Viva la adrenalina del Turismo Sostenible
Rodrigo Díaz | Miércoles 27 septiembre, 2017
Disfrutar los encantos naturales del país no tiene que limitarse a una caminata o la mera observación de especies.
También puede ser una oportunidad para recorrer los senderos en una bicicleta montañera, apreciar las aguas cristalinas de un río subido en un kayak, u observar las copas de los árboles y toda la fauna que los rodea amarrado a un cable y viajando a toda velocidad.
Todas estas son formas de disfrutar de un turismo amigable con la naturaleza, y que a la vez permite alcanzar un alto grado de adrenalina.
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“El turismo de aventura y el ecoturismo son simbióticos, se realizan juntos y no pueden desligarse, ya que si vemos diferentes actividades como bicicleta de montaña, rafting, caminatas, canopy, por mencionar algunas, todas dependen de un medio natural para realizarse”, comentó Massi Devoto Chen, presidente, Asociación Costarricense de Profesionales en Turismo (ACOPROT).
En Costa Rica sobran sitios donde se pueden practicar deportes de aventura combinados con vistas a la naturaleza. Turrialba, uno de los destinos de aventura más tradicionales, la Zona de los Santos y el Cerro de la Muerte son algunas recomendaciones de ACOPROT. Monteverde, Sarapiquí y el Pacífico Sur también están entre los lugares preferidos.
Uno de los sitios más visitados en la zona norte es La Fortuna, donde se ofrecen diferentes actividades de aventura, además de la contemplación del Volcán Arenal y el disfrute de aguas termales.
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“Costa Rica tiene un sinfín de atractivos naturales en un territorio relativamente pequeño, lo que permite al turista desplazarse a los diferentes sitios en un tiempo muy corto”, comentó Stephanie Villegas, directora de Mercadeo del hotel Montaña de Fuego.
El turismo ofrece la oportunidad también de mejorar las condiciones de vida de quienes residen cerca de tesoros naturales. Por ejemplo, el proyecto Caminos de Osa es una oportunidad para promover el desarrollo integral de las comunidades de la zona sin afectar los ecosistemas marinos y terrestres que la rodean.
“El modelo de turismo que Costa Rica ha venido desarrollando a lo largo de los años hace que seamos un ejemplo en este tema a nivel global. Somos un país pequeño, pero con gran biodiversidad y con un modelo (todavía) a baja escala (el 92% de los hoteles en Costa Rica posee 40 o menos habitaciones), esto permite mayor distribución del dólar turístico y mayores encadenamientos productivos, generando desarrollo económico y social en las distintas comunidades, a través de la generación de divisas ($3,6 millones en 2016), empleo (27%). Además, es un turismo que busca el respeto y protección de los recursos naturales y culturales, afirmó Jackeline López, presidenta de la Cámara Nacional de Ecoturismo y Turismo Sostenible.
Un ejemplo de los esfuerzos en esta materia es que varias empresas turísticas ya cuentan con la Certificación para la Sostenibilidad Turística (CST), programa que se convierte en un referente para el turista a la hora de elegir dónde hospedarse, alquilar su vehículo o con cuál agencia realizar un tour con el fin de lograr la mayor experiencia turística con una menor afectación del ambiente.