Persiste presión para depreciar el colón
Wilmer Murillo wmurillo@larepublica.net | Martes 20 mayo, 2008
Reservas se encuentran en “posición inmejorable” para controlar volatilidades económicas
Persiste presión para depreciar el colón
• Banco Central ve indicios de que el precio del dólar ya no seguirá a la baja
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
Los factores que deben conducir a una depreciación nominal del colón en un horizonte de 12 a 18 meses siguen estando presentes en el marco económico, aun cuando en apariencia cesaron las turbulencias.
Analistas de mercado consideran poco probable que el mercado cambiario retorne a una posición superavitaria en el corto plazo, y más bien prevén que el cambio en las expectativas de los agentes económicos debería llevar a una recomposición de los portafolios financieros, de los colones hacia los dólares. Lo anterior añadiría presiones adicionales a la depreciación del colón, explicó Andrés Víquez, analista financiero.
El presidente del Banco Central, Francisco de Paula Gutiérrez, ve indicios de que el precio del dólar ya no seguirá a la baja. “Menos capitales especulativos, la disminución en el crecimiento de las exportaciones y la mayores compras de dólares de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) dan señales de alerta en ese sentido”, adujo el jerarca.
Recope aumentó la demanda de dólares para pagar los combustibles, lo cual presiona el precio del dólar al alza.
Un aumento en el déficit de cuenta corriente y una baja en el flujo de capitales aumentaría la posibilidad de devaluación del colón, dijo por otra parte Luis Mesalles, economista. “Si esto ocurre, disminuye el premio por invertir en esta moneda, por lo cual habrá quienes comiencen a dolarizar sus ahorros para mantener el valor de su dinero”.
Lo positivo es que el Central está en una posición inmejorable —en cuanto al nivel de reservas monetarias internacionales netas ($4.927 millones al 9 de mayo)— para intervenir en el mercado cambiario vendiendo divisas en el caso en que las presiones para la depreciación del colón o la volatilidad del mercado sean desmedidas.
Como resultado de la evolución reciente del mercado cambiario y del cambio que presumiblemente se ha dado y debe darse más acentuadamente en las expectativas de depreciación nominal de la moneda local, los tipos de interés de los activos denominados en colones deberían empezar a ajustarse al alza, señaló Ana Toyama, del Grupo Financiero Aldesa.
En particular, la mayor oferta de activos financieros denominados en colones, debido a la reducción en el apetito de los inversionistas por activos en esa moneda, provocará en el corto plazo un ajuste a la baja en sus precios y por lo tanto un aumento en sus rendimientos, señaló Toyama.
“Este movimiento a el alza en la rentabilidad en colones con el transcurso del tiempo se empezaría a observar en los tipos de interés del mercado primario y de los depósitos a plazo fijo en el sistema bancario”, agregó el analista Eric Vargas.
En los primeros días luego del ajuste cambiario es probable que los rendimientos y los precios de los activos financieros no se ajusten con rapidez, debido a la iliquidez relativa del mercado causada por la incertidumbre que los movimientos cambiarios de corto plazo han generado.
No obstante, Fernando Estrada, de Aldesa, espera que esto ocurra paulatinamente, conforme las condiciones tiendan a volver a la normalidad.
Los expertos opinan que posiblemente el Banco Central empezaría finalmente a aplicar una política monetaria más restrictiva para contener las presiones inflacionarias y de demanda.
Por lo anterior dejaría de comprar dólares en el mercado cambiario gracias a la flotación dentro de la banda, lo que implicaría mayores tasas de interés de corto plazo.
Los rendimientos de mercado y las tasas bancarias deberían empezar a aumentar, muy en línea con lo que esperen los agentes económicos acerca de la evolución del tipo de cambio en el corto plazo.
Lo positivo es que conforme transcurra el tiempo y se reduzca la incertidumbre, es muy probable que tienda a desaparecer la “sobrerreacción” del tipo de cambio ante las presiones para la depreciación nominal y a reducirse la volatilidad y los márgenes de intermediación cambiaria.
