Laboratorios son mayor obstáculo a nuevo anticonceptivo masculino
Bloomberg | Jueves 30 marzo, 2017
Los médicos están a punto de lanzar el primer nuevo anticonceptivo masculino en más de un siglo. Pero el gran logro no está surgiendo de uno de los grandes laboratorios farmacéuticos, sino de una empresa universitaria emergente en el corazón de la India rural.
Años de ensayos en seres humanos del producto inyectable que ataca al esperma están llegando a su fin, y los científicos se aprestan a someterlo a la aprobación del organismo regulador. Los resultados muestran hasta ahora que es seguro, eficaz y fácil de usar.
Pero no gana mucho terreno entre los laboratorios farmacéuticos. Eso frustra a su inventor, quien dice que su técnica podría desempeñar un papel crucial en las poblaciones con aversión al condón.
La técnica de Sujoy Guha, el ingeniero biomédico de 76 años que inventó el producto, para disminuir la fertilidad masculina se basa en un gel de polímero que se inyecta en los conductos que transportan espermatozoides en el escroto. El gel, que tiene la consistencia del chocolate fundido, lleva una carga positiva que actúa como tampón sobre los espermatozoides cargados negativamente, dañando sus cabezas y colas, y volviéndolos infértiles.
El tratamiento, conocido como inhibición reversible del esperma bajo supervisión, o RISUG por su sigla en inglés, se revierte con una segunda inyección que descompone el gel, permitiendo que los espermatozoides alcancen el pene normalmente.
El procedimiento es eficaz en un 98% para evitar el embarazo, aproximadamente igual que los condones si se usan siempre, y no tiene efectos secundarios importantes, según R.S. Sharma, jefe de biología reproductiva y salud materna en el Consejo Indio de Investigación Médica.
También podría aliviar la carga sobre los 225 millones de mujeres en los países en desarrollo, que según la Organización Mundial de la Salud tienen una necesidad no satisfecha de anticoncepción.
Para Guha el desafío ahora es encontrar una compañía que quiera venderlo, pese a que la anticoncepción masculina es un área en la que los grandes laboratorios han demostrado hasta el momento escaso interés.
"Incide considerablemente el hecho de que las grandes compañías están dirigidas por hombres blancos de mediana edad que piensan de esa manera", dijo Herjan Coelingh Bennink, profesor de ginecología que ayudó a desarrollar los anticonceptivos Implanon y Cerazette. "Si esas empresas estuvieran dirigidas por mujeres, sería totalmente distinto".