Los espejismos de Don Rodrigo Chaves
Jonathan Prendas jonathan.prendas@gmail.com | Lunes 17 febrero, 2020
El ministro de Hacienda presentó en la Asamblea Legislativa una propuesta para destinar algunos superávits de instituciones autónomas, y los recursos de la posible venta de Fanal y Bicsa, para realizar pagos extraordinarios de deuda.
Con estas medidas, el gobierno PAC lo que busca es ganar tiempo para tratar de conseguir su meta real: que los diputados le aprobemos los eurobonos. Olvida que sin claridad en el manejo de las finanzas públicas, será imposible convencer a una Asamblea que está cansada de hacerle el trabajo al Ejecutivo. Parece no recordar que con los eurobonos se debería reemplazar una deuda por otra -cosa que no hicieron con los ya aprobados- y que mientras no se controle el déficit habrá que emitir más deuda para financiar el gasto corriente.
Estas propuestas del ministro son puro maquillaje que ponen de manifiesto la incapacidad de la administración Alvarado y del PAC para enfrentar con seriedad el déficit del país, que llegó a su triste máximo histórico de 6,96% del Producto Interno Bruto (PIB) y constituye una deuda por $37.000 millones, la más alta desde el gobierno de Rodrigo Carazo.
El discurso del partido de gobierno y su ministro deja pendientes reformas estructurales necesarias, no menciona para nada estrategias para luchar contra el creciente desempleo que aflige hoy a 360 mil costarricenses, el aumento del endeudamiento, la informalidad y la falta de competitividad de nuestra nación.
Deja de lado medidas relacionadas con la productividad, omite una verdadera reforma del Estado y cambios reales en materia presupuestaria y en uno de los grandes desaciertos de este gobierno, como lo es el control del gasto. Por eso he señalado reiteradamente que el supuesto plan de reactivación carece de lógica, sentido y sensatez.
Peor aún, los anuncios de Rodrigo Chaves le meten miedo a los mercados, ahuyentan a los inversionistas y, por la forma en que adelantó la noticia de la venta de Bicsa y Fanal, les resta valor y poder de negociación.
Costa Rica necesita recuperar la confianza, pero para lograrlo el gobierno debe dar señales claras y transparentes, además tiene que presentar cambios reales. Ya es hora de que se deje de esas contradicciones que crean recelo y suspicacia, como las diferencias en las proyecciones entre Hacienda y el Banco Central.
También ya es tiempo de que se proyecte una imagen de seriedad y profesionalismo. Decir un día que puede disponer de 226 millones de colones para abonar a la deuda y que luego el ICT y Fonatel salgan a hacer aclaraciones y variar los datos, muestra que el plan no fue realizado con las consultas respectivas y la meticulosidad del caso.
Las ideas del gobierno tampoco pueden ir en contra de los derechos constitucionales de la población. Proponer que se levante el secreto bancario discrecionalmente es una manera de pasarle por encima al debido proceso, entiéndase a la solicitud de un juez; es temerario comprometer datos que son muy sensibles y violar el derecho a la privacidad.
Si de verdad el gobierno quiere sacar al país de la crisis, debe dejarse de espejismos y ponerse a trabajar con seriedad. Basta de parches. El país necesita caminar hacia el desarrollo.
Jonathan Prendas
Diputado
Nueva República