Importación de camarones afecta a proveedores estadounidenses
Bloomberg | Miércoles 09 septiembre, 2015
Importación de camarones afecta a proveedores estadounidenses
Los mariscos más populares en Estados Unidos ya no son muy estadounidenses, pero sin duda son más baratos. Un aumento de la importación de camarones de Indonesia, Ecuador e India ha hecho bajar los precios más de un tercio en el último año.
Si bien son buenas noticias para los consumidores, que comen más camarones que cualquier otra criatura acuática incluidos salmón y atún, la oferta récord de las granjas de camarones extranjeras afecta a los pescadores estadounidenses, cuya participación en el mercado local se ha reducido a alrededor de 10%.
En Wood’s Fisheries, una compañía procesadora de Florida que vende unos 3,60 millones de kilos (8 millones de libras) de camarones estadounidenses por año a empresas de alimentos como Whole Foods y Wegmans, algunas inventarios congelados de camarones del Golfo de México se venden ahora a $3,50 por libra (0,45 kilos), menos de la mitad de los $7,20 que costaban el año pasado.
Wood’s tiene 680 mil kilos (1,5 millones de libras) de esa variedad, lo que representa la tercera parte de su actividad, dijo Reese Antley, el vicepresidente de operaciones. “Hay algunas procesadoras y embarcaciones que no sobrevivirán a esas bajas cifras”, dijo Antley por teléfono desde Port St. Joe, Florida.
El panorama no fue siempre tan sombrío para los productores estadounidenses. Hace dos décadas la oferta de camarones era limitada, al menos lo suficiente para que se los considerara un plato gourmet, y competían con los filetes en los restaurantes.
El mercado cambió a medida que avanzaban las tecnologías de cultivos marinos. En la década de 1990, los investigadores empezaron a producir camarones libres de gérmenes patógenos, una técnica adoptada en Asia y América Latina, que derivó en una explosión de la producción comercial.
La producción global de camarones en granjas alcanzó en 2013 los 3,3 millones de toneladas, en comparación con 92 mil toneladas en 1990, según la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas, FAO por la sigla en inglés.
El desplazamiento de las embarcaciones no afecta solo la pesca de camarones. El mundo consume ahora más pescado cultivado en lagos y aguas costeras –una actividad conocida como acuicultura- que producto de la pesca en el mar.
Si bien la importación de camarones viene creciendo desde hace años, la oferta se contrajo hace dos años cuando una enfermedad diezmó el 47% de la cosecha en Tailandia, el mayor exportador del mundo. Los precios subieron y alcanzaron niveles récord, lo que alentó aun más la producción en Indonesia, Ecuador e India.
Esa mayor oferta ha empezado a llegar a Estados Unidos. Las importaciones sumaron este año hasta julio 316.118 toneladas, un récord histórico para ese período y 6,1% más que en igual período del año pasado, indican datos del 3 de septiembre del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, USDA por la sigla en inglés.
En 2013 los estadounidenses comían 1,60 kilos (3,6 libras) por persona, en comparación con 1,20 kilos (2,7 libras) de salmón y 0,90 kilos (2,3 libras) de atún en lata, según el Instituto Nacional de Pesca de Estados Unidos, NFI por la sigla en inglés. “Este año hemos tenido tantos camarones”, dijo Angel Rubio, analista jefe de mercado de la firma de investigaciones Urner Barry, “que no hay forma de que los precios no bajen”.
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