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No más plata para burócratas

Luis Fernando Cascante lcascante@larepublica.net | Miércoles 26 febrero, 2014


Para Olman Segura, ministro de Trabajo, ceder ante las pretensiones de los sindicalistas implicaría un gasto que los costarricenses no pueden darse el lujo de pagar. Archivo/La República


Situación fiscal imposibilita satisfacer sindicatos

No más plata para burócratas

Se prevé nueva marcha para marzo

Pese a mostrar anuencia a negociar con los sindicatos, el Gobierno, representado por Olman Segura, ministro de Trabajo, considera imposible cumplir con la petición de estos grupos.

El costo de pagar el aumento deseado por el sector público podría llegar a ¢200 mil millones.
Por la situación de las finanzas públicas y un déficit que podría cerrar el año en 6% del PIB, el Gobierno no cedería ante las pretensiones de los sindicatos.
“Si se cede a aumentos superiores estaríamos haciendo más grande la brecha entre el sector público y privado, por eso no hemos aceptado”, manifestó Segura.
Actualmente, las condiciones entre ambos sectores suponen un mundo de distancia, en donde un empleado del sector público recibe hasta el doble de remuneración que su similar en la empresa privada.
“Nos solicitaron cuatro cosas, y esto es imposible de pagar para los costarricenses, imposible para el fisco”, comentó.
Sin embargo, se cumplió con algunas exigencias que pidieron en primer término los sindicatos.
Una modificación en la fórmula salarial sería el eje de discusión entre ambas partes, en donde el Gobierno buscaría añadir una evaluación en el desempeño de los funcionarios, para que los incentivos no sean iguales para todos.
Varios actores políticos, como es el caso de Johnny Araya y Otto Guevara, se han mostrado a favor de la creación de una nueva ley de empleo público, que establezca un reglamento totalmente nuevo para la contratación de personal en el Estado, esto por el descontrolado gasto público que ha llevado al país a tener uno de los déficits más altos de la región.
Respecto a la marcha, pasadas las 9.30 a.m., los grupos de manifestantes comenzaron a llenar las calles de San José, pero la consigna fue más allá del ajuste salarial del 0,43% y al final terminó en una crítica general a la gestión de la presidenta Chinchilla.
Los sindicatos mantendrán la presión para que se derogue el decreto con la fijación salarial. Sin embargo, si no logran un avance, pedirán al próximo gobierno que se varíe la metodología y la fórmula de cálculo.
Adicionalmente, las organizaciones quieren que se garantice el robustecimiento de la Caja, un mayor porcentaje del PIB para la educación y el fortalecimiento del ICE.
Se estima que 10 mil personas acudieron al llamado a huelga y los centros educativos fueron los servicios más afectados.
“El ajuste salarial produjo indignación en todo el país. La gente está enfadada con el Gobierno, un 0,43% de ajuste es ofensivo, mejor no hubieran dado nada”, dijo Fabio Chaves, dirigente del Frente de Trabajadores Internos del ICE.
El Paseo Colón, La Sabana y la Avenida Segunda permanecieron bloqueados por poco más de cinco horas.
Para el próximo 20 de marzo está fijada la siguiente manifestación en la que se unirán otros sectores sociales.
Antes del cierre de edición, ambas partes se mostraron anuentes a retomar las negociaciones.

Luis Fernando Cascante
lcascante@larepublica.net
Maria Siu
msiu@larepublica.net
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