Dos aspectos que inciden directamente en el déficit fiscal que sufre hoy el país, no se han atendido mediante una cirugía a fondo: evasión fiscal y salarios públicos descontrolados que no podemos pagar

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La cirugía a fondo, de la que no se habla

Al sonido de una alarma que se escucha desde hace tiempo en el país, se suma ahora el proveniente de la Contralora G. de la República: el funcionamiento del Estado no es sostenible en el corto plazo.
Lo hemos dicho en este espacio en repetidas ocasiones y de diferentes modos. El modelo de administración construido por gobiernos anteriores perdió sentido, pues entraba toda la operación del país y produjo un aparato estatal muy grande pero ineficiente. Se basó en el clientelismo político.
Ninguno de esos gobiernos cumplió con realizar una reestructuración del Estado que solo prometieron sin convertir en realidad.
¿Se decidirá esta administración a iniciar al menos el proceso de saneamiento que el Estado requiere?
Hay problemas serios derivados de mala administración, que no tienen posibilidad de solución a corto plazo porque, por ejemplo, el gobierno anterior dejó contratos firmados por cinco años que ahora sería carísimo rescindir, aunque son inconvenientes para el país.
Los errores siempre cuestan caro y pareciera que se cometieron con la ligereza de saber que le tocaría a un próximo gobierno lidiar con ellos.
Tampoco es posible olvidar que se permitió en las últimas décadas instaurar una cultura del contrabando, que es una competencia sumamente desleal para quienes operan dentro de la ley y una falta de ingresos que deberían llegar a Hacienda.
Los estudios y diagnósticos hechos, la rebaja al Presupuesto Nacional propuesta por el gobierno, las proposiciones al respecto de las fracciones parlamentarias, las innumerables opiniones sobre el tema de sectores y personas a través de los medios de comunicación, no han pasado, hasta el momento, de ese estadio.
Sin embargo, dos aspectos que inciden directamente en el déficit fiscal que sufre hoy el país no se han atendido mediante una cirugía a fondo.
¿Cuáles son esos temas?
1 - Una evasión fiscal aproximada de ¢1.500 billones (aunque no se haya calculado el dato con total precisión), lo que equivale a cerca del 4% de la producción nacional.
2 – La bola de nieve de los salarios públicos que crece incontrolada mediante aumentos automáticos, anualidades y demás privilegios que cobran esos funcionarios.
Cualquier otra cosa que se hiciera para bajar el presupuesto 2015, sería un parche puesto al problema, el cual estallaría en corto plazo lanzando a Costa Rica al despeñadero.