La mano del trabajo
Candilejas candilejas.cultura@gmail.com | Lunes 26 junio, 2017
Logró comprar unas terneritas que crió con chupón, pero “como hay que vivir, me mudé a Monterrey mientras crecían”, cuenta Jessica Zúñiga quien hoy es una ganadera de la Zona Norte.
“Ya están grandes, ahora las ordeño y soy productora de queso”. Jessica puede vivir dignamente y orgullosa de ser una empresaria. Esto no lo hubiese logrado, cuenta, sin el apoyo la Banca para el Desarrollo (BD), un sistema que a través de un operador llamado Fudecoca, le facilitó el crédito para comprar aquellas terneritas que hoy son su fuente de trabajo.
La BD no es un banco, sino un sistema que contribuye a impulsar proyectos que promuevan la inclusión económica de micro, medianas y pequeñas empresas y productores, MIPYMES, de distintas actividades productivas.
Johnny Durán es hoy un productor de ñampí, beneficiado por este sistema a través del operador Coocique R. L. Con el crédito, Durán logró comprar la tierra, hacer la siembra y recoger ahora los frutos.
La creación de la Ley del Sistema de la Banca de Desarrollo data de 2008 –Ley 9264- y se creó con el espíritu de promover la inclusión bancaria a la población más desfavorecida del país.
El II Informe de la Comisión Evaluadora sobre la BD 2016 indica que “Solo mediante la movilización de los recursos propios y de una sólida política de alianzas con otros operadores será posible lograr la incidencia necesaria para alcanzar metas nacionalmente relevantes en materia de servicio financiero y no financiero a las poblaciones objetivo y desarrollar una política pública significativa con resultados incluyentes de importancia e impacto”. Jessica y Johnny son ejemplo de que esa recomendación se está logrando.
Ofrece también asesoría técnica, garantía para respaldar su crédito y acompañamiento por medio del Instituto Nacional de Aprendizaje, INA. Si usted no cuenta con respaldo suficiente para el crédito…relájese. La BD está en capacidad de apoyarle con una parte de la garantía, se trata de “oportunidades reales para proyectos viables”, dice su lema.
El 1 de junio anterior, la Ministra de Economía, Industria y Comercio, Geannina Dinarte, destacó algunos de los principales logros hasta hoy de la BD, entre ellas la realización de más de 31 mil operaciones de inclusión financiera, 25% a mujeres productoras y 30% a regiones con índice bajo y muy bajo de desarrollo social. De esta forma, se está llegando a poblaciones que antes no eran “bancables, y ese es el espíritu con el que nació la Ley”, explica Dinarte.
Además, la Ministra estima en 600 el número de clientes nuevos por mes, lo que “es una señal positiva” de que se está llegando a la población objetivo de la BD. Como ejemplo, al día de hoy hay 162 mil millones de colones colocados en zonas rurales, lo que “dinamiza y genera empleo en esas regiones”, asegura la Ministra.
Adicionalmente, se tiene que el 73% de los fondos se destina al apoyo de micro empresarios. Un 25% en lo que clasifica como pequeña empresa. El crédito promedio del Sistema es de ¢7 millones por beneficiario.
La BD viene a crear una cultura fresca en cuanto al sistema financiero y a su acceso por parte de las personas más vulnerables. Jessica dice que el respaldo a su negocio ganadero no solo es un crédito, “significa mi futuro”.
Por su parte, Johnny, con machete en mano en medio del sembradío de ñampí, agradece calificando al sistema de la BD como “mi mano amiga, esa que me dice aquí estoy para que trabaje”.
Carmen Juncos y Ricardo Sossa
Editores jefes y Directores de proyectos
Foto: Shutterstock para fines ilustrativos