Importancia de la tesorería en la gestión financiera

En cualquier gestión financiera, uno de los elementos clave consiste en una tesorería sana, funcional y alineada con los objetivos estratégicos de la empresa. Es por esta razón, que la Dirección Financiera, debe mantener una relación de interdependencia y vigilancia muy estrecha con el Departamento Contable de la compañía y el Departamento de Tesorería.

Entonces, ¿Cómo puede ayudar la tesorería a abordar esta relación estrecha dentro del Departamento Financiero de las empresas?

Gracias a la implementación de inteligencia financiera para la gestión de la tesorería, podemos visualizar en un escenario ideal, una contabilidad que aporte valor a la toma de decisiones. En esta línea, podemos encontrar cuatro modelos de gestión financiera del Departamento de Tesorería, los cuales responden a su vez, a cuatro etapas evolutivas y de madurez de la gestión contable y financiera muy diferentes.

1. Gestión Financiera Basada en una Tesorería Manual Descentralizada:

Este es el modelo que, en un alto porcentaje, está presente en la mayoría de los sistemas de gestión financiera de muchas empresas. Aun en los casos en los que existan diversos grupos empresariales, los departamentos Contables son totalmente independientes entre sí. Con una “vida propia” y estrategias de funcionamiento totalmente autónomas, sin soluciones tecnológicas ni procesos automatizados.

Para la Dirección Financiera, este modelo implica que la cantidad de recursos –materiales y humanos– sea mucho mayor. Además, en aquellos casos en los que se estén llevando a cabo políticas de expansión e inversión, la probabilidad de encontrar duplicidades, errores contables y ausencia de control del flujo de caja es mucho mayor. Inconvenientes que también dificultan la gestión financiera del día a día sin que se estén llevando a cabo esas políticas orientadas a establecer una gestión financiera inteligente.

2. La Gestión Contable con una Tesorería Centralizada y Automatizada Parcialmente:

El siguiente estado de madurez, corresponde a una gestión financiera centralizada, con una presencia tecnológica limitada. Para la Dirección Financiera, disponer de un Departamento Contable centralizado implica un mayor control de lo que sucede. Además, permite establecer una vigilancia y control mayores del efectivo, los pagos recurrentes y otros elementos clave de la cadena de valor.

No obstante, la presencia tecnológica no cobra protagonismo para este modelo. Los procesos automatizados suelen limitarse a los sistemas de entrada de datos y el listado de la situación contable general. En ese sentido, la gestión financiera aumenta el control y reduce la presencia de fallos, pero aún está lejos de un modelo totalmente inteligente.

3. La Automatización Total del Departamento de Tesorería:

Además de la centralización de la gestión financiera, uno de los cambios más trascendentales que puede acometer la Dirección Financiera es la completa automatización. Gracias a la gestión informatizada de todos los procesos de tesorería, se reducen, considerablemente, tanto el tiempo empleado para cada una de las tareas como los recursos necesarios para cometerlas de forma eficiente.