Infraestructura vial colapsó ante terremoto en el Poás
Natasha Cambronero redaccion@larepublica.net | Viernes 09 enero, 2009
Vara Blanca, Poás y Sarapiquí sufrieron graves destrozos en calles
Infraestructura vial colapsó ante terremoto en el Poás
• Unos 35 kilómetros se encuentran inutilizables producto de unos 25 derrumbes
• Cientos de personas se encuentran aisladas por falta de accesos terrestres
Natasha Cambronero y Karen Retana
ncambronero@larepublica.net;
kretana@larepublica.net
El terremoto que sacudió ayer la Gran Area Metropolitana no solo dejó a su paso sufrimiento y dolor en la población, sino también graves daños en la infraestructura vial, comercial y habitacional de varias regiones del país.
El sismo de 6,2 grados en la escala de Richter arrasó con cerca de tres kilómetros de la carretera que comunica a la comunidad de Poás de Alajuela — lugar del epicentro— con Vara Blanca y San Miguel de Sarapiquí.
Así mismo, los 35 kilómetros que unen dichas comunidades se encuentran inutilizables, debido a unos 25 derrumbes y en algunos casos al falseo generado en la vía.
Precisamente, los deslizamientos han impedido a las cuadrillas del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) tener acceso a las zonas afectadas.
“En este momento —ayer en la tarde— no hemos podido reabrir el paso debido a que en algunos casos ni siquiera hay carretera. Sin embargo, las cuadrillas contratadas trabajarán toda la noche para habilitarlas”, sostuvo Karla González, titular de Obras Públicas.
A su vez, no se descarta la posibilidad de que en otros puntos de las carreteras del país se presente algún tipo de resquebrajamiento, situación que por el momento se está estimando, pero será hoy cuando se pueda evaluar mejor la magnitud de los daños.
El puente del Angel ubicado en Sarapiquí fue otra de las pérdidas que dejó el movimiento sísmico de la 1:21 p.m. pues dicha infraestructura colapsó y dejó incomunicados a cerca de 200 turistas que se encontraban hospedados en el hotel Jardín de Cataratas ubicado en las faldas del Volcán Poás y a sus cerca de 200 empleados.
Este complejo fue una de las empresas turísticas que reportó pérdidas totales pues las instalaciones se desplomaron.
De momento no se precisa el número exacto de personas que se encuentran incomunicadas en toda la zona debido a las dificultades en el acceso terrestre.
En la localidad también se reportaron problemas en el suministro de agua potable. Se estima que unas 2 mil personas son las afectadas.
“En el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados estamos gestionando el envío de camiones cisterna para apoyar a estas personas sostuvo”, Ricardo Sancho, presidente ejecutivo de la institución.
Pero no solo el sector turismo fue sacudido por el terremoto, sino también la industria alimenticia situada en el epicentro. Dos muros de la planta de Industrias El Angel, dedicada a la elaboración de mermeladas cayeron, dejando varios colaboradores heridos. Se estima que al cierre de la edición al menos 208 personas resultaron afectadas por el sismo.
A su vez, una empresa industrial cuyo nombre no trascendió generó una fuga de gas en la comunidad de San Rafael de Vara Blanca.
Mientras que en Cinchona de Vara Blanca y en Grecia se suspendió el fluido eléctrico. Esto también provocó que las líneas telefónicas del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) colapsaran.
El comercio también fue perjudicado en algunas zonas de la Gran Area Metropolitana. Tanto en San José como en Alajuela se reportaron gran cantidad de cierres de negocios ante el temor de los comerciantes de posibles réplicas y por el anuncio de alerta roja emitida por la Comisión Nacional de Emergencias.
En el centro de Alajuela, las calles se observaban desoladas con el cierre total de los establecimientos. En San José, aunque en menor porcentaje, algunos bancos prefirieron suspender el trabajo.
