2009
Próximo 5 de octubre los jueces dictarán sentencia a los ocho imputados en el caso
Calderón denuncia persecución en el último día de juicio Caja-Fischel
El ex mandatario Rafael Angel Calderón declaró ayer por primera vez en once meses
Fiscalía se rehusó a volver a presentar sus argumentos en el último día de debate
El próximo 5 de octubre, cuando el reloj marque las 2.30 p.m., la jueza Teresita Rodríguez leerá la sentencia que definirá el futuro de los ocho imputados en el juicio Caja-Fischel.
Después de 11 meses de que se inició el debate y a casi cinco años de que arrancó la investigación por presuntas anomalías con el empréstito finlandés, dentro de 13 días se dará a conocer la resolución del caso, catalogado como el más importante en la historia del país.
Esto luego de que ayer tanto las partes imputadas como acusadoras terminaran de presentar sus argumentos, con los que pretenden demostrar su verdad. No obstante, no será hasta el 3 de noviembre cuando el fallo quede en firme. Exactamente un año después de que comenzó el debate.
La sesión de este lunes también contó con la declaración de Rafael Angel Calderón, ex presidente de la República.
Por primera vez en el juicio, el ex mandatario decidió hablar ante los jueces para defenderse de los delitos que le atribuye el Ministerio Público.
En este sentido, señaló que no existen pruebas documentales ni testimoniales que confirmen que fue el autor de un plan delictivo y quien pagó a funcionarios.
“Yo recibí un pago por una asesoría político-jurídica en mi carácter de abogado y no como funcionario público, de la forma en que se debía tramitar en la Asamblea Legislativa el proyecto de ley del empréstito finlandés. Hecho que no es un delito”, dijo Calderón.
Asimismo, el ex presidente señaló ser víctima de una persecución por parte del Ministerio Público, pues supuestamente este órgano trató de “chantajear” a cuatro imputados para que lo incriminaran en el caso.
“La acusación que existe en mi contra se fundamentó en la declaración indagatoria de un imputado rendida bajo presión, expresada con la única intención de evitar la persecución de una hija… A falta de prueba que lograra encontrarme culpable, la Fiscalía ofreció liberar de la cárcel a Gerardo Bolaños y Juan Carlos Sánchez si me implicaban. Además le dijeron a Alfonso Guardia, imputado del Juicio ICE-Alcatel ‘entrégueme a Calderón y usted no va a juicio’”, añadió el ex gobernante.
Los otros siete imputados también tuvieron derecho a expresar sus últimas palabras a los jueces y manifestaron su confianza en el Tribunal y sus integrantes.
No obstante, durante la última jornada del debate y a pocos días de que se conozca el fallo de los jueces, los ánimos comenzaron a caldearse entre los imputados.
Una vez terminada la sesión, en las afueras de los Tribunales de Justicia de Goicoechea, Walter Reiche, ex presidente de Corporación Fischel, cuestionó las declaraciones dadas por Gerardo Bolaños, ex directivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Asimismo, un grupo de espectadores se lanzó en contra de un canal de televisión, pues no estaban de acuerdo en el tratamiento que le estaban dando a la información de este caso.
Si bien, será el próximo 3 de noviembre cuando quede en firme la sentencia, tanto las defensas de los imputados como las partes acusadoras tendrán 15 días hábiles para enviar el fallo a Casación si no están de acuerdo con este.
Este procedimiento que quedaría en mano de los magistrados no tiene un plazo máximo para resolver.
Junto con Calderón, Reiche y Bolaños, también están acusados Eliseo Vargas, ex presidente ejecutivo de la CCSS, Juan Carlos Sánchez, ex gerente de Modernización de la entidad respectivamente.
Además, Olman Valverde y Marvin Barrantes, ex gerente financiero y ex gerente general de Corporación Fischel correspondientes, quienes son acusados por supuestamente intervenir en la licitación del empréstito finlandés para comprar equipo para la Caja.
Natasha Cambronero
ncambronero@larepublica.net
EXTRACTOS DE DECLARACION DEL EX PRESIDENTE RAFAEL ANGEL CALDERON EN EL JUICIO CAJA-FISCHEL
Señora Presidenta, Señores Miembros del Tribunal:
Algunos han tratado de convertir este juicio en un juicio político y mediático, en el cual se ha recurrido a toda clase de armas para tratar de destruir lo que represento como político, como persona, como heredero del apellido Calderón y lo que puedo significar para el pueblo de Costa Rica como ex gobernante.
