Nuevos liderazgos son fundamentales para resucitar al PLN en 2022
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Miércoles 16 mayo, 2018
Si el Partido Liberación Nacional (PLN) no supera las divisiones internas para 2022, es probable que pierda por tercera ocasión consecutiva una elección presidencial.
Para evitar otra derrota el partido tiene que promover el surgimiento de nuevos liderazgos y no propiciar que ofertas electorales que ya tuvieron su oportunidad, se vuelvan a presentar como candidatos presidenciales.
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Solo así, se podría resucitar el partido para los comicios en 2022.
Así lo considera Fernando Zamora, secretario del PLN, quien preparó un informe sobre las últimas elecciones presidenciales, con el objetivo de conocer el pensamiento de los liberacionistas.
“Lo básico, lo esencial, es garantizar que las próximas ofertas sean personas que respondan a un proceso de unidad partidaria y no que acarreen división; asimismo, es fundamental que el próximo candidato responda a un proceso generacional, que sea alguien que no haya sido ofrecido al electorado como Presidente”, dijo Zamora.
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Aunque el dirigente verdiblanco prefiere no entrar en detalles, lo cierto del caso es que durante años el poder político en la agrupación verdiblanca ha respondido a un puñado de dirigentes, generando rencillas internas que tuvieron un fuerte impacto en la última elección.
Durante los últimos comicios Antonio Álvarez, excandidato presidencial, no quiso que José María Figueres, expresidente de la República, estuviera en la campaña política y hasta sugirió que su presencia más bien afectaba al partido y a su candidatura por la relación que tuvo con el caso ICE-Alcatel.
Mientras tanto, el arismo encabezado por Óscar Arias, participó de forma limitada en la contienda y solo tuvo un rol decidido al inicio para evitar que Figueres fuera aspirante presidencial.
El propio excandidato fue cuestionado a lo interno, por su decisión de salir de Liberación en 2005, señalado de que había una corrupción imperante y que la cúpula del partido se había alejado de los principios socialdemócratas. Casualmente, las acusaciones de ese momento fueron contra el arismo predominante.
Las últimas dos veces en que gobernó Liberación se dieron en 2010 y 2006, cuando Laura Chinchilla y Óscar Arias lograron unir al partido.
“Una tercera derrota de Liberación sería un gran golpe para la democracia costarricense, ya que el PLN ha sido un pilar histórico fundamental para el país, no solo por el desarrollo promovido, sino también por sus posturas ideológicas”, dijo Zamora, quien lamentó que Costa Rica haya tenido que escoger en la segunda ronda entre Restauración y el PAC, a quienes calificó de extremistas.
Los verdiblancos realizan el análisis tras una derrota traumática, no solo porque recibieron la menor cantidad de votos de su historia, sino también porque no lograron ni siquiera disputar la presidencia en una segunda ronda, lo cual nunca antes había sucedido.
“La amplia base electoral que sostuvo al PLN como el partido hegemónico durante el periodo de la post-guerra ya no existe. En ninguna provincia alcanzamos siquiera el 25% de los votos, ni se logra ubicarnos como el partido con mayor votación. También es cierto que en 4 provincias el PLN se ubica en un segundo lugar y solo en la provincia de Heredia se ubica en cuarto. De nuevo, esto requiere de un mayor análisis muy particular por parte de las autoridades correspondientes”, indica el informe.
Las causas
Los verdiblancos identificaron varias causas para explicar la última derrota política.
1. División y rencillas internas
2. La pérdida de representación de sectores
3. Postulación de Juan Diego Castro, cuyo único objetivo era afectar al PLN
4. Impacto del cementazo en credibilidad política
5. Imagen de corrupción de la política y del partido
6. Resolución de la Corte Interamericana sobre matrimonio gay
7. Aparición de múltiples y nuevos actores políticos
Fuente PLN