Modelo sanitario para reactivar la economía
Jonathan Prendas jonathan.prendas@gmail.com | Lunes 29 junio, 2020
La crisis que provoca el Covid-19 no solo es sanitaria, sino también social y económica. Por esa razón, los gobiernos del mundo entero se enfrentan al reto de garantizar la salud de sus ciudadanos y, a la vez, tomar las medidas pertinentes para auxiliar a todos los que se quedaron sin ingresos, evitar la quiebra de las pymes, favorecer la producción y reanimar a sus mercados.
La Real Academia Española define la economía como “la ciencia que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos”. En ese sentido, en la historia de nuestro país, pocas veces han sido tan escasos los bienes y como pocas veces antes es necesario diseñar mecanismos innovadores para impactar positivamente en el bienestar de toda la población, en particular de los más vulnerables.
En Nueva República reconocemos los esfuerzos que la Caja Costarricense del Seguro Social y el Ministerio de Salud han realizado para contener la propagación del virus, pero también le solicitamos con vehemencia al Ejecutivo que ponga urgente e inmediata atención en el objetivo de enrumbar al país hacia una verdadera reactivación económica.
Es necesario impulsar un nuevo modelo sanitario cuyos protocolos técnicos prevengan y mitiguen con éxito la trasmisión del virus y, al mismo tiempo, permitan el desarrollo de políticas socioeconómicas que estimulen y estabilicen a todos los sectores de la sociedad que han sido severamente golpeados por la crisis.
Gobernar con rectitud y empatía social no se limita a un bono, sino a la implementación de medidas macroeconómicas que le devuelvan la confianza a los costarricenses, asegurándole al sector privado las herramientas y las condiciones para generar empleo y bienestar. Hoy más que nunca, el Ejecutivo requiere tener una visión de las consecuencias que implica la parálisis de la economía sobre el país y su gente.
Costa Rica debe lograr un balance entre la meta fundamental de salvar vidas y salvar los empleos y a las empresas. Las restricciones a la movilidad y el cierre parcial de la economía han tenido el claro objetivo de evitar que los servicios de salud colapsen, y esta es una prueba de que los criterios sanitarios no están divorciados de los económicos.
En Nueva República somos conscientes que tomar decisiones sanitarias a tiempo ha sido vital para evitar la masiva propagación del virus y, consecuentemente, el aumento de las muertes; han contribuido también a retardar los contagios para que los enfermos puedan recibir la mejor atención médica posible.
Pero hoy también se hace necesario atender a los trabajadores, empresarios y emprendedores que necesitan producir. La detención parcial o total de algunos sectores económicos significó un duro golpe a la deteriorada salud financiera de los costarricenses y es urgente aplicar una cura, paliativos de corto, mediano y largo plazo; el hambre puede convertirse también en una pandemia.
Mejorar el modelo sanitario debe ser un ciclo constante de trabajo que involucre a Salud, economistas, científicos y planificadores. Ya es hora de usar todo el talento costarricense para sacar al país del estancamiento. Nueva República cree en este proceso, porque Costa Rica tiene que despertar cuanto antes.
Jonathan Prendas
Diputado
Nueva República