Persiste presión para depreciar el colón
• Banco Central ve indicios de que el precio del dólar ya no seguirá a la baja
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
Los factores que deben conducir a una depreciación nominal del colón en un horizonte de 12 a 18 meses siguen estando presentes en el marco económico, aun cuando en apariencia cesaron las turbulencias.
Analistas de mercado consideran poco probable que el mercado cambiario retorne a una posición superavitaria en el corto plazo, y más bien prevén que el cambio en las expectativas de los agentes económicos debería llevar a una recomposición de los portafolios financieros, de los colones hacia los dólares. Lo anterior añadiría presiones adicionales a la depreciación del colón, explicó Andrés Víquez, analista financiero.
El presidente del Banco Central, Francisco de Paula Gutiérrez, ve indicios de que el precio del dólar ya no seguirá a la baja. “Menos capitales especulativos, la disminución en el crecimiento de las exportaciones y la mayores compras de dólares de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) dan señales de alerta en ese sentido”, adujo el jerarca.
Recope aumentó la demanda de dólares para pagar los combustibles, lo cual presiona el precio del dólar al alza.
Un aumento en el déficit de cuenta corriente y una baja en el flujo de capitales aumentaría la posibilidad de devaluación del colón, dijo por otra parte Luis Mesalles, economista. “Si esto ocurre, disminuye el premio por invertir en esta moneda, por lo cual habrá quienes comiencen a dolarizar sus ahorros para mantener el valor de su dinero”.
Lo positivo es que el Central está en una posición inmejorable —en cuanto al nivel de reservas monetarias internacionales netas ($4.927 millones al 9 de mayo)— para intervenir en el mercado cambiario vendiendo divisas en el caso en que las presiones para la depreciación del colón o la volatilidad del mercado sean desmedidas.
Como resultado de la evolución reciente del mercado cambiario y del cambio que presumiblemente se ha dado y debe darse más acentuadamente en las expectativas de depreciación nominal de la moneda local, los tipos de interés de los activos denominados en colones deberían empezar a ajustarse al alza, señaló Ana Toyama, del Grupo Financiero Aldesa.
En particular, la mayor oferta de activos financieros denominados en colones, debido a la reducción en el apetito de los inversionistas por activos en esa moneda, provocará en el corto plazo un ajuste a la baja en sus precios y por lo tanto un aumento en sus rendimientos, señaló Toyama.
“Este movimiento a el alza en la rentabilidad en colones con el transcurso del tiempo se empezaría a observar en los tipos de interés del mercado primario y de los depósitos a plazo fijo en el sistema bancario”, agregó el analista Eric Vargas.
En los primeros días luego del ajuste cambiario es probable que los rendimientos y los precios de los activos financieros no se ajusten con rapidez, debido a la iliquidez relativa del mercado causada por la incertidumbre que los movimientos cambiarios de corto plazo han generado.
No obstante, Fernando Estrada, de Aldesa, espera que esto ocurra paulatinamente, conforme las condiciones tiendan a volver a la normalidad.
Los expertos opinan que posiblemente el Banco Central empezaría finalmente a aplicar una política monetaria más restrictiva para contener las presiones inflacionarias y de demanda.
Por lo anterior dejaría de comprar dólares en el mercado cambiario gracias a la flotación dentro de la banda, lo que implicaría mayores tasas de interés de corto plazo.
Los rendimientos de mercado y las tasas bancarias deberían empezar a aumentar, muy en línea con lo que esperen los agentes económicos acerca de la evolución del tipo de cambio en el corto plazo.
Lo positivo es que conforme transcurra el tiempo y se reduzca la incertidumbre, es muy probable que tienda a desaparecer la “sobrerreacción” del tipo de cambio ante las presiones para la depreciación nominal y a reducirse la volatilidad y los márgenes de intermediación cambiaria.