En este intento han dañado a mi esposa y mi familia, que se han visto expuestos a acoso, a la persecución tributaria, al linchamiento mediático, a sufrir quebrantos de salud y pérdidas irreparables como lo fue el bebé de mi hija Gloria, cuando me prorrogan la prisión preventiva en La Reforma.
La cárcel y las esposas fueron utilizadas en mi contra sin que mediara siquiera una imputación legal de acuerdo al artículo 92 del Código Procesal Penal y artículo 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos; atentaron contra el principio de inocencia que consagra nuestra Constitución y sin razón alguna pusieron en riesgo mi salud e integridad física, cuando fui conducido a toda velocidad por la calles de San José esposado dentro de una perrera, como el criminal más peligroso de la nación.
Lo que fue aprovechado por algunos medios de comunicación para provocar una condena pública y la falsa certeza de mi culpabilidad, que prevalece aún hoy en un sector de la población.
Por cinco meses permanecí aislado en una prisión, sin derecho siquiera a una hora de sol, confinado en una celda, sin que se me hubiera indicado, tal y como lo exige el derecho nacional e internacional, cuál era el delito que se me atribuía, qué calificación tenía y qué pruebas había en mi contra, como sí lo hicieron con el resto de los imputados. Y sin haber sido juzgado como corresponde en un Estado de Derecho, la opinión pública y algunos medios sentenciaron que era culpable de algo, sin siquiera tener claro de qué.
Y a pesar de que a nosotros no nos toca probar nuestra inocencia, como lo manda la constitución, lo hemos hecho sin que nuestros acusadores hayan podido probar culpabilidad alguna o delito de ninguna especie.
Señores jueces ustedes han sido testigos que la cobertura de algunos medios ha sido distorsionada, amarillista y que no ha respondido a lo que aquí se ha ventilado. Con lo cual parte de la opinión pública ha sido manipulada.
Basta recordar la forma como presentaron algunos hechos y sin que mediara siquiera una prueba o un estado financiero aseguraron que a mi haber y el de mi familia existían cuentas y bienes multimillonarios, los cuales, por no existir, nunca pudieron demostrar.
Por más de cuatro años, 14 fiscales del Ministerio Público, oficiales del Organismo de Investigación Judicial y las unidades investigativas de algunos medios de comunicación se desplazaron por diversos países del mundo, buscaron infructuosamente bienes o acciones delictivas que atribuirme, y absolutamente nada pudieron aportar que diera el más mínimo indicio de que haya cometido delito alguno.
Los hechos que se me atribuyeron fueron la supuesta autoría de un plan delictivo y el supuesto pago a funcionarios públicos.
Esta acusación se fundamentó en una declaración indagatoria de un imputado, rendida bajo presión y sin condiciones adecuada de veracidad, expresada con la única intención de salir de la cárcel y evitar la persecución penal de una hija. A pesar de saber que no podía ser utilizada en juicio, fue la piedra angular de la acusación y la no ratificación en la audiencia oral y pública dejó sin sustento las falsas imputaciones del Ministerio Público.
Como ha quedado demostrado no hice nada diferente a lo que hacen y han hecho otros profesionales que han ocupado altos cargos en la administración pública, y que terminada su función retornan a su práctica privada. Yo no he recibido un centavo de la Caja Costarricense de Seguro Social.
Al momento de prestar mi asesoría habían pasado 7 años desde que dejé la Presidencia de la República, durante los cuales no ejercí ningún otro cargo relacionado con el Estado; mi bufete, establecido en 1969, cuando era estudiante de derecho, contaba en el año 2004 con 15 abogados asociados que atendíamos clientela individualmente.
Cuando se me buscó para brindar mi opinión y mi asesoría sobre el Proyecto Finlandia, estudié a fondo las condiciones y los alcances del empréstito y me pareció que representaba una gran oportunidad para poder dotar de equipo de primer mundo a la Caja Costarricense de Seguro Social.
Por ello, cuando se me buscó para asesorar en la tramitación de una ley que permitiría hacer realidad el ofrecimiento del Gobierno Finlandés para otorgar al país un préstamo, sin intereses, por 10 años plazo para la adquisición de equipos médicos de alta calidad, me interesé en conocer del tema.
Me pareció que era una oportunidad única para solventar el atraso de más de 30 años de la Caja en equipamiento. Como es normal en este tipo de empréstitos los equipos deberían tener un alto componente finlandés.
