Propuestas y lecciones ante el Covid-19

La agenda de estos días ha estado marcada por el Covid-19. Es imposible no pensar en el bienestar y la salud de las personas que más amamos, así como en los miles de costarricenses que enfrentan esta crisis sanitaria en medio de un panorama económico desalentador.

Día tras día aumentan los casos de personas contagiadas, también crece exponencialmente la alarma de los exportadores, los empresarios, el sector turístico, los restaurantes, los comercios, los trabajadores independientes y emprendedores sobre las consecuencias de la paralización parcial que padece la economía costarricense.

En el partido Nueva República nos dimos a la tarea de proponer una agenda legislativa que evitara el cierre de empresas y despidos masivos. Planteamos que los bancos reestructuren las deudas de las empresas afectadas por el Covid-19, en especial las del sector turismo, y que las pymes retengan el pago del IVA realizado por los consumidores a partir de febrero del 2020, con el propósito de financiar su flujo de caja y así puedan continuar sosteniendo el pago de su planilla.

Igualmente hemos propuesto una reducción del 40% en la factura de electricidad para las empresas, grandes o pequeñas. El propósito es que usen el dinero que se ahorran en los recibos para garantizar la producción; de esta manera, al seguir activo su proceso productivo sus trabajadores podrán conservar sus empleos y la economía nacional no se paraliza.

Hemos sugerido que se utilice el dinero del Sistema de Banca para el Desarrollo para financiar a las pymes y evitar el cierre de negocios. Solo imagínense el impacto que tendrá en la economía nacional que esas empresas puedan disponer de los $300 millones que tiene inmovilizados el gobierno. En el tema de la salud, también colocamos sobre la mesa el tema del toque de queda para evitar la propagación del virus.

En consenso con todas las fracciones, la semana pasada los diputados aprobamos fijar una moratoria a cuatro impuestos: el IVA, sobre las utilidades, el selectivo de consumo y los aranceles por introducción de mercadería al país. De igual forma, se aprobó flexibilizar la jornada laboral para que las empresas le coticen a la CCSS solo por el tiempo real laborado por sus empleados.

Estas propuestas están regidas por dos conceptos fundamentales: no podemos dejar que el pánico nos domine, sino que debemos actuar responsablemente al dejar a un lado los intereses particulares para priorizar el bien común. En es las épocas de crisis cuando se mide la fortaleza de las instituciones democráticas.

Mientras analizamos más propuestas, pensamos en las lecciones que nos está dejando el Covid-19: Debemos caer en cuenta que no somos personas aisladas, sino que estamos tan conectados que ninguno podrá salir adelante –solo- en un entorno tan lleno de dificultades. Como país podemos construir una agenda consensuada que beneficie a todos los costarricenses, pero hay que olvidarse de cálculos electoreros y efectos manipuladores.

Una enseñanza más tiene que ver con buscar información del Covid-19 de fuentes confiables, oficiales, y seguir las instrucciones de las autoridades de Salud del país, quienes una y otra vez nos invitan a quedarnos en casa.

La otra gran lección es que el nuevo coronavirus nos recordó, de golpe, que somos igual de vulnerables que siempre. La sociedad que se cree indestructible, tecnológicamente más avanzada y conectada, fue puesta en jaque por un virus que afectó nuestra salud, nuestra economía y nuestro estilo de vida.

Por eso, siempre hay espacio para pensar en que después de dar nuestro mejor esfuerzo, es necesario también recurrir a ese Dios que tiene el control de todo. Con ese apoyo, se hace más fuerte la certeza de que de esta situación saldremos todos, juntos.

Jonathan Prendas

Diputado

Nueva República