Montañistas ticos encontraron catarata de agua caliente de 130 metros de altura
Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Martes 30 octubre, 2018
Un grupo de montañistas y científicos ticos se adentraron en la selva al norte del volcán Irazú y encontraron en la expedición una catarata natural de agua caliente, con una caída de aproximadamente 130 metros, por lo que estaría entre las más altas del país, si no la de mayor altura.
En las inmediaciones del coloso está el afluente del Río Caliente, un arroyo de aguas termales ubicado unos kilómetros al norte del cráter del volcán que desemboca en el Río Sucio.
Catarata Gran Termal, Rio Caliente mide 130 metros de altura. Javier Elizondo La República
Si bien estas aguas son concurridas por turistas locales y personas de la zona, la cara norte permaneció como el lado oscuro de la Luna, ya que no se habían dado muestras de personas que llegaran hasta la base de este par de cataratas de agua caliente; una de 40 y otra de 130 metros de altura.
Estas surgen de agua infiltrada del volcán que nace por altas pendientes y luego se acumulan varias nacientes.
Sin embargo, el montañista Javier Elizondo y un grupo de expedición entre los que destacan Roberto Rojas, Maria Daisy Ureña y Felipe Fischel, encontraron en la hoja cartográfica lo que parecía una catarata en medio de la jungla y decidieron aventurarse en una expedición solo apta para expertos en rápel, comentó Elizondo.
Con permisos para ingresar por una finca privada en el viejo camino hacia las lecherías en San Gerardo de Cartago, se adentraron y realizaron una caminata de moderada dificultad, sin embargo para llegar hasta la base de la primera catarata, debieron realizar un rápel de más de 100 metros con equipo profesional.
Además, para proteger este frágil ecosistema, el acceso es restringido.
"El agua en esta zona cambia de color fácilmente, cuando uno camina sobre el lecho del río, este tiene una capa amarilla pero luego cambia de azul a verde", aseguró el montañista de The Waterfall Trail.
Afluente Río Caliente
También los acompañó al recorrido el geólogo Alejandro Argüello para estudiar la región y las formaciones en la zona, quien aseguró no conocer registros de cataratas tan grandes como esta.
"Cada agua termal, con su temperatura, química, pH y otros análisis, pueden evidenciar cómo es la relación entre las aguas y el volcán”, dijo Argüello.
“Debido al llanamiento en la región, es posible que estas aguas tengan un contacto directo con lo interno del volcán”, agregó.
Vista aérea Catarata Gran Termal.
Estos estudios permitirán encontrar la correlación y entender el comportamiento del agua y la tierra, por ejemplo la ubicación de las fallas o fisuras subterráneas.
El geólogo también explicó la razón del cambio de color en el agua.
“Cuando el agua es calentada, los minerales se diluyen y se cargan de componentes y al llegar al contacto con la presión atmosférica y enfriamiento, precipita ciertos minerales que se depositan en la superficie, estos dan como resultado los colores interesantes y formaciones, ricas en carbonatos y que parecen formaciones similares a la disolución de carbonatos que sucede al formarse las cavernas”, alegó el geólogo que si bien realizó análisis, aún no cuenta con un estudio formal.
El fin de esta travesía era también unir a la comunidad científica, aportar al conocimiento de las zonas naturales del país y darle fortaleza al proyecto que pretende salvar las cataratas en el país, además de fortalecer el turismo ecoamigable.
Si bien el país carece de documentación que verifique si esta es la catarata de agua caliente más grande del país, definitivamente se encuentra entre las primeras del listado.