Analicé con algunos diputados en los días previos al envió a la Asamblea Legislativa una ley que consideré y aún considero provechosa para la adquisición de instrumentos médicos para la Caja. Esto, al igual que en muchas partes del mundo es una práctica perfectamente legal en Costa Rica.
En el ejercicio libre de mi profesión yo realicé un trabajo para el cual fui contratado, en este caso asesorar política y jurídicamente la forma más viable y correcta para tramitar un proyecto de ley que en última instancia fue aprobado por la totalidad de los diputados, menos uno, que consideraron los beneficios de dicho proyecto.
Como quedó demostrado, no tuve ninguna injerencia ni en la gestación ni en la licitación, ni en la adjudicación de la compra que estuvo en parte en manos del Gobierno Finlandés ni en la ampliación del proyecto.
La compra de los equipos, por su parte se hizo con total apego a la ley, a la aprobación previa de la Asamblea Legislativa, Procuraduría, Contraloría General de la República, la Caja y la Sala Constitucional entre otros, todo dentro del marco que la ley manda, como lo señaló el estudio pericial del Lic. Alvaro Fernández Silva, ex magistrado y adalid de la lucha contra la corrupción.
En todo caso, sin que yo tenga la responsabilidad sobre los equipos adquiridos, pues mi labor consistió en asesorar la forma como se debía tramitar el proyecto ante la Asamblea Legislativa, me queda la satisfacción que los equipos han sido de la más alta calidad mundial. Como lo han podido demostrar los médicos, técnicos y enfermeras, que bajo juramento, han ponderado las bondades de los equipos que día a día utilizan para salvar vidas y atender a miles de costarricenses que acuden a las instalaciones hospitalarias de la Caja.
Señora y Señores del Tribunal, desde el inicio del proceso me sometí como corresponde en un Estado de Derecho con humildad a la Justicia y me puse a las órdenes de la Fiscalía, donde, sin embargo, fui tratado inhumanamente y bajo la premisa de que era culpable.
He estado al servicio de mi país en muchas y diferentes circunstancias desde muy joven y nunca he abusado de mi posición ni para obtener privilegios ni para enriquecerme como se probó con la apertura de mis cuentas y las de mi familia. He sido Directivo de la Caja, diputado, ministro, jefe de la oposición y Presidente de la República y en todas esas posiciones he estado expuesto al escrutinio público y a las auditorías y jamás se ha dicho que he tomado un centavo del erario público.
Son cuarenta años de gestión intachable y transparente. He trabajado con empresarios, organizaciones nacionales e internaciones, públicas y privadas, partidos políticos alrededor del mundo, universidades dentro y fuera del país, me he relacionado con miles de personas alrededor de América, y nadie absolutamente nadie con quien yo haya realizado un negocio o un trabajo puede decir que he sido deshonesto o que he tratado de abusar de forma alguna en la relación. Lo cual demuestra que mi conducta ha sido siempre recta y apegada a la ley.
Miente, miente que algo queda, esa ha sido la táctica de nuestros detractores. Ustedes señores jueces, habrán podido aquilatar la forma como algunos medios han cubierto este juicio, saben mejor que nadie que mucho de lo que se ha informado a la audiencia no tiene relación con los hechos y los testimonios que aquí se han presentado.
Señores del Tribunal, mi vida ha estado siempre expuesta a la crítica y al escrutinio, desde mi nacimiento supe que mi vida estaría marcada por el amor de unos y el odio de otros; me esforcé por unir a la familia costarricense, y jamás me permití sentir deseo de venganza por quienes adversaron a mi padre.
A pesar del temor de algunos mi gestión gubernamental se caracterizó por la búsqueda del consenso y el respeto a los adversarios y a las instituciones.
Me he sometido con humildad a los Tribunales de Justicia. He acatado las medidas que se tomaron en mi contra a pesar de considerarlas innecesarias, desproporcionadas, e injustas. He esperado con respeto a que las autoridades, a quienes correspondería probar mi culpabilidad, presentaran pruebas en mi contra. Cosa que no se ha dado. Por mi parte he presentado a la consideración de este Honorable Tribunal las pruebas y testimonios que demuestran mi inocencia. He sido tolerante con los medios que han tratado de inculparme a toda costa, y respetuoso con aquellos que se han limitado a informar lo que ha ocurrido. Solo me queda esperar en paz y con Dios el veredicto.
Que el Santo Espíritu del Señor los ilumine.
