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Núñez resolvió el acertijo

Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Lunes 10 diciembre, 2012


Mauricio Núñez, el joven lateral izquierdo héroe del Herediano en la semifinal, lleva el balón, acosado por José Luis Cordero.www.imagenesencostarica.com/larepublica


Núñez resolvió el acertijo

Mauricio se encontró el gol de su vida y Saprissa se queda otra vez tendido

Saprissa pagó ayer, y muy caro, la falta de ambición de un técnico que quiso jugar a lo seguro, a no perder, a sacar provecho de la ventaja que le daba el empate y que olvidó que en el reducto morado, otrora, Saprissa era el que imponía sus condiciones.
Herediano triunfó con merecimiento, porque fue el equipo que manejó el juego en la “Cueva del Monstruo”, aunque en honor a la verdad lo hizo con mucha y quizá excesiva cautela y paciencia; una paciencia tal que al minuto 20 del segundo tiempo uno se cuestionaba desde lo alto del Saprissa, ¿a cuál equipo era el que le servía el empate?

Ventaja numérica del Herediano en la marca; Mauricio Núñez y Esteban Granados, con todo, dobletean a Yeltsin Tejeda. www.imagenesencostarica.com/larepublica

Hay que entender que el técnico Claudio Jara tuvo que guardar el equilibrio. Un gol lo ponía a soñar, una anotación en contra era casi lapidaria y por ello Herediano jugó todo el partido con una doble preocupación, que a diez minutos del final no había podido resolver. Fue entonces cuando apareció Núñez.
El gol provino de una jugada de bola muerta; un rechazo de la defensa morada pero hacia el frente del área donde Núñez esperaba; calculó y remató, no fuerte, sino colocado y Grant solo pudo mirar cómo entraba a su red el adiós al campeonato para su equipo.
Saprissa fue a lo largo del juego lo mismo de siempre y mostró las mismas deficiencias que le llevaron a un nuevo triste final. No tuvieron poder ofensivo los morados y de todos los jugadores que decía Casas al principio conque contaba para practicar no se cuántos sistemas, al final los Colindres, los Castillo, los Cordero, los Elizondo, los Golobio fueron nombres que se quedaron perdidos en una fórmula que el técnico nunca pudo resolver.
Herediano línea por línea fue mejor; en defensa aplacó el punto fuerte del Saprissa, la bola muerta, con la buena marca de Pablo Salazar y Esteban Granados con los todo corazón de Douglas Sequeira y Gabriel Badilla.
Cancela nunca apareció en las semifinales, mientras en Heredia el todo terreno de Granados, con la técnica de Elías Aguilar y la lucha en solitario de Yendrick Ruiz, propiciaron lo que Jara buscaba, sin tener que recurrir incluso a uno de sus principales extranjeros, Ismael Gómez. Aparte de eso controló los costados con José Sánchez por la derecha y Esteban Ramírez por la izquierda en alianza con los laterales Marvin Obando y Núñez.
Tras el gol de Mauricio, la afición morada en el estadio trató de levantar a su equipo, cantaron, apoyaron, pero todo fue inútil y al final el último canto antes del pitazo final fue el de siempre cuando se fracasa; el ¡fuera Casas! selló el partido.

La figura
Mauricio Núñez
Su labor había sido en general buena, en defensa y apoyo, pero muy lejos de lo espectacular. No obstante, el gol lo convirtió en el héroe del partido y en el más importante, porque su anotación resolvió un juego que parecía destinado al empate, marcador que no le convenía a su equipo.
“Sentí la alegría más grande de mi vida; no tengo palabras para explicarlo; cuando venía la bola hacia mí oí a todo mundo decirme que la pegara y le dí. Yo solo llevo ocho partidos y esto es lo más importante que he hecho en el fútbol hasta el día de hoy. Pero ahora lo que viene es borrón y cuenta nueva, es otra historia”.

Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
 







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