Ingresos fiscales comienzan a resentirse
Wilmer Murillo wmurillo@larepublica.net | Sábado 07 febrero, 2009
País podría cosechar déficit del 2,8% con respecto al PIB
Ingresos fiscales comienzan a resentirse
• Costa Rica vive tensiones en comercio, turismo, inversión y remesas
• Istmo enfrenta situación más severa desde la década de 1980
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
Costa Rica, igual que el resto de los países centroamericanos, comienza a resentir una caída de los ingresos fiscales.
En el caso de nuestro país, esta baja de los ingresos por impuestos, producto de la crisis financiera internacional, se podría traducir en un déficit fiscal del 2,8% con respecto al Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a ¢459 mil millones.
El 2009 arrancó flojo en recaudación, en forma concordante con la desaceleración de las economías mundial y local.
“Esta situación podría prolongarse si la recaudación no calienta. Ciertamente los ingresos se están desacelerando”, dijo Guillermo Zúñiga, ministro de Hacienda.
Las principales tensiones que se viven en el país se producen en comercio, turismo, atracción de inversión y remesas.
Esta situación es muy parecida en toda Centroamérica, en donde uno de los principales temores obedece al empleo, de acuerdo con un informe el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
“Centroamérica afrontará este año su crisis más difícil desde la llamada década perdida de los años ochenta”, señaló la entidad en su más reciente informe económico.
Si 2008 fue un año complejo en el campo fiscal, para 2009 todavía se esperan resultados más modestos.
Pero como si se tratara de un buen un doctor económico, el ente regional no se quedó en el diagnóstico, y también ha planteado su propia receta para la crisis.
“En la medida en que las presiones inflacionarias lo permitan, los gobiernos centroamericanos deberán flexibilizar este año su política monetaria”, propone la entidad.
Esta política monetaria deberá priorizar la producción y no el consumo y aceptar la depreciación de la moneda en algunos casos.
Entre otras medicinas para afrontar la crisis en Centroamérica, el BCIE establece reducir el encaje mínimo legal, que en Costa Rica es de un 15%.
El encaje congela en el Banco Central parte de los depósitos de los bancos comerciales, y su reducción debería liberalizar recursos financieros para estimular la economía.
Ingresos fiscales comienzan a resentirse
• Costa Rica vive tensiones en comercio, turismo, inversión y remesas
• Istmo enfrenta situación más severa desde la década de 1980
Wilmer Murillo
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Costa Rica, igual que el resto de los países centroamericanos, comienza a resentir una caída de los ingresos fiscales.
En el caso de nuestro país, esta baja de los ingresos por impuestos, producto de la crisis financiera internacional, se podría traducir en un déficit fiscal del 2,8% con respecto al Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a ¢459 mil millones.
El 2009 arrancó flojo en recaudación, en forma concordante con la desaceleración de las economías mundial y local.
“Esta situación podría prolongarse si la recaudación no calienta. Ciertamente los ingresos se están desacelerando”, dijo Guillermo Zúñiga, ministro de Hacienda.
Las principales tensiones que se viven en el país se producen en comercio, turismo, atracción de inversión y remesas.
Esta situación es muy parecida en toda Centroamérica, en donde uno de los principales temores obedece al empleo, de acuerdo con un informe el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
“Centroamérica afrontará este año su crisis más difícil desde la llamada década perdida de los años ochenta”, señaló la entidad en su más reciente informe económico.
Si 2008 fue un año complejo en el campo fiscal, para 2009 todavía se esperan resultados más modestos.
Pero como si se tratara de un buen un doctor económico, el ente regional no se quedó en el diagnóstico, y también ha planteado su propia receta para la crisis.
“En la medida en que las presiones inflacionarias lo permitan, los gobiernos centroamericanos deberán flexibilizar este año su política monetaria”, propone la entidad.
Esta política monetaria deberá priorizar la producción y no el consumo y aceptar la depreciación de la moneda en algunos casos.
Entre otras medicinas para afrontar la crisis en Centroamérica, el BCIE establece reducir el encaje mínimo legal, que en Costa Rica es de un 15%.
El encaje congela en el Banco Central parte de los depósitos de los bancos comerciales, y su reducción debería liberalizar recursos financieros para estimular la economía.