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Paneles de hombres

Ejercicios de matemáticas para no discriminar

Larissa Arroyo larissa@acceder.cr | Miércoles 25 noviembre, 2020


De manera permanente y en todos los ámbitos, a nivel nacional e internacional, se realizan actividades cuyos expositores son, en su mayoría, hombres. Muchas veces incluso, los paneles están compuestos únicamente por hombres. Considerando que la desigualdad es el trato diferenciado no justificado y que la mitad de la población, somos mujeres, y algunas veces hasta más de la mitad, ¿No debería al menos intrigarnos la razón por la cual esto ocurre?

Los “paneles de hombres” no nos suelen resultar inusuales o extraños, y ni siquiera nos saltan a la vista para la mayoría de las personas. Por supuesto, tampoco nos parece que sea algo que haya que corregir o evitar. Esto es porque hemos normalizado y naturalizado la desigualdad, ya que la ausencia de las mujeres en los espacios visibles o ámbitos públicos, deviene de una discriminación sistémica, sistémica, estructural e histórica. O sea, como es algo que vemos todos los días y en todos lados, nos hemos terminamos acostumbrando a esta realidad al punto de considerarla “normal” o “natural” y algo que no merece prestarle atención y menos energía para cambiarlo.

Generar un cambio hacia la igualdad

El reconocer la importancia del género de las personas expositoras y participantes en las actividades y espacios, no nos viene de manera automática. Por esta razón, es importante realizar un ejercicio que he llamado “Matemáticas de Género”. Es un cálculo muy sencillo pero que requiere ser realizado de manera permanente y cotidiana para cada actividad en la que participemos o que estemos coordinando. Este consiste en considerar el género de cada una de las personas participantes o panelistas y realizar una suma que nos demuestre si hay paridad de género o no. El segundo paso es el considerar el rol que ocupa cada una de estas personas ya que no es lo mismo ser moderadora que ser expositora experta.

La operación matemática a realizar:

TOTAL de personas participantes = X número de mujeres participantes + X número de hombres participantes.

Y la variante:

TOTAL de personas panelistas = X número de mujeres panelistas + X número de hombres panelistas.

Hechos estos cálculos, tocará entonces cuestionarnos los resultados en porcentajes. ¿Es un 0% de mujeres? ¿Es un 25% de mujeres pero estas tienen el papel de moderadoras o presentadoras?

No dudo, que siempre se puedan encontrar justificaciones para explicar la ausencia de mujeres, por ejemplo “no conozco expertas mujeres aunque sí haya”, “las mujeres que invitamos nos dijeron que no podían”, “las personas que me recomendaron eran sólo hombres” o “no importa el género de la persona, lo importante es lo que sabe”. Ante esto, de nuevo, vale recordar la pregunta planteada al inicio, acerca de ¿si somos algunas veces más de la mitad de la población, no resulta al menos curioso que no tengamos al menos la mitad de presencia en las actividades? ¿Si esto no ocurre a qué se deberá?

Una realidad socio-cultural

Al realizar ejercicios de matemáticas de género, estamos reconociendo una realidad impresionante en el año 2020: las mujeres tienen menos representación en los espacios públicos, en los puestos de poder y hasta menos presencia en términos de visibilidad. Esto se debe a diversas razones y se deberían de atender todas en paralelo pero por razones de espacio, daré un solo ejemplo: las mujeres en general, tendrán mayores dificultades que los hombres, desde su cotidianidad, para asistir a un evento y mucho más si deben de exponer o asumir un papel activo. Esto se debe a que aunque es imposible negar los avances hacia la igualdad que hemos logrado en los últimos años seguimos viviendo en una sociedad donde las mujeres tienen una mayor carga del trabajo doméstico y de cuido implicando una doble o triple jornada y teniendo menos entrenamiento desde pequeñas para actuar en el espacio público debido a la estereotipos y roles de género inmersos en la crianza y la educación formal e informal, entre otros.

Consejos varios

Otros consejos rápidos que podemos considerar para la “dura” tarea de tener paneles con paridad de género:

1. Hacer una lista larga de posibles personas expositoras considerando su género, y nunca invisibilizandolo. Debemos de evitar creer que el género no importa si no solo la formación y experiencia de la persona porque si esto fuera cierto el género no interferiría en el acceso a las oportunidades de las mujeres y los resultados serían naturalmente paritarios por sí solos.

2. Apuntar a convocar siempre a un panel paritario y evitar invitar a mujeres a hablar de temas estereotípicamente “de mujeres” es suficiente particularmente si tiene que ver con belleza, crianza, familia, etc.

3. Pedir apoyo a las redes que tengamos sobre profesionales y especialistas en el tema. Por ejemplo, se puede pedir apoyo a las secretarías, comisiones u oficinas de género de las instituciones, etc.

4. Revisar el horario en el que se haga la actividad ya que el cargar con las labores de cuido o crianza así como las domésticas implica también barreras en cuanto al horario de disponibilidad de las mujeres.

5. Pedir recomendaciones de otras mujeres, en el caso de que la expositora que hemos elegido no pueda asumir la tarea y no buscar sustituirla de una vez por un hombre.

6. Evitar invitar a las mujeres para los roles de moderadoras o relatoría únicamente.

En resumen, un panel de hombres es un panel que invisibiliza la existencia y aportes de las mujeres en todos los campos. El consejo general para evitar este tipo de prácticas, es reconocer cuando estemos organizando un evento o actividad e incluso una elección, que suele ser más fácil que expositores (o candidatos) hombres acepten la invitación pero qué es imperativo hacer un esfuerzo extra para lograr que al menos la mitad de las personas expositoras sean mujeres. Esto no es trato preferencial sino aceptar la realidad de que el género tiene un impacto diferenciado en el acceso a derechos, libertades y oportunidades particularmente para la visibilidad y el presencia en los espacios públicos. Lo mínimo que podemos hacer es reconocer las desigualdades para poder tomar acción para erradicarlas.

Larissa Arroyo Navarrete** larissa.arroyo@gmail.com |

13 de noviembre, 2020

**Mag. Larissa Arroyo Navarrete. Abogada feminista, especialista en derechos humanos, activista por la justicia y la igualdad, presidenta de la Asociación Ciudadana (ACCEDER), futura constitucionalista, bloguera en la República con #LaLetraJusta y mamá de #Jarbito











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