Fotografías:
Jimmy Córdoba/La República
Calderón denuncia persecución en el último día de juicio Caja-Fischel
El ex mandatario Rafael Angel Calderón declaró ayer por primera vez en once meses
Fiscalía se rehusó a volver a presentar sus argumentos en el último día de debate
El próximo 5 de octubre, cuando el reloj marque las 2.30 p.m., la jueza Teresita Rodríguez leerá la sentencia que definirá el futuro de los ocho imputados en el juicio Caja-Fischel.
Después de 11 meses de que se inició el debate y a casi cinco años de que arrancó la investigación por presuntas anomalías con el empréstito finlandés, dentro de 13 días se dará a conocer la resolución del caso, catalogado como el más importante en la historia del país.
Esto luego de que ayer tanto las partes imputadas como acusadoras terminaran de presentar sus argumentos, con los que pretenden demostrar su verdad. No obstante, no será hasta el 3 de noviembre cuando el fallo quede en firme. Exactamente un año después de que comenzó el debate.
La sesión de este lunes también contó con la declaración de Rafael Angel Calderón, ex presidente de la República.
Por primera vez en el juicio, el ex mandatario decidió hablar ante los jueces para defenderse de los delitos que le atribuye el Ministerio Público.
En este sentido, señaló que no existen pruebas documentales ni testimoniales que confirmen que fue el autor de un plan delictivo y quien pagó a funcionarios.
“Yo recibí un pago por una asesoría político-jurídica en mi carácter de abogado y no como funcionario público, de la forma en que se debía tramitar en la Asamblea Legislativa el proyecto de ley del empréstito finlandés. Hecho que no es un delito”, dijo Calderón.
Asimismo, el ex presidente señaló ser víctima de una persecución por parte del Ministerio Público, pues supuestamente este órgano trató de “chantajear” a cuatro imputados para que lo incriminaran en el caso.
“La acusación que existe en mi contra se fundamentó en la declaración indagatoria de un imputado rendida bajo presión, expresada con la única intención de evitar la persecución de una hija… A falta de prueba que lograra encontrarme culpable, la Fiscalía ofreció liberar de la cárcel a Gerardo Bolaños y Juan Carlos Sánchez si me implicaban. Además le dijeron a Alfonso Guardia, imputado del Juicio ICE-Alcatel ‘entrégueme a Calderón y usted no va a juicio’”, añadió el ex gobernante.
Los otros siete imputados también tuvieron derecho a expresar sus últimas palabras a los jueces y manifestaron su confianza en el Tribunal y sus integrantes.
No obstante, durante la última jornada del debate y a pocos días de que se conozca el fallo de los jueces, los ánimos comenzaron a caldearse entre los imputados.
Una vez terminada la sesión, en las afueras de los Tribunales de Justicia de Goicoechea, Walter Reiche, ex presidente de Corporación Fischel, cuestionó las declaraciones dadas por Gerardo Bolaños, ex directivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Asimismo, un grupo de espectadores se lanzó en contra de un canal de televisión, pues no estaban de acuerdo en el tratamiento que le estaban dando a la información de este caso.
Si bien, será el próximo 3 de noviembre cuando quede en firme la sentencia, tanto las defensas de los imputados como las partes acusadoras tendrán 15 días hábiles para enviar el fallo a Casación si no están de acuerdo con este.
Este procedimiento que quedaría en mano de los magistrados no tiene un plazo máximo para resolver.
Junto con Calderón, Reiche y Bolaños, también están acusados Eliseo Vargas, ex presidente ejecutivo de la CCSS, Juan Carlos Sánchez, ex gerente de Modernización de la entidad respectivamente.
Además, Olman Valverde y Marvin Barrantes, ex gerente financiero y ex gerente general de Corporación Fischel correspondientes, quienes son acusados por supuestamente intervenir en la licitación del empréstito finlandés para comprar equipo para la Caja.
ncambronero@larepublica.net
EXTRACTOS DE DECLARACION DEL EX PRESIDENTE RAFAEL ANGEL CALDERON EN EL JUICIO CAJA-FISCHEL
Señora Presidenta, Señores Miembros del Tribunal:
Algunos han tratado de convertir este juicio en un juicio político y mediático, en el cual se ha recurrido a toda clase de armas para tratar de destruir lo que represento como político, como persona, como heredero del apellido Calderón y lo que puedo significar para el pueblo de Costa Rica como ex gobernante.