Por ejemplo, las oficinas centrales del Citi cerraron sus puertas a raíz del sismo. “Tenemos un comité de emergencias, la evacuación se realizó de forma muy ordenada y nos solicitaron abandonar el edificio”, comentó Vanesa López, encargada de Comunicación.
Otras entidades financieras como HSBC también desalojaron sus instalaciones para resguardar la seguridad de los colaboradores.
“A raíz del temblor y de la alerta roja en el área metropolitana tomamos la decisión de cerrar las sucursales. Solo están operando las que están en zona rural, también están funcionando los cajeros, banca por Internet y vía telefónica”, sostuvo Luis Angel González, director de Banca de Personas y Mercadeo.
En la avenida central y calle 0 muchos de los negocios, principalmente tiendas y locales pequeños, prefirieron colocar sus cortinas metálicas debido a que algunos presentaron la caída de objetos y fisuras en la infraestructura.
“Vamos a cerrar un poco más temprano ante lo ocurrido, afortunadamente no hubo nada que lamentar”, señaló Juan Carlos Crespo, gerente de Tienda La Gloria.
También en la zona franca Global Park algunas empresas enviaron a sus trabajadores a la casa.
Pese a que en muchas de estas empresas reanudarán hoy las labores, en la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) mantendrán la alerta roja al menos por 48 horas.
“Estamos tratando de que la población no se alarme pero no implica que no estamos alerta”, comentó Daniel Gallardo, presidente de la (CNE).
Ante cualquier eventualidad, la red hospitalaria de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), mantendrá su operación con normalidad, pese a los daños leves que tuvieron algunos centros médicos.
Actualmente se realiza una valoración para determinar la magnitud de los daños en los diferentes edificios, indicó Eduardo Doryan, presidente ejecutivo de la CCSS.
Por ejemplo, se investigarán posibles daños en el piso tres del hospital Calderón Guardia y como medida preventiva, ayer se dispuso suspender las cirugías selectivas y efectuar algunos procedimientos en otros sitios del hospital.
En el caso del Hospital San Rafael de Alajuela se realiza una inspección de los pisos tres y cuatro con la finalidad de descartar cualquier problema.
Mientras que el edificio de oficinas centrales se evacuó después del sismo.
Infraestructura vial colapsó ante terremoto en el Poás
• Unos 35 kilómetros se encuentran inutilizables producto de unos 25 derrumbes
• Cientos de personas se encuentran aisladas por falta de accesos terrestres
Natasha Cambronero y Karen Retana
ncambronero@larepublica.net;
kretana@larepublica.net
El terremoto que sacudió ayer la Gran Area Metropolitana no solo dejó a su paso sufrimiento y dolor en la población, sino también graves daños en la infraestructura vial, comercial y habitacional de varias regiones del país.
El sismo de 6,2 grados en la escala de Richter arrasó con cerca de tres kilómetros de la carretera que comunica a la comunidad de Poás de Alajuela — lugar del epicentro— con Vara Blanca y San Miguel de Sarapiquí.
Así mismo, los 35 kilómetros que unen dichas comunidades se encuentran inutilizables, debido a unos 25 derrumbes y en algunos casos al falseo generado en la vía.
Precisamente, los deslizamientos han impedido a las cuadrillas del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) tener acceso a las zonas afectadas.
“En este momento —ayer en la tarde— no hemos podido reabrir el paso debido a que en algunos casos ni siquiera hay carretera. Sin embargo, las cuadrillas contratadas trabajarán toda la noche para habilitarlas”, sostuvo Karla González, titular de Obras Públicas.
A su vez, no se descarta la posibilidad de que en otros puntos de las carreteras del país se presente algún tipo de resquebrajamiento, situación que por el momento se está estimando, pero será hoy cuando se pueda evaluar mejor la magnitud de los daños.
El puente del Angel ubicado en Sarapiquí fue otra de las pérdidas que dejó el movimiento sísmico de la 1:21 p.m. pues dicha infraestructura colapsó y dejó incomunicados a cerca de 200 turistas que se encontraban hospedados en el hotel Jardín de Cataratas ubicado en las faldas del Volcán Poás y a sus cerca de 200 empleados.
