¿Invertir para perder?

La débil protección a la propiedad intelectual en Costa Rica espanta a la inversión. ¿Quién va a querer invertir sabiendo que va a perder la canasta y los huevos? El capital de riesgo va de la mano muchas veces con la especulación, lo cual no es algo malo, porque de la especulación surge muchas veces la innovación, pero, para poder invertir con alto riesgo debe haber al menos una protección mínima a la propiedad intelectual que asegure la tutela de esa inversión.

Muchas veces grandes capitales no invierten en Costa Rica porque no hay una protección fuerte a su propiedad intelectual. Cierto, en alguna medida ha habido avances en el tema para mejorar la protección, pero estos han sido exiguos en comparación con las necesidades del mercado.

Aunado a una débil propiedad intelectual, las deficiencias en el sistema educativo han llevado a la carencia de profesionales aptos para tareas de alto valor agregado. Actualmente existen más de cincuenta mil plazas de este tipo que no se pueden llenar, porque carecemos de profesionales capacitados para que desempeñen esas funciones.

A pesar de ser un derecho fundamental consagrado en el artículo 49 de la Constitución Política, al igual que sucede con muchos derechos económicos fundamentales, cierto sector académico y político considera a la protección de la propiedad intelectual un plano inferior a otros derechos fundamentales. Esto queda muy claro con respecto a las iniciativas sobre el tema e inclusive en la manera mediante la cual la propia jurisdicción constitucional aplicada ha venido priorizando ciertos aspectos en tratados internacionales con respecto a los derechos humanos, dejando por fuera a otros derechos humanos.

Hoy el país sigue cayendo en las trampas electoreras de quienes promueven el rasgado del tejido social para capitalizar políticamente, a costas de la economía y el bienestar general. Sin embargo, los temas que realmente tienen relevancia para el país son dejados de lado, como la eliminación de la tramitomanía, las mejores estructurales en el sistema educativo y la protección adecuada de la propiedad intelectual.

La experiencia demuestra que los países con más altos índices de desarrollo humano tienen legislación que protege fuertemente a la propiedad intelectual. Costa Rica ha ingresado a la OCDE y tiene una gran oportunidad para dar un giro al timón para así crecer y desarrollarse, dejando de lado el fundamentalismo ideológico y legislando sobre temas de relevancia nacional que mejoren la calidad de vida de las personas y desarrollen al país.

Uno de los temas del momento debería de ser la protección de la propiedad intelectual, porque sin comida en la mesa, poco valdrán otros temas más emocionales y menos racionales.