En este intento han dañado a mi esposa y mi familia, que se han visto expuestos a acoso, a la persecución tributaria, al linchamiento mediático, a sufrir quebrantos de salud y pérdidas irreparables como lo fue el bebé de mi hija Gloria, cuando me prorrogan la prisión preventiva en La Reforma.
La cárcel y las esposas fueron utilizadas en mi contra sin que mediara siquiera una imputación legal de acuerdo al artículo 92 del Código Procesal Penal y artículo 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos; atentaron contra el principio de inocencia que consagra nuestra Constitución y sin razón alguna pusieron en riesgo mi salud e integridad física, cuando fui conducido a toda velocidad por la calles de San José esposado dentro de una perrera, como el criminal más peligroso de la nación.
Lo que fue aprovechado por algunos medios de comunicación para provocar una condena pública y la falsa certeza de mi culpabilidad, que prevalece aún hoy en un sector de la población.
Por cinco meses permanecí aislado en una prisión, sin derecho siquiera a una hora de sol, confinado en una celda, sin que se me hubiera indicado, tal y como lo exige el derecho nacional e internacional, cuál era el delito que se me atribuía, qué calificación tenía y qué pruebas había en mi contra, como sí lo hicieron con el resto de los imputados. Y sin haber sido juzgado como corresponde en un Estado de Derecho, la opinión pública y algunos medios sentenciaron que era culpable de algo, sin siquiera tener claro de qué.
Y a pesar de que a nosotros no nos toca probar nuestra inocencia, como lo manda la constitución, lo hemos hecho sin que nuestros acusadores hayan podido probar culpabilidad alguna o delito de ninguna especie.
Señores jueces ustedes han sido testigos que la cobertura de algunos medios ha sido distorsionada, amarillista y que no ha respondido a lo que aquí se ha ventilado. Con lo cual parte de la opinión pública ha sido manipulada.
Basta recordar la forma como presentaron algunos hechos y sin que mediara siquiera una prueba o un estado financiero aseguraron que a mi haber y el de mi familia existían cuentas y bienes multimillonarios, los cuales, por no existir, nunca pudieron demostrar.
Por más de cuatro años, 14 fiscales del Ministerio Público, oficiales del Organismo de Investigación Judicial y las unidades investigativas de algunos medios de comunicación se desplazaron por diversos países del mundo, buscaron infructuosamente bienes o acciones delictivas que atribuirme, y absolutamente nada pudieron aportar que diera el más mínimo indicio de que haya cometido delito alguno.
Los hechos que se me atribuyeron fueron la supuesta autoría de un plan delictivo y el supuesto pago a funcionarios públicos.
Esta acusación se fundamentó en una declaración indagatoria de un imputado, rendida bajo presión y sin condiciones adecuada de veracidad, expresada con la única intención de salir de la cárcel y evitar la persecución penal de una hija. A pesar de saber que no podía ser utilizada en juicio, fue la piedra angular de la acusación y la no ratificación en la audiencia oral y pública dejó sin sustento las falsas imputaciones del Ministerio Público.
Como ha quedado demostrado no hice nada diferente a lo que hacen y han hecho otros profesionales que han ocupado altos cargos en la administración pública, y que terminada su función retornan a su práctica privada. Yo no he recibido un centavo de la Caja Costarricense de Seguro Social.
Al momento de prestar mi asesoría habían pasado 7 años desde que dejé la Presidencia de la República, durante los cuales no ejercí ningún otro cargo relacionado con el Estado; mi bufete, establecido en 1969, cuando era estudiante de derecho, contaba en el año 2004 con 15 abogados asociados que atendíamos clientela individualmente.
Cuando se me buscó para brindar mi opinión y mi asesoría sobre el Proyecto Finlandia, estudié a fondo las condiciones y los alcances del empréstito y me pareció que representaba una gran oportunidad para poder dotar de equipo de primer mundo a la Caja Costarricense de Seguro Social.
Por ello, cuando se me buscó para asesorar en la tramitación de una ley que permitiría hacer realidad el ofrecimiento del Gobierno Finlandés para otorgar al país un préstamo, sin intereses, por 10 años plazo para la adquisición de equipos médicos de alta calidad, me interesé en conocer del tema.
Me pareció que era una oportunidad única para solventar el atraso de más de 30 años de la Caja en equipamiento. Como es normal en este tipo de empréstitos los equipos deberían tener un alto componente finlandés.
