Invirtiendo en El Salvador de la era Bukele
Manrique Blen MBFO@auxadi.com | Viernes 10 mayo, 2024
El derecho de vivir en paz es la base de cualquier sociedad exitosa y el principio sobre el cual se construye la felicidad individual y el progreso económico. Sin embargo, hasta hace poquísimos años, El Salvador distaba de reflejar esta realidad en sus calles.
Llegó a tal nivel la anarquía, que las rutas de autobuses eran diseñadas a partir de las líneas limítrofes entre pandillas y en el 2015 la estadística fue de 106.82 homicidios por cada cien mil habitantes. Solo para contextualizar dicha referencia, la tasa actual en Costa Rica es de 17.02 y en Haití, país que lleva 2 años sin presidente, 40,08.
Hoy, ese mismo país registra tan solo 2,4 homicidios por cada cien mil habitantes; menos que todo el resto de Centro América, menos que Estados Unidos y casi idéntico a Canadá. Un cambio extraordinario, que le ha permitido a los salvadoreños soñar con un país próspero y libre.
Sobre este terreno fértil se han construido muchísimas expectativas de lo que traerá el futuro para este país en materia económica. Por ejemplo, a nadie le sorprendería saber que el sector turístico salvadoreño creció de un 5% del PIB en el 2019 a un 11% en el 2023, ni que estuviera entre los 5 destinos turísticos a nivel global con mayor crecimiento en los últimos años. La belleza de este país siempre ha existido, pero ahora el mundo se siente seguro para disfrutarlo.
Tampoco le sorprenderá la reciente apertura de las oficinas de Google en San Salvador ni que hace pocos meses la Asamblea Legislativa salvadoreña aprobara una reforma a la Ley de Impuesto sobre la Renta para exonerar todo capital e inversión proveniente del exterior. Todo esto es coherente con un país que dejó de pensar en subsistir y ahora piensa en crecer.
Si bien el crecimiento económico del país no está al mismo nivel que las expectativas por esta nueva realidad (2,27%) si da señales de que algo se está cocinando. Por ejemplo, el Banco Central informó de incremento interanual superior al 77%, en la Inversión Extranjera Directa la cual pasó de $170.9 a $759.7 millones durante el 2023 (con una gran parte siendo para el sector turístico).
¿Por qué es importante analizar la situación actual de El Salvador?
Lo primero, con una población de más de seis millones, con un clima propicio para la inversión extranjera directa y con un sentimiento renovado del potencial país, es un destino interesante para empresa e inversionistas costarricenses, regionales y globales que busquen ampliar sus operaciones. Se ha visto un auge en inversión inmobiliario, por ejemplo.
De igual forma también representa una oportunidad por los bajos costos operativas. Como referencia, el salario mínimo para comercio e industria es de $365, comparados con los $890 de Costa Rica (que puede subir o bajar, según cómo esté comportándose el dólar). Ante esta realidad, muchas empresas podrían pensar en un replanteamiento de su estructura corporativa, con sede – parcial o total – en El Salvador.
Como comentario personal, ciertamente genera ansiedad la presión que ha sufrido la estructura democrática del país, pero es algo que el tiempo deberá de clarificar para propios y ajenos. La sabiduría de consolidar las garantías electorales tendrá un impacto positivo en lo económico; dado que lo que cualquier empresa busca es primero la estabilidad jurídica y política del país en dónde invertirá. Esperamos que así sea.
Por último, según el Incide Global de Complejidad Corporativa, la dificultad para hacer negocios en El Salvador es muy similar a Costa Rica, estando ambos cercanos dentro del ranking global. Por lo que, el principal consejo para quien quiera explorar más a fondo las oportunidades de este país Centroamerica, será ciertamente, hacerlo de la mano con quien ya conoce como aterrizar en la realidad local. Ya lo dice el refrán, si quiere conocer el mejor camino, pregúntele a quien viene de regreso.