Mipymes: honor a quien lo merece
Mipymes: honor a quien lo merece
Me han contado que el sentimiento de satisfacción personal que siente quien es dueño de su empresa es comparable con tener un hijo. Es un proyecto con el que uno se encariña desde que nace, y se siente orgullo al hacerlo crecer, pero también con el que se pierden los estribos y la paciencia mientras uno madura como empresario. Por ello el cariño y esfuerzo que los dueños de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) imprimen a su trabajo es digno de premiar.
Los motivantes para realizar un emprendimiento son variados. La idea puede nacer desde una situación de tragedia y necesidad, pero también de la preparación y creatividad de sus gestores, lo que sí tienen en común los dueños de las mipymes es que su trabajo es el motor de la economía interna, genera no solo bienestar económico a sus dueños, sino que permea a su comunidad, como fuentes de trabajo y modelos a seguir.
Hoy, con los recientes recortes de personal que grandes empresas transnacionales realizaron es imperativo realzar aún más la labor de las mipymes, que se convierten en una opción para quienes fueron antes subalternos, de usar toda su energía y conocimiento para realizar un emprendimiento local.
Por ello es importante que existan iniciativas públicas y privadas que premien los esfuerzos de estas minicompañías y muestren al público los casos de éxito, para que quienes dudan, sepan que sí se puede.
Este año tuve el honor de ser parte del jurado del Premio Citi a los Microempresarios, y este miércoles se galardonarán cinco empresas que son el reflejo vivo de lucha, innovación, protección ambiental, creatividad, e impacto positivo en la comunidad; que nos muestran a todos, que sí podemos.
Me enorgullece saber que en Costa Rica existen muchas mipymes, que los ticos aún tienen fe en su capacidad y son “pulseadores”.
Son un ejemplo digno de seguir. Ante esas cinco mipymes y todas las demás que día a día hacen patria con su trabajo, toda mi admiración y los mejores deseos.
Carolina Acuña