Paraíso marino busca vencer a su enemigo

La pesca indiscriminada daña el Corredor Biológico del Pacífico

Proteger la biodiversidad del Corredor Biológico Pacífico con es la labor que impulsan cinco organizaciones ambientales, que se unieron para implementar acciones que pretenden mantener a largo plazo.
Riqueza marina describe a este corredor que abarca desde la costa de Ecuador, pasando por Colombia y Panamá, hasta llegar a la costarricense, e incluye las islas del Coco, Malpelo y Galápagos.
Su extensión es de 2 millones de kilómetros. Ballenas, tortugas, tiburones y leones marinos son parte de su fauna, explicó Erick Ross, biólogo de Marviva.
Pero este paraíso oceánico sufre de pesca indiscriminada, por lo cual los cuatro países se unieron mediante fondos ambientales para conservar el área.
La sobrepesca, especialmente de tiburón, pesca ilegal y contaminación por derrames de petróleo en ríos que derivan al corredor, conforman la problemática que afecta a la zona.
Buscar una solución a estos desafíos será posible con la plataforma de coordinación estará formada por dos fondos ambientales colombianos, y uno de cada país restante. La Asociación Costa Rica por Siempre representará al país.
Entre las acciones que implementarán está el intercambiar información entre sí, vigilar el área, además de trabajar en cuanto al cambio climático.
Estudiar el carbono azul, ubicado en costas y manglares es la novedad, cuando apenas está en discusión internacional, este genera de dos a cinco veces más carbono que las zonas de bosque.
Costa Rica es diez veces más grande en zona marina que terrestre, por lo que se deben valorar más los recursos que otorgan los océanos, comentó Zdenka Piskulich, directora ejecutiva de Costa Rica por Siempre.
En tanto, un factor importante del accionar que tendrá la colaboración ambiental será la sostenibilidad financiera, por lo que las acciones perdurarán en el tiempo, dijo Piskulich.

María Fernanda Cisneros
mcisneros@larepublica.net