Este complejo fue una de las empresas turísticas que reportó pérdidas totales pues las instalaciones se desplomaron.
De momento no se precisa el número exacto de personas que se encuentran incomunicadas en toda la zona debido a las dificultades en el acceso terrestre.
En la localidad también se reportaron problemas en el suministro de agua potable. Se estima que unas 2 mil personas son las afectadas.
“En el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados estamos gestionando el envío de camiones cisterna para apoyar a estas personas sostuvo”, Ricardo Sancho, presidente ejecutivo de la institución.
Pero no solo el sector turismo fue sacudido por el terremoto, sino también la industria alimenticia situada en el epicentro. Dos muros de la planta de Industrias El Angel, dedicada a la elaboración de mermeladas cayeron, dejando varios colaboradores heridos. Se estima que al cierre de la edición al menos 208 personas resultaron afectadas por el sismo.
A su vez, una empresa industrial cuyo nombre no trascendió generó una fuga de gas en la comunidad de San Rafael de Vara Blanca.
Mientras que en Cinchona de Vara Blanca y en Grecia se suspendió el fluido eléctrico. Esto también provocó que las líneas telefónicas del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) colapsaran.
El comercio también fue perjudicado en algunas zonas de la Gran Area Metropolitana. Tanto en San José como en Alajuela se reportaron gran cantidad de cierres de negocios ante el temor de los comerciantes de posibles réplicas y por el anuncio de alerta roja emitida por la Comisión Nacional de Emergencias.
En el centro de Alajuela, las calles se observaban desoladas con el cierre total de los establecimientos. En San José, aunque en menor porcentaje, algunos bancos prefirieron suspender el trabajo.
Por ejemplo, las oficinas centrales del Citi cerraron sus puertas a raíz del sismo. “Tenemos un comité de emergencias, la evacuación se realizó de forma muy ordenada y nos solicitaron abandonar el edificio”, comentó Vanesa López, encargada de Comunicación.
Otras entidades financieras como HSBC también desalojaron sus instalaciones para resguardar la seguridad de los colaboradores.
“A raíz del temblor y de la alerta roja en el área metropolitana tomamos la decisión de cerrar las sucursales. Solo están operando las que están en zona rural, también están funcionando los cajeros, banca por Internet y vía telefónica”, sostuvo Luis Angel González, director de Banca de Personas y Mercadeo.
En la avenida central y calle 0 muchos de los negocios, principalmente tiendas y locales pequeños, prefirieron colocar sus cortinas metálicas debido a que algunos presentaron la caída de objetos y fisuras en la infraestructura.
“Vamos a cerrar un poco más temprano ante lo ocurrido, afortunadamente no hubo nada que lamentar”, señaló Juan Carlos Crespo, gerente de Tienda La Gloria.
También en la zona franca Global Park algunas empresas enviaron a sus trabajadores a la casa.
Pese a que en muchas de estas empresas reanudarán hoy las labores, en la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) mantendrán la alerta roja al menos por 48 horas.
“Estamos tratando de que la población no se alarme pero no implica que no estamos alerta”, comentó Daniel Gallardo, presidente de la (CNE).
Ante cualquier eventualidad, la red hospitalaria de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), mantendrá su operación con normalidad, pese a los daños leves que tuvieron algunos centros médicos.
Actualmente se realiza una valoración para determinar la magnitud de los daños en los diferentes edificios, indicó Eduardo Doryan, presidente ejecutivo de la CCSS.
Por ejemplo, se investigarán posibles daños en el piso tres del hospital Calderón Guardia y como medida preventiva, ayer se dispuso suspender las cirugías selectivas y efectuar algunos procedimientos en otros sitios del hospital.
En el caso del Hospital San Rafael de Alajuela se realiza una inspección de los pisos tres y cuatro con la finalidad de descartar cualquier problema.
Mientras que el edificio de oficinas centrales se evacuó después del sismo.