Normalización de empresas ticas obtuvo reconocimiento mundial

El esfuerzo de Costa Rica por normalizar la calidad y excelencia de sus empresas le valió un reconocimiento a nivel mundial.

A partir de enero y por los próximos tres años, el país tendrá presencia activa en el comité técnico de ISO, máximo regulador internacional en normativas de calidad para productos y servicios. 

Actualmente existen más de 1.400 reglas para garantizar la excelencia empresarial en todos los ámbitos nacionales; dicha labor fue reconocida por este ente internacional, el cual le asignó a Costa Rica un lugar entre las 20 naciones líderes en este tema.

Con la presencia en la mesa directiva de la ISO, los representantes nacionales tomarán las tendencias globales en términos de calidad para negocios y las adaptarán a las necesidades del mercado interno.

Este organismo ha desarrollado casi 22 mil normas técnicas, no solo para empresas sino también para procesos productivos o personas; las más reconocidas con la ISO 14001 y la 9001, las cuales se refieren a responsabilidad ambiental y operativa respectivamente.

El Instituto de Normas Técnicas (Inteco) es el responsable de velar por que los negocios nacionales migren hacia dichas certificaciones, las cuales les abrirían puertas en mercados internacionales.

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“Ingresar en esa junta es importante porque demuestra que el país hace esfuerzos enormes por promover una cultura de calidad, a pesar de que somos una nación pequeña nos hemos movido para estar a la altura de los líderes globales en este asunto”, expresó Mauricio Céspedes, director ejecutivo de Inteco.

Además de las empresas, los consumidores y el Gobierno serán los más beneficiados con este proyecto, pues se mejoraría en aspectos importantes donde el país tiene rezago; por ejemplo, comercio ilícito, licitación para compras públicas y expansión de negocios.

Muchas de las compañías internacionales con las cuales Costa Rica tiene negocios ya están exigiendo ciertas normas para aceptar nuevos proveedores, por lo que contar con ellas es un valor agregado muy fuerte.

“El proceso de normalización es bastante simple, basta con que la empresa esté dispuesta a hacer un análisis de sus procesos y que luego sea auditada por un tercero que certifique la adaptabilidad a las normas de producción”, explicó Céspedes.

Certificarse tiene un costo que ronda entre los ¢5 mil y ¢115 mil; Inteco es el único ente autorizado para brindar la aprobación.

El reto actualmente es fortalecer el Sistema Nacional para la Calidad, ya que es el encargado de velar por fortalecer la cultura de mejora continua; no obstante, el presupuesto de esta entidad es limitado y por ello no se pueden trabajar proyectos de forma integral. 

Motivar a las pymes y franquicias para que busquen los sellos de calidad, será otro reto para el país, ya que si se empieza desde modelos pequeños, poco a poco llegará a las empresas consolidadas.

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“Las empresas contarán con un elemento diferenciador que generará confianza a los clientes y certeza a los inversionistas respecto a su marca y a la integridad de sus productos y servicios”, explicó Karol Fallas, directora del Centro Nacional de Franquicias.

¿Cómo optar por un sello de calidad?

La certificación de calidad se puede aplicar a empresas, productos o profesionales independientes y requiere el siguiente proceso: 

• Evaluación interna para detectar fortalezas y debilidades
   
• Visita de los auditores
   
• Calificación inicial
   
• Plan de acciones correctivas
   
• Calificación final
   
• Entrega del sello