Incapacidades en muelles de Limón crecieron un 62%
Danny Canales dannycanales.asesor@larepublica.net | Lunes 09 noviembre, 2009
Mitad de la planilla no trabajó 55 días en promedio durante 2008
Incapacidades en muelles de Limón crecieron un 62%
• Aumento en subsidios le costó $1 millón a Japdeva
• Sindicato justifica bajas en que el trabajo que realizan es muy difícil
Danny Canales
dcanales@larepublica.net
Los días que se incapacitaron los empleados de los puertos del Caribe aumentaron un 62% el año pasado.
Poco más de la mitad de los trabajadores fueron dados de baja y en promedio cada muellero estuvo 55 días en su casa.
El aumento en las incapacidades le representó a Japdeva una erogación de $1 millón durante el año.
Adicionalmente la institución presupuestó $1,4 millones para suplir al personal incapacitado.
La alta incidencia de bajas es justificada por el sindicato de la institución, con base en que el trabajo que desempeñan es muy difícil.
A diferencia del resto de los trabajadores, la convención colectiva les permite a los muelleros recibir su salario completo si son inhabilitados.
Ello porque el beneficio impide rebajarles las cargas sociales, renta y el aporte al Banco Popular.
La investigación sobre el aumento de las incapacidades la elaboró la Comisión Asesora de Alta Tecnología (Caatec).
La convención “es un incentivo a incapacitarse y evitar el trabajo”, expuso Luis Loría, creador del estudio.
El año pasado 739 muelleros se incapacitaron 40.677 días, mientras que en 2007 los días acumulados llegaron a 25.060.
El área en que más subió el número de personas reportadas enfermas fue en el de mantenimiento de las instalaciones.
Ahí se pasó de 1.069 días no laborados en 2007 a 6.644 el año pasado, para un incremento del 521%, según Caatec.
En promedio cada trabajador de esa sección no laboró 180 días, es decir que la mitad del año se mantuvo en su casa.
Les siguen los operadores del puerto (grúas y montacargas) con un incremento del 52% de tiempo incapacitado.
El resto de la población laboral costarricense opera con reglas muy distintas a las que rigen a Japdeva.
Por ejemplo, si un empleado se incapacita en cualquier otra empresa, durante los primeros tres días su patrono le reconoce la mitad del salario.
Del tercer día en adelante la Caja de Seguro asume el pago del asegurado, pero le reconoce solo el 60%.
Para los representantes de los trabajadores portuarios, el trabajo portuario produce un desgaste superior al del resto de empleos del sector.
“Tenemos que trabajar las 24 horas, bajo sol o lluvia”, argumentó Ronaldo Blear, secretario de sindicato.
Destacó además que los trabajadores de Japdeva están tan deprimidos por el Gobierno que la incidencia de incapacidades psicológicas ha subido.
También retó a la Caatec a que realice un estudio sobre las incapacidades en el resto de las instituciones, para que compruebe que no es solo en Japdeva que hay una alta incidencia.
Sobre los beneficios de la convención colectiva, Blear respondió que la función del sindicato es renegociar los aspectos sociales, económicos y laborales de sus empleados para mejorar el “obsoleto” Código de Trabajo.
“Aquí hay un sindicato que siempre ha estado dispuesto a mejorar la situación de la clase trabajadora y así lo ha negociado con el Gobierno”, dijo el sindicalista.
Incapacidades en muelles de Limón crecieron un 62%
• Aumento en subsidios le costó $1 millón a Japdeva
• Sindicato justifica bajas en que el trabajo que realizan es muy difícil
Danny Canales
dcanales@larepublica.net
Los días que se incapacitaron los empleados de los puertos del Caribe aumentaron un 62% el año pasado.
Poco más de la mitad de los trabajadores fueron dados de baja y en promedio cada muellero estuvo 55 días en su casa.
El aumento en las incapacidades le representó a Japdeva una erogación de $1 millón durante el año.
Adicionalmente la institución presupuestó $1,4 millones para suplir al personal incapacitado.
La alta incidencia de bajas es justificada por el sindicato de la institución, con base en que el trabajo que desempeñan es muy difícil.
A diferencia del resto de los trabajadores, la convención colectiva les permite a los muelleros recibir su salario completo si son inhabilitados.
Ello porque el beneficio impide rebajarles las cargas sociales, renta y el aporte al Banco Popular.
La investigación sobre el aumento de las incapacidades la elaboró la Comisión Asesora de Alta Tecnología (Caatec).
La convención “es un incentivo a incapacitarse y evitar el trabajo”, expuso Luis Loría, creador del estudio.
El año pasado 739 muelleros se incapacitaron 40.677 días, mientras que en 2007 los días acumulados llegaron a 25.060.
El área en que más subió el número de personas reportadas enfermas fue en el de mantenimiento de las instalaciones.
Ahí se pasó de 1.069 días no laborados en 2007 a 6.644 el año pasado, para un incremento del 521%, según Caatec.
En promedio cada trabajador de esa sección no laboró 180 días, es decir que la mitad del año se mantuvo en su casa.
Les siguen los operadores del puerto (grúas y montacargas) con un incremento del 52% de tiempo incapacitado.
El resto de la población laboral costarricense opera con reglas muy distintas a las que rigen a Japdeva.
Por ejemplo, si un empleado se incapacita en cualquier otra empresa, durante los primeros tres días su patrono le reconoce la mitad del salario.
Del tercer día en adelante la Caja de Seguro asume el pago del asegurado, pero le reconoce solo el 60%.
Para los representantes de los trabajadores portuarios, el trabajo portuario produce un desgaste superior al del resto de empleos del sector.
“Tenemos que trabajar las 24 horas, bajo sol o lluvia”, argumentó Ronaldo Blear, secretario de sindicato.
Destacó además que los trabajadores de Japdeva están tan deprimidos por el Gobierno que la incidencia de incapacidades psicológicas ha subido.
También retó a la Caatec a que realice un estudio sobre las incapacidades en el resto de las instituciones, para que compruebe que no es solo en Japdeva que hay una alta incidencia.
Sobre los beneficios de la convención colectiva, Blear respondió que la función del sindicato es renegociar los aspectos sociales, económicos y laborales de sus empleados para mejorar el “obsoleto” Código de Trabajo.
“Aquí hay un sindicato que siempre ha estado dispuesto a mejorar la situación de la clase trabajadora y así lo ha negociado con el Gobierno”, dijo el sindicalista.