“Me encantaría decir: lléveme a la cárcel”
Carolina Acuña cacuna@larepublica.net | Lunes 30 septiembre, 2013
Entrevista realizada por Carolina Acuña y Rosemary Engels
“Me encantaría decir: lléveme a la cárcel”
Édgar Ayales lucha por un presupuesto balanceado para el país
Una vez al mes, en esta sección que llamamos Coffee Break, conversaremos con una personalidad del área económica en el país. En esta primera ocasión tenía que ser con Édgar Ayales. En el restaurante Il Grillo, en San Pedro, nos tomamos un café y conversamos un par de horas con este experto en finanzas que pasó gran parte de su vida fuera del país, trabajando en temas de eficiencia, y a su regreso trata de educarnos sobre la importancia de un presupuesto balanceado.
• Un presupuesto balanceado, ¿cómo hará para que la gente se preocupe y entienda eso?
Lo más difícil es preocuparlos sin asustarlos. Lo que hay que entender es que cada año tenemos que endeudarnos más y añadimos un 5% del valor del Producto Interno Bruto a la deuda total. Hoy no estamos cerca de un precipicio fiscal, pero si no hacemos cambios, en diez años estaremos exactamente enfrentando problemas como los de Grecia y España.
• ¿Cómo llegamos a esto?
Son varias cosas, primero tenemos una obligación legal de dar a muchas instituciones, dinero que no tenemos. Por cada colón de ingresos tenemos el mandato legal de dar ¢1,75. Es decir endeudarnos. Además no hay margen para reducir gastos ya que la mayoría de ellos son salarios.
• Y para evitar el problema de salarios, ¿cómo reduciría el tamaño del Gobierno?
Yo no digo que los 150 mil empleados del Gobierno sean muchos o pocos, sino que son caros. Una manera es aplicar políticas de control de salarios que reduzcan beneficios. Actualmente los empelados públicos ganan entre un 25% y un 50% más que los empleados privados, desde los niveles más preparados hasta los menos preparados.
• ¿Cuál es el mayor gasto de Gobierno y cómo piensa enfrentarlo?
Definitivamente es la educación, un 70% del presupuesto de la República va a ese rubro. Pero hay que revisarlo. Si comparamos los resultados de la prueba internacional PISA en la región Costa Rica está en niveles cercanos a los de Colombia, Uruguay y Ecuador y ellos gastan la mitad de lo que nosotros. Por ello introducimos en este presupuesto de este año indicadores de desempeño para saber qué vamos a obtener los costarricenses de la inversión realizada allí. Esos indicadores se van a implementar también en los rubros de salud y seguridad.
• Además de recorte en gastos e indicadores de eficiencia, ¿qué más hay en ese presupuesto que lo hace balanceado?
Incluimos la posibilidad de revisar la ejecución de proyectos a la mitad del año y redireccionar el dinero que no se ha gastado en algunas entidades hacia otras que sean eficientes y tengan proyectos que sean necesarios. Por ejemplo, si una institución a junio solo ha ejecutado el 20% del presupuesto yo podría llegar y decirle: voy a tomar el 50% de lo que usted no ha ejecutado y reasignarlo a otro sector.
• Pero usted no va a estar como Ministro a mediados de 2014 para revisar que eso se cumpla.
Cierto, vamos a necesitar un Ministro de Hacienda que esté dispuesto a mantener este mecanismo que impulsa eficiencia en el gasto.
• La directora del PANI recientemente lo demandó por no presupuestar los ¢54 mil millones que la ley dice que le tocan, aun si el presupuesto es mayor al otorgado en 2013 (del cual no se ejecutó el 20%), ¿le dará usted el dinero?
No existe manera en este mundo de que el PANI ejecute un presupuesto del tamaño que está pidiendo. Esa entidad tiene una pobre ejecución. Además si les diéramos el dinero, que no tenemos, tendríamos que emitir bonos, lo cual impactaría al alza las tasas de interés.
• Si usted les dice a las entidades como el PANI, el Ministerio de Educación y otra que no les dará el dinero que les corresponde (por mandato legal o constitucional), ¿estaría usted dispuesto a ir al a cárcel?
Para mí como ministro de Hacienda constituye un crimen no presupuestar lo que se ordena. Y este es el riesgo que corre uno cuando la Asamblea aprueba gastos que van más allá de la capacidad de pago. Pero me encantaría decir: “lléveme a la cárcel”, y así decirle a la Corte no les voy a dar el dinero, porque no lo tenemos.
• Finalmente, hablar de la reforma fiscal no es el objetivo de esta entrevista pero sí es el gran tema de esta semana. ¿Cuál es su estrategia para pasar una reforma?
Pienso que se puede enviar un texto en febrero o marzo con grandes posibilidades de ser aprobado. Los diputados no pueden ser reelectos por lo que no están preocupados por su imagen y sí tienen un compromiso con el país y podrían finalizar su mandato dejando un legado positivo. Además tenemos un contraargumento ante la afirmación de que en Hacienda solo hablamos de subir impuestos y no de recortar gastos. Este presupuesto reduce 1,3 puntos porcentuales el total de egresos como proporción del PIB.
Carolina Acuña
cacuna@larepublica.net