Padres chinos asumen grandes costos por educación tecnológica
Bloomberg | Miércoles 21 diciembre, 2016
Empieza con la idea de que los niños deben formarse pronto para ser mejores que los robots como mano de obra.
A partir de ahí la cosa se dispara: $3 mil al año por la matrícula, $350 por un juego de robótica de Lego, y $7.300 para poner a prueba las habilidades de ingeniería recién adquirida en un concurso en Estados Unidos.
Eso es lo que Zhuo Yu se gasta en su hijo de diez años por una educación conocida como STEM en China, un enfoque para aprender basado en problemas que combina el conocimiento en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
El concepto, creado en Estados Unidos, se ha puesto de moda en China, donde unos 10 millones de estudiantes están recibiendo este tipo de educación.
Esa cifra ascenderá a 50 millones para 2020 debido a que los padres buscan dar a sus hijos una ventaja inicial en programación informática y robótica, según la consultoría JMD Education.
Esta firma calcula que la demanda creará un mercado de $15 mil millones del aprendizaje STEM en China que ya ha atraído a compañías como el editor de libros de texto Pearson Plc, Lego Group, y Sony Corp.
“No tengo un límite en mi presupuesto”, afirmó Zhuo, quien trabaja en el sector de Internet en Hangzhou, una ciudad al este del país. Sí, estoy invirtiendo mucho en su educación en robótica ahora mismo, pero tienes que adoptar una perspectiva a largo plazo y ver qué oportunidades le puede dar cuando cumpla los 18”.
Su hijo, Wang Yizhuo, se incorporará a uno de los mercados de trabajo más competitivos del planeta cuando acabe la universidad.
Para 2030, está previsto que China tenga hasta 200 millones de graduados, más que toda la fuerza laboral de EE.UU. Por ahora, el 40% de los estudiantes de educación superior en China obtiene una cualificación STEM, comparado con menos del 20% en EE.UU. y Francia.
La ansiedad por el trabajo futuro ha ayudado a generar al menos 500 instituciones o startups en China que ofrecen matrículas extraescolares en programación, robótica e impresión 3-D, según Wen Jing, analista de JMD Education en Pekín.
Se trata de un sector con poca regulación o supervisión. Eso significa que los padres a menudo necesitan navegar por un océano de posibilidades, desde proveedores legítimos hasta dudosos estafadores, dijo Xiao Dun, cofundador de la plataforma educativa digital 17zuoye.com, que está introduciendo cursos de Minecraft y Sony Global Education en China.
“La gente cree que esta es la nueva quimera, y hay muchos padres ricos que están ansiosos por invertir en sus hijos”.
Los proveedores de educación privada están ayudando a rellenar los vacíos en la educación proporcionada por el Estado. La segunda mayor economía del mundo está por detrás de al menos de 16 países europeos y EE.UU. en introducir la programación y la robótica en el currículo escolar nacional.
Pekín está valorando el beneficio de dar a los padres subsidios anuales de unos US$60 por niño para ayudar a financiar programas para alimentar la creatividad de sus hijos.