Proyecto avanzaría hasta punto de no retorno para nuevas administraciones
Meta del gobierno es dejar concesionada primera línea del tren
Presas no se solucionan con más carreteras, según Claudia Dobles, encargada del Área de Movilidad Urbana
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Martes 25 septiembre, 2018
Dejar concesionada la primera línea del tren, es el objetivo que se ha planteado el gobierno de Carlos Alvarado.
La idea es que al terminar el mandato en 2022, el proyecto de tren eléctrico interurbano haya avanzado lo suficiente para que la nueva administración no pueda echar para atrás.
Todavía no se tiene claro cuál de todas las rutas se concesionaría, ni tampoco si será elevado, a ras de suelo o una combinación de las dos, ya que esos detalles dependerán de estudios que todavía no se han realizado.
Para el gobierno es fundamental que este proyecto de movilidad urbana trascienda esta administración, ya que desde que se reactivó el tren durante el gobierno de Abel Pacheco (2002-2006), se vienen haciendo planes al respecto.
En el caso de la última administración, hubo tres presidentes ejecutivos del Incofer y cada uno de ellos, promovió una propuesta diferente.
En ese sentido, la presión que hacen los usuarios del tren actual, de contar con un servicio ágil y eficiente, podría ser el impulso que finalmente necesita este proyecto para desarrollarse, de acuerdo con Claudia Dobles, quien coordina el Área de Movilidad Urbana del gobierno.
“El proceso previo para que un proyecto de infraestructura arranque es casualmente donde hemos sido más débiles, ya que ahí es donde se generan los problemas constructivos y de sobrecostos y por eso estamos desarrollando este plan con gran responsabilidad en esa etapa”, agregó la primera dama.
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El proyecto está planteado para que conecte desde Paraíso de Cartago hasta Alajuela y eventualmente, con el nuevo aeropuerto de Orotina que se estaría construyendo.
La apuesta por un tren rápido de pasajeros que costaría entre $800 millones y $1.500 millones —dependiendo del diseño—, se debería al hecho de que construir más carreteras no mitigaría el impacto de las presas.
Asimismo, necesariamente tiene que ser por medio de una alianza público-privada, debido a las dificultades de estrechez fiscal del gobierno.
“Está más que probado que más carreteras no ayudan a solucionar el problema de movilidad urbana. La mejor alternativa es incentivar el transporte público”, asevera Dobles.
El objetivo es que el servicio público sea tan eficiente que los ciudadanos “se enamoren” del tren y otras opciones de transporte público, a tal punto que prefieran dejar sus vehículos en las casas.
De esta forma, no solo se reducirían las presas, sino que también habría menos contaminación.
“Trabajamos en una gran agenda urbana, que engloba el sistema de movilidad combinando el uso del tren, modernizando el sistema de autobuses y otras acciones de movilidad sostenible, como ciclovías y bulevares peatonales”, explicó Carlos Alvarado, presidente de la República.
Para resolver el problema de los embotellamientos, el gobierno también se ha puesto como meta lograr la sectorización de los buses y el pago electrónico para todos los sistemas.
Mientras se concretan esos grandes planes, el gobierno trata de mitigar los embotellamientos a través de obras menores de construcción y una mayor regularización del tránsito.
Gran demanda
Las cuatro líneas de tren que ya opera el Incofer, movilizan 3,8 millones de pasajeros al año. Se espera que al poner en funcionamiento un nuevo tren eléctrico más personas usen este sistema de transporte público (cifras de pasajeros en miles y ganancias en millones de colones).
Ruta | Pasajeros | Ganancias |
Belén-San José | 340 | 109 |
Cartago-San José | 904 | 491 |
Heredia-San José | 1.713* | 732 |
Pavas-Curridabat | 914 | 1.650 |
Fuente: Incofer, informe de gestión 2016
*En millones