Nada nuevo bajo el sol
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Lunes 22 julio, 2013
Nada nuevo bajo el sol
A casa otra vez, porque siempre que sucede igual, pasa lo mismo, Honduras 1 Costa Rica 0
Costa Rica se quedó una vez más en el camino hacia la final de la Copa Oro, en un partido pintado de Pinto, con mucho cálculo, con poco riesgo y con un final a la desesperada como sucede siempre, cuando ya es tarde.
Las historias en el fútbol se cuentan con goles, y Honduras hizo uno, y Costa Rica marcó unos cinco o seis “casis casis”, pero ni un millón de estos últimos vale por un gol, y la nacional salió por quinta vez y con el mismo verdugo, por la puerta de atrás de la Copa Oro.
Hay partidos que lo marcan jugadores y este de ayer ante Honduras lo pudo haber resuelto, o al menos imprimirle otro guion, el futbolista Álvaro Saborío, quien las tuvo y las dejó ir, sobre todo en el arranque del juego cuando el gol llegó a sus piernas y en una acción que se hubiese cotizado en las apuestas 9 a 1 como anotación, por el grado de dificultad de botarla, el “Sabo” rompió con las estadísticas y la desperdició.
De ahí en adelante se abrió el telón para un partido de mucho cálculo por los dos técnicos, Pinto, de nuestro lado, Luis Fernando Suárez, del otro. Jorge Claros tomó la batuta catracha. Andy Najar empezó a darle trabajo doble a Juan Diego Madrigal, pero sin acciones de verdadero peligro en los marcos, tampoco Costa Rica se mostró mucho en ofensiva, uno de los déficits ticos en esta Copa Oro.
La etapa complementaria iba por el mismo camino. Temor ofensivo y apostar a una acción aislada o de bola muerta era a lo que estaban jugando ambos equipos, pero el gol le llegó a los catrachos y con este, sellaron el partido.
Fue después de una mala salida de Patrick Pemberton; el balón fue a su izquierda y por allá llegó Alex López que centró; el equipo se había recostado hacia ese sector y Najar apareció ganándole la espalda a Madrigal y venciendo a Pemberton.
Entonces vino lo de siempre, lo de siempre que se le cae el libreto a Pinto.
Barrantes pone a Saborío en dos ocasiones de cara al gol, pero el artillero tenía la pólvora mojada y luego Michael es quien remata pero Donis Escober tapa.
Honduras cerró filas y apostó al contragolpe; Costa Rica fue osada, pero no le alcanzó; los cambios de Pinto, fueron los que nos gustaría verle hacer cuando el partido está empatado, no cuando ya se va perdiendo, y al final Honduras firmó una vez más su paternidad sobre los ticos, que hoy alistan maletas para regresar al país. Nada nuevo bajo el sol.
Nota: Apreciaciones posibles por las transmisiones de los canales 6 y 7.
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net