Analicé con algunos diputados en los días previos al envió a la Asamblea Legislativa una ley que consideré y aún considero provechosa para la adquisición de instrumentos médicos para la Caja. Esto, al igual que en muchas partes del mundo es una práctica perfectamente legal en Costa Rica.
En el ejercicio libre de mi profesión yo realicé un trabajo para el cual fui contratado, en este caso asesorar política y jurídicamente la forma más viable y correcta para tramitar un proyecto de ley que en última instancia fue aprobado por la totalidad de los diputados, menos uno, que consideraron los beneficios de dicho proyecto.
Como quedó demostrado, no tuve ninguna injerencia ni en la gestación ni en la licitación, ni en la adjudicación de la compra que estuvo en parte en manos del Gobierno Finlandés ni en la ampliación del proyecto.
La compra de los equipos, por su parte se hizo con total apego a la ley, a la aprobación previa de la Asamblea Legislativa, Procuraduría, Contraloría General de la República, la Caja y la Sala Constitucional entre otros, todo dentro del marco que la ley manda, como lo señaló el estudio pericial del Lic. Alvaro Fernández Silva, ex magistrado y adalid de la lucha contra la corrupción.
En todo caso, sin que yo tenga la responsabilidad sobre los equipos adquiridos, pues mi labor consistió en asesorar la forma como se debía tramitar el proyecto ante la Asamblea Legislativa, me queda la satisfacción que los equipos han sido de la más alta calidad mundial. Como lo han podido demostrar los médicos, técnicos y enfermeras, que bajo juramento, han ponderado las bondades de los equipos que día a día utilizan para salvar vidas y atender a miles de costarricenses que acuden a las instalaciones hospitalarias de la Caja.
Señora y Señores del Tribunal, desde el inicio del proceso me sometí como corresponde en un Estado de Derecho con humildad a la Justicia y me puse a las órdenes de la Fiscalía, donde, sin embargo, fui tratado inhumanamente y bajo la premisa de que era culpable.
He estado al servicio de mi país en muchas y diferentes circunstancias desde muy joven y nunca he abusado de mi posición ni para obtener privilegios ni para enriquecerme como se probó con la apertura de mis cuentas y las de mi familia. He sido Directivo de la Caja, diputado, ministro, jefe de la oposición y Presidente de la República y en todas esas posiciones he estado expuesto al escrutinio público y a las auditorías y jamás se ha dicho que he tomado un centavo del erario público.
Son cuarenta años de gestión intachable y transparente. He trabajado con empresarios, organizaciones nacionales e internaciones, públicas y privadas, partidos políticos alrededor del mundo, universidades dentro y fuera del país, me he relacionado con miles de personas alrededor de América, y nadie absolutamente nadie con quien yo haya realizado un negocio o un trabajo puede decir que he sido deshonesto o que he tratado de abusar de forma alguna en la relación. Lo cual demuestra que mi conducta ha sido siempre recta y apegada a la ley.
Miente, miente que algo queda, esa ha sido la táctica de nuestros detractores. Ustedes señores jueces, habrán podido aquilatar la forma como algunos medios han cubierto este juicio, saben mejor que nadie que mucho de lo que se ha informado a la audiencia no tiene relación con los hechos y los testimonios que aquí se han presentado.
Señores del Tribunal, mi vida ha estado siempre expuesta a la crítica y al escrutinio, desde mi nacimiento supe que mi vida estaría marcada por el amor de unos y el odio de otros; me esforcé por unir a la familia costarricense, y jamás me permití sentir deseo de venganza por quienes adversaron a mi padre.
A pesar del temor de algunos mi gestión gubernamental se caracterizó por la búsqueda del consenso y el respeto a los adversarios y a las instituciones.
Me he sometido con humildad a los Tribunales de Justicia. He acatado las medidas que se tomaron en mi contra a pesar de considerarlas innecesarias, desproporcionadas, e injustas. He esperado con respeto a que las autoridades, a quienes correspondería probar mi culpabilidad, presentaran pruebas en mi contra. Cosa que no se ha dado. Por mi parte he presentado a la consideración de este Honorable Tribunal las pruebas y testimonios que demuestran mi inocencia. He sido tolerante con los medios que han tratado de inculparme a toda costa, y respetuoso con aquellos que se han limitado a informar lo que ha ocurrido. Solo me queda esperar en paz y con Dios el veredicto.
Que el Santo Espíritu del Señor los ilumine.
Fotografías:
Jimmy Córdoba/La República