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Por qué los anglos son más ricos que los afroamericanos en EE.UU.

Bloomberg | Jueves 09 febrero, 2017


La brecha del ingreso entre negros y blancos es grande, pero no se acerca en absoluto a la brecha de riqueza. Bloomberg/La República


Según la Encuesta de Finanzas del Consumidor de la Reserva Federal, hacia 2013 la familia anglosajona promedio tenía $13 de riqueza neta por cada $1 de riqueza neta de la familia afroamericana promedio. Entre los blancos comparados con latinoamericanos, la brecha era solo un poco menor, $10 contra $1.

Un nuevo estudio echa por tierra la mayor parte de las explicaciones —y soluciones— convencionales para la brecha de riqueza. Su nombre se traduce del inglés como “El valor efectivo de ser blanco: cómo entender la brecha racial de riqueza”. Lo realizaron investigadores de la Brandeis University y un grupo llamado Demos.
El índice lo dice todo: Asistir a la universidad no cierra la brecha racial de riqueza. Criar a los hijos en un hogar biparental no cierra la brecha racial de riqueza. Trabajar a tiempo completo no cierra la brecha racial de riqueza. Gastar menos no cierra la brecha racial de riqueza.
“En cierta forma, este informe destruye mitos. Toma supuestos populares y los desafía”, dijo en una entrevista Amy Traub, directora asociada para investigación de políticas en Demos y una de los autores del estudio.
Tomemos la asistencia a la universidad. Obtener educación universitaria ayuda a los afroamericanos a ganar más dinero y acumular más riqueza, por supuesto. No obstante, el adulto blanco promedio que asistió a la universidad tiene 7,2 veces la riqueza del adulto negro promedio que asistió a la universidad, según el estudio.
Lo mismo se da con los parámetros de trabajar a tiempo completo y criar a los hijos en un hogar biparental: los blancos que hacen esas cosas tienen una mayor riqueza que los negros que hacen esas cosas.
Es natural asumir que si los negros tienen una menor riqueza es porque ahorran menos —es decir, una mayor proporción de cada dólar de los ingresos va a parar al consumo—. Pero ocurre lo contrario, según un estudio de la Duke University publicado el año pasado y citado por los autores.
En cada uno de los niveles de ingresos, los negros gastan menos que los blancos en situación similar, comprobaron los investigadores de Duke. “La desertificación minorista en los distritos racialmente segregados, un acceso restringido al crédito accesible para los negros y la discriminación racial de los consumidores, sostenemos, dan por resultado un gasto general menor en el caso de los negros”, dicen.
Para algunos, el informe es deprimente. “La conclusión, para la gente de color, matarse trabajando y hacer todas las cosas correctas no nos lleva a ninguna parte”, escribió Ellen McGirt, editora sénior en fortune.com, en un comentario.
¿Entonces, cómo se explica la brecha racial de riqueza? Traub admite que “no hemos penetrado del todo el misterio”. Un factor poderoso es que los blancos tienen cinco veces más probabilidades de recibir obsequios y herencias sustanciales, y las sumas que obtienen suelen ser mucho mayores.
El dinero “puede usarse para iniciar una ulterior acumulación de riqueza, por ejemplo, al permitirles a las familias blancas comprar viviendas y comenzar a adquirir activos más tempranamente en sus vidas”, dice el estudio.
El resultado es que la ventaja de riqueza de los blancos —y la desventaja de riqueza de los negros— pasa de una generación a la otra. Y esto significa que formas de discriminación racial “que se daban en el pasado, como la exclusión, siguen apareciendo en las cuentas bancarias de hoy”, dice Traub.







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