José María Figueres sería una apuesta riesgosa para el PLN en elecciones 2022

En caso de que José María Figueres gane la elección interna del 6 de junio y se convierta en el candidato de Liberación Nacional (PLN), él tendrá que nadar contra corriente para salir victorioso en las elecciones nacionales de febrero del 2022.

Y es que el 53% de los votantes a nivel nacional no lo apoyaría ni en primera, ni en segunda ronda, según la más reciente encuesta de la empresa Enfoques.

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De hecho, el expresidente es el aspirante presencial que más rechazo genera entre todos los partidos.

De esta forma, sus posibilidades electorales dependerían de su capacidad para volcar la opinión pública a su favor, así como aumentar su base electoral, algo que Figueres confía en lograr.

“Con humildad y respeto, con ilusión y optimismo, estoy convencido que el futuro exige capacidad y experiencia. Debemos superar los desafíos que enfrentamos en medio de esta crisis sanitaria y económica, tanto personal como nacional. Propongo que dejemos atrás las divisiones, y trabajemos juntos para transformar nuestro país”, dijo Figueres.

Pese a que es el político más rechazado a nivel nacional, el expresidente es la figura con mayor respaldo político entre los verdiblancos, a tal punto, que goza de una ventaja de más de 20 puntos porcentuales frente a su rival más cercano.

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Esto le permitiría una victoria holgada, lo cual, podría ayudarle a unir al partido.

Dos derrotas electorales consecutivas tienen al PLN en cuidados intensivos, ya que en la última elección los verdiblancos no solo obtuvieron la menor cantidad de votos —en términos porcentuales— de su historia, sino que también no ganaron ni una sola provincia, lo cual nunca antes les había pasado.

Sin embargo, su problema es más estructural, ya que la mayoría de los jóvenes no conectan, no lo ven “cool”, ni progresista, y la peor noticia para el PLN es que ese grupo de votantes (entre 18 y 35 años) representa más de 40% del padrón electoral.

Pero no solo el expresidente tendría un panorama complicado, ya que cualquiera de los otros precandidatos del PLN que se imponga en la convención interna tendría una complicada tarea para evitar una derrota, ya que recibiría poco apoyo, o bien, sería ampliamente rechazado en primera o segunda ronda.

“Nunca se ha dado en el país que Liberación Nacional pierda tres campañas electorales seguidas. Ese es su gran reto. Si eso sucede empezará a debilitarse de tal forma que llegará a ser un partido que no definirá procesos electorales, como le ha sucedido a la Unidad Social Cristiana, y reduzca su tamaño, sus electores, sus áreas de influencia, pierda su rastro histórico, y desaparezca como la gran fuerza política y electoral que fue”, dijo el historiador Vladimir de la Cruz.