Indicadores de fondos de inversión: Finanzas conductistas
| Lunes 08 octubre, 2007
Indicadores de fondos de inversión
Finanzas conductistas
Si bien el tema que abordaremos hoy puede resultar, en primera instancia, un poco alejado de este apartado, estoy convencido de que es importante dedicar algunas líneas al estudio de la conducta aplicada a las finanzas y al análisis técnico.
En este sentido, podemos partir de la pregunta: ¿qué son las finanzas conductistas? La respuesta está asociada a que las finanzas convencionales ignoran a la gente, en este caso a usted como lector de los indicadores de los fondos de inversión, cuyas decisiones marcan la diferencia con relación a los movimientos que experimentan los indicadores.
Los partidarios de las finanzas conductistas sostienen que una de las razones para que los análisis convencionales fallen es que la información sobre precios y rentabilidades son fáciles de obtener, sin embargo, lo difícil es estudiar su comportamiento. Así, el objetivo de las finanzas conductistas es tomar en cuenta todas las explicaciones posibles con el objetivo de comprender el rendimiento de los valores.
En este sentido, resulta difícil encontrar explicaciones para las sucesiones de precios que contradigan los modelos aceptados. Como en cualquier ciencia, el surgimiento de nuevas teorías genera controversias por largos periodos. Un ejemplo es el de las finanzas conductistas que, en primera instancia, no se debería dejar a un lado hasta que no existan razones de fuerza, con base en la evidencias empíricas claras, para explicar los datos más contradictorios en el mundo de las finanzas.
Las finanzas conductistas son un área científica muy reciente que, para los interesados en esta materia, es fundamental conocer en sus avances más relevantes como: el comportamiento individual del inversionista, las teorías relacionadas con la cooperación y el altruismo, la apuesta y la maldición del ganador, la tendencia al status quo y el rechazo a las pérdidas y las cuentas mentales. Sobre estos temas nos extenderemos con mayor detalle en nuestras próximas notas.
Juan Carlos Pérez Herra
jcperez@larepublica.net
Finanzas conductistas
Si bien el tema que abordaremos hoy puede resultar, en primera instancia, un poco alejado de este apartado, estoy convencido de que es importante dedicar algunas líneas al estudio de la conducta aplicada a las finanzas y al análisis técnico.
En este sentido, podemos partir de la pregunta: ¿qué son las finanzas conductistas? La respuesta está asociada a que las finanzas convencionales ignoran a la gente, en este caso a usted como lector de los indicadores de los fondos de inversión, cuyas decisiones marcan la diferencia con relación a los movimientos que experimentan los indicadores.
Los partidarios de las finanzas conductistas sostienen que una de las razones para que los análisis convencionales fallen es que la información sobre precios y rentabilidades son fáciles de obtener, sin embargo, lo difícil es estudiar su comportamiento. Así, el objetivo de las finanzas conductistas es tomar en cuenta todas las explicaciones posibles con el objetivo de comprender el rendimiento de los valores.
En este sentido, resulta difícil encontrar explicaciones para las sucesiones de precios que contradigan los modelos aceptados. Como en cualquier ciencia, el surgimiento de nuevas teorías genera controversias por largos periodos. Un ejemplo es el de las finanzas conductistas que, en primera instancia, no se debería dejar a un lado hasta que no existan razones de fuerza, con base en la evidencias empíricas claras, para explicar los datos más contradictorios en el mundo de las finanzas.
Las finanzas conductistas son un área científica muy reciente que, para los interesados en esta materia, es fundamental conocer en sus avances más relevantes como: el comportamiento individual del inversionista, las teorías relacionadas con la cooperación y el altruismo, la apuesta y la maldición del ganador, la tendencia al status quo y el rechazo a las pérdidas y las cuentas mentales. Sobre estos temas nos extenderemos con mayor detalle en nuestras próximas notas.
Juan Carlos Pérez Herra
jcperez@larepublica.net