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Viernes, 11 de octubre de 2024



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Impacto de las fluctuaciones económicas en la valoración de activos

Irene Salas irene.salas@cr.gt.com | Viernes 11 octubre, 2024


Irene Salas


Las fluctuaciones económicas son un fenómeno clave que influye de manera significativa en la actividad económica global y, por ende, en la valoración de empresas y activos. Estos cambios pueden impactar, tanto positiva como negativamente, factores esenciales como el crecimiento del país, la inflación, las tasas de interés y el desempleo. En este artículo, exploraremos cómo estas oscilaciones, provocadas por diversos factores como shocks en la oferta y la demanda, afectan la estabilidad del mercado y el comportamiento de negocios e inversores.

Una de las variables más relevantes en la valoración es el crecimiento económico, medido por el Producto Interno Bruto (PIB). Un mayor crecimiento económico suele implicar un aumento en las ventas de las empresas, lo que resulta crucial al realizar inversiones. En el método de valoración por flujos de efectivo, las proyecciones se alinean con el crecimiento del PIB sectorial, ya que, en general, las empresas no pueden crecer a un ritmo superior al de la economía en su conjunto (Saavedra, 2007).

De acuerdo con el Schroders Economic Group, se ha evidenciado una relación positiva entre el crecimiento del beneficio por acción y el crecimiento del PIB real en Estados Unidos durante los últimos 50 años. Si se anticipa una disminución en el crecimiento económico, las empresas tienen la capacidad de adaptar sus estrategias y planes operativos para mitigar las repercusiones de una caída en el PIB, lo que ayuda a preservar su valoración.

La inflación representa otra variable económica crítica. Este indicador mide las variaciones en los precios de una canasta representativa de bienes y servicios que los consumidores adquieren. La inflación afecta directamente los costos operativos de las empresas y sus expectativas de precios futuros. Las empresas deben ajustar sus proyecciones de ingresos teniendo en cuenta la tasa de expectativas de inflación, que se basa en el comportamiento histórico de este indicador. Esto es fundamental, ya que las decisiones sobre la cantidad de inventarios y las estrategias de precios dependen en gran medida de las proyecciones inflacionarias.

Las tasas de interés también son determinantes en la valoración de activos y empresas. En el contexto de Costa Rica, por ejemplo, la Tasa de Política Monetaria, fijada por el Banco Central, representa el costo de pedir dinero prestado. Esta tasa no sólo influye en los costos de financiamiento de las empresas, sino que también afecta su planificación financiera a largo plazo. Es esencial que las empresas se mantengan informadas sobre las tasas de interés, ya que son un componente clave para estimar flujos de caja futuros y para seleccionar la tasa de descuento adecuada que refleje el valor presente de esos flujos.

Además, las fluctuaciones en el tipo de cambio son un aspecto crucial para la valoración de empresas y activos. Los cambios en la moneda, ya sea en términos de apreciación o depreciación, impactan la rentabilidad y los flujos de efectivo. Esto es particularmente relevante para las empresas que operan a nivel internacional, donde las variaciones en el tipo de cambio pueden afectar significativamente sus ingresos y costos. Al aplicar una tasa de descuento para calcular el valor presente de un activo, es vital considerar los riesgos cambiarios, ya que estos pueden influir en la percepción del valor de la empresa.

La incertidumbre económica, aunque no es una variable económica en sí, desempeña un papel fundamental en la valoración. La volatilidad e imprevisibilidad del entorno económico pueden llevar a las empresas a exigir tasas de rendimiento más altas para compensar el riesgo adicional que enfrentan. En este contexto, el Modelo de Valoración de Activos (CAPM) se utiliza para determinar la rentabilidad esperada de una inversión en función del riesgo asumido. Este modelo considera la tasa libre de riesgo, que suele representarse por los bonos del gobierno, la rentabilidad esperada de un activo específico, un Beta que mide la sensibilidad del activo en relación con su referencia, y la rentabilidad esperada del mercado donde cotiza el activo.

En resumen, el impacto de las fluctuaciones económicas en la valoración de empresas y activos es fundamental. Comprender cómo variables como el PIB, la inflación, las tasas de interés y la incertidumbre económica se interrelacionan permite a inversores y empresas tomar decisiones informadas y estratégicas. Adaptarse a la incertidumbre económica no sólo es crucial para salvaguardar el valor de los activos, sino también para maximizar el retorno sobre la inversión. Integrar un análisis riguroso de las condiciones económicas y sus efectos puede proporcionar a las empresas una ventaja competitiva y contribuir a su sostenibilidad a largo plazo, permitiéndoles navegar de manera efectiva en un entorno financiero en constante cambio.

Irene Salas, Consultora de Grant Thornton







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