Las cámaras no se rinden
| Miércoles 16 enero, 2013
Las cámaras no se rinden
Aunque hoy los celulares sacan fotos, las cámaras siguen siendo el mejor equipo para conservar los recuerdos
En el bolsillo, en la cartera, sobre el escritorio. En todas partes. Donde haya un teléfono celular, hoy en día también hay una cámara que saca fotos. Cualquiera podría pensar entonces que las cámaras van en camino a su extinción. Nada más errado: todavía tienen mucho futuro por delante.
Frente al mejor de los paisajes, o en aquellos momentos memorables de la vida, quienes están por sacar una foto saben que lo mejor es contar con una cámara tradicional, que sacan ventaja por la calidad del zoom y de la lente, y la posibilidad de hacer ajustes manuales, entre otras virtudes. Ahora, ¿cómo elegirlas?
Lo primero es no dejarse llevar por los cantos de sirena de los megapíxeles (o la resolución). Esta sigla indica la cantidad de información que tendrá cada fotografía, lo que determina el tamaño de la copia que se puede obtener sin que la imagen se degrade. Hoy en día, todas las cámaras que se venden en el mercado tienen resolución de sobra para imprimir hasta una gigantografía.
En lo que sí hay que fijarse es en el zoom óptico que es, en rigor, el aumento verdadero de las imágenes que ofrece la cámara. Los fabricantes suelen destacar los valores del zoom digital (que son muy superiores), pero no se trata de otra cosa que el efecto de un software que agranda la imagen, como si fuera el Photoshop o programas similares.
La lente es fundamental para la calidad final de la imagen. Porque no es sólo cuestión de sacar fotos de gran tamaño y a corta distancia. Pero resulta muy difícil saber cuál es la mejor lente. Una buena idea es ver, dentro del comercio, las fotos que saca el equipo. Otra posibilidad es prestar atención a la marca de la lente, y pedir referencias a quienes más conocen.
Es sabido que las cámaras de fotos también capturan vídeos. Para que luego puedan ser reproducidos y editados sin problemas, hay que prestar atención al formato en que se graban. Lo ideal es que sean archivos AVI, MOV o MP4, y que la resolución sea Full HD, es decir, de 1.920 por 1.080 píxeles.
Otro aspecto a considerar es dónde guardan los archivos. Hay distintas opciones, pero la más conveniente es que sea en discos rígidos internos. Eso sí, conviene fijarse que el dispositivo también tenga una ranura para insertar tarjetas de memoria. En cuanto al tipo de batería, nada mejor que las recargables y extraíbles.
Desde el punto de vista del uso, conviene tener en cuenta el tamaño de la máquina. Normalmente, las mejores cámaras (con los mejores lentes y sensores) son los modelos más grandes. Sin embargo, a mucha gente le resulta incómodo cargarlas y se les hace difícil manipularlas.
Para los más sofisticados, hay equipos con diversas prestaciones, desde las sumergibles hasta las que se conectan a Internet vía Wi-Fi.
Lo cierto es que las cámaras digitales están más fuertes que nunca. Siguen siendo, por lejos, la mejor máquina para atesorar recuerdos. Solo es cuestión de elegir la que mejor se adapte a nuestros gustos, bolsillos y necesidades.
Por Ricardo Braginski
rbraginski@larepublica.net