La apertura de los mercados energéticos será clave para nuestro desarrollo

Hace algunos días se publicó en El Financiero un artículo bajo el título de HIDROCARBUROS CAROS ¿será la clave para la transición energética ? cuyo autor es Luis Diego Marín Gerente de Relación banca privada de PRIVAL.

El argumento de fondo que nos presenta el autor es el incremento nacional en la importación y venta de vehículos, híbridos y eléctricos, pasando del 2,5% en el 2019, al 4,1 en el 2020 y alcanzando el 9% el 2021. De continuar esta tendencia, el país vera avanzar el plan de descarbonización propuesto con metas para el 2050.

El autor viene a confirmar mi tesis, publicada en La República de hace varios meses, que la descarbonización de la matriz energética de Costa Rica, equivalente en términos de metas, a la independencia total energética con respecto a los hidrocarburos importados, solo será exitosa y posible gracias a nuestro dinero y con la ayuda de la apertura de mercados actualmente en monopolio o monopsonio de entidades estatales.

El estado, gobierno y banca no serán quienes nos regalarán el dinero para sustituir en el próximo medio siglo, todos nuestros autos de gasolina por autos híbridos ó eléctricos.

La decisión masiva apara adquirir autos eléctricos aquí en Costa Rica dependerá de múltiples factores entre ellos 1) la financiación bancaria a bajo costo, 2) el estímulo fiscal para reducir la carga impositiva de importación, y 3) la disponibilidad irrestricta de contar con fuentes de suministro de energía eléctrica de bajo costo.

El gobierno de Carlos Alvarado se propuso un plan para la descarbonización de la matriz energética del país, pero sin siquiera tocar la estructura monopólica del ICE , RECOPE y FANAL en lo referente a importación y producción de combustibles y energía eléctrica. Los resultados están a la vista, seguimos comprando más hidrocarburos importados de VALERO en Houston, al más alto precio de la ultima década ,lo que representa un avance totalmente negativo en la ruta hacia la descarbonización.

El estímulo fiscal para la importación de autos eléctricos e híbridos es algo por ahora impensable en círculos hacendarios, ya que el peso del déficit fiscal y la deuda publica impiden reducir los ingresos anuales al fisco.

De manera que la tercera condición para incentivar nuestra independencia energética reside en una total apertura de los mercados energéticos para que la libre y amplia competencia entre productores y generadores, lleve el precio de las energías limpias a un mínimo. Para lograr está medida el estado no tendrá que incurrir en gasto alguno. Ni un solo cinco. Pero si tendrá que ejercer su musculo político para convencer a los sindicatos del ICE, RECOPE y FANAL, y a los sectores radicales ecologistas para que acepten la medida.

CON PLENA APERTURA DEL MERCADO ENERGETICO el país podrá

Atraer grandes inversiones extranjeras para la prospección y eventual explotación del gas natural y del petróleo existente bajo nuestro subsuelo Incentivar la construcción de grandes plantas solares y eólicas privadas así como de miles de miniplantas distribuidas para la generación eléctrica, será el prerequisito para suplir de energía de bajo costo a la futura flota de vehículos eléctricos , y sus excedentes bien podrían servir para la explotación de hidrogeno verde al mundo industrializado. Recordemos que para producir hidrogeno verde primero se requiere de un exceso de energía eléctrica de bajísimo costo, como el que vino a buscar al país la empresa australiana KADELCO.

La financiación bancaria de bajo costo para comprar vehículos eléctricos está íntimamente ligada al convenio de largo plazo con el FMI, ya que por el momento, el pago de la deuda pública sigue acaparando la casi totalidad del crédito disponible nacional por el cual Hacienda paga en ocasiones hasta tasas de usura como bien lo ha expresado el Ministro Elián Villegas recientemente.

Incentivar la destilación de etanol y metanol en cientos de empresas agrícolas ya sea de la cana de azúcar ó de frutales o desechos vegetales fermentados ayudara a complementar el uso de la gasolina en los próximos 10 o más años..

El país tiene su futuro asegurado energéticamente si el próximo gobierno procede cuanto antes a por lo menos abrir los mercados cautivos, a incentivar fiscalmente la importación de vehículos eléctricos y a estimular con recursos públicos y privados bancarios, la financiación de bajo costo para esas importaciones e inversiones.