Japdeva a prueba de fuego mañana, al recibir el primer buque granelero de gran tamaño

Mañana es un día trascendental para el futuro comercial de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económica de la Vertiente Atlántica (Japdeva).

A eso de las 8 de la mañana arribará una embarcación con 50 mil toneladas de maíz amarillo y frijol de soya proveniente de Nueva Orleans, que constituye la oportunidad que estaba esperando la empresa portuaria estatal para medir, en el campo, la potencial rentabilidad que le ofrece a los importadores de granos.

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Si los números de los empresarios graneleros terminan coincidiendo con los que preliminarmente ha realizado Japdeva, la entidad estaría dispuesta a buscar el financiamiento para adaptar el puerto y meterse de lleno en el negocio de la atención de granos.

Tiene una ventaja y es que muchos de los granos vienen por el caribe, por lo que debería ser el puerto natural en atenderlos.

Sin embargo, la mayoría de granos de consumo nacional ingresa por la terminal de Caldera, en el Pacífico, por ser el puerto más próximo al Valle Central y contar con una terminal especializada.

El reto de Japdeva está en demostrar que el gasto de transportar los granos por tierra hasta las plantas procesadoras de los importadores resulta más cómodo que darle la vuelta al Canal de Panamá.

De momento hay empresarios que están decididos a probarlo por un caso de emergencia extrema y es que hay riesgo de desabastecimiento nacional de granos, por lo que deben buscar la manera de acortar el tiempo de tránsito de la carga.

Podría resumirse que a Japdeva se le alinearon las estrellas. Por un lado, fenómenos meteorológicos adversos provocaron el cierre de puertos de la costa este –donde proviene la carga– y, por otro lado, al reactivarse el mercado, se generó una presa en el Canal de Panamá que extenderá más la llegada de las mercancías.

Esos factores son los que amenazan con provocar el desabastecimiento del mercado y que se encarecieran los fletes por el mayor tiempo que tardará la carga en llegar a su destino consumiendo combustible.

Al final Japdeva terminó siendo la solución.

Con las condiciones actuales del mercado, la logística de ir a dar la vuelta por el Canal de Panamá y desembarcar por el pacífico podría tardar hasta 18 días adicionales, estimó Jheynold Lunan Williams, gerente Portuario de Japdeva.

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Para la operación de mañana, las partes en el negocio tuvieron que recurrir al alquiler de equipo especializado y una logística que evite tener que almacenar el grano en el puerto, porque Japdeva no está técnicamente acondicionada.

Por ejemplo, se alquilarán dos tolvas, con la posibilidad de una tercera, y la dinámica de operación que permita salir adelante, detalló el gerente, quien agregó que la descarga de esta gran embarcación tomará unos 12 días.

La llegada de este barco de granos le cae como enviado del cielo, pues enfrenta la necesidad de sumar ingresos frescos para solventar la crisis que atraviesa desde hace décadas, agravada por la pérdida de mercado tras la entrada en operación de APM Terminals, con la carga exclusiva de contenedores.

Hace dos años el gobierno la ha oxigenó con ¢18 mil millones y ahora se gestionan ¢6 mil millones, para que salga a flote, reduzca su personal y busque otras opciones de negocio para generar ingresos frescos.

La carga de granos es la más próxima no solo por el buque que arriba hoy, sino porque hay otros en la lista de espera.

También valora otros negocios como el turístico e incursionar en la operación de parques industriales.