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Miércoles, 20 de noviembre de 2024



FORO DE LECTORES


Proyecto de Pensión Básica Universal:    “Desvestir a un Santo, para vestir otro”

Carlos Arias Alvarado redaccion@larepublica,net | Viernes 22 septiembre, 2023


CAA


Por Carlos Arias Alvarado  

Director Ejecutivo de JUPEMA  

  “El camino al infierno está lleno de buenas intenciones” y eso se puede inferir del proyecto 23.625 Ley de creación de la Pensión Básica Universal presentado por el presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias, cuya loable intención es la de garantizar un ingreso mínimo en la edad de retiro a todos los ciudadanos con más de 40 años de vivir en el país independientemente de su condición; pero con una consecuencia catastrófica para la seguridad social costarricense.  

  El proyecto de Ley lo que hace es “transformar” el actual régimen no contributivo, porque no se dice claramente si desaparece como tal, para crear un nuevo régimen que administraría de igual manera la CCSS, eso sí pellizcando recursos del aporte estatal a los regímenes básicos del mismo IVM, RCC del Magisterio Nacional y del Poder Judicial, así como redireccionando dineros que van hoy en día al Régimen No Contributivo e incluso al IVM.   

Ejemplo de ello el traslado del 15% de las utilidades de las empresas públicas según el artículo 78 de la Ley de Protección al Trabajador, cuyos recursos hoy en día se destinan para el IVM.  

  Es como “desvestir un Santo, para vestir otro”, con la gravedad de que al hacerlo se desmantelaría el actual Sistema Nacional de Pensiones poniendo en desequilibrio financiero a fondos sanos como sucede con el RCC del Magisterio Nacional, el cual pasaría de tener un superávit a un déficit actuarial.  

  La iniciativa presenta una serie de contradicciones porque propone reducir el porcentaje del aporte estatal a los regímenes básicos pasando del actual 1.57% al 0.75% y así sumar el sobrante al nuevo fondo que sustentaría la pensión básica universal, pero también en el articulado elimina esta contribución lo que borra el concepto tripartito sobre el que se sienta la seguridad social establecido en el artículo 73 de la Constitución Política.  

Al redireccionar recursos y reducir las contribuciones también se reestructura todo el sistema multipilar que, contrario a lo que muchos consideran, de que se compone de varias pensiones, termina siendo una sola, pues en realidad lo que hace es sumar una serie de porcentajes que finalmente conforman un solo monto de pensión para la persona cuando llega la edad del retiro.   

Esta reestructuración trae consigo el agravante de que lesiona el concepto de solidaridad de las pensiones, al quitar el derecho de sucesión, muchas veces indispensable para ayudar a viudas o hijos que requieren de esa ayuda para salir adelante cuando el titular, muchas veces sostén del hogar, fallece. Pero además en el caso del pago del aguinaldo, también lesiona el derecho de los beneficiarios al supeditarlo a la capacidad financiera del administrador y a las condiciones macroeconómicas del país.  

Desde el año pasado, JUPEMA con el apoyo de Vida Plena y de la Gerencia de Pensiones de CCSS, impulsamos una hoja de ruta para el fortalecimiento del sistema de pensiones con medidas claras para discutir en una mesa pública.  

Los planteamientos tienen relación con una serie de reformas que permitan el fortalecimiento del régimen del IVM donde se contempló el redireccionamiento del 50% del aporte patronal dispuesto en la Ley Orgánica del Banco Popular, recursos que hoy el proyecto está buscando dirigirlos al fondo de la Pensión Básica Universal. Tampoco se ha hecho referencia al redireccionamiento de otros recursos, como los de FODESAF, por ejemplo, para sanear las finanzas del IVM. Estos son temas, como hemos reiterado, que deberíamos discutir como país y no entre unos pocos con impacto para toda la ciudadanía costarricense, que en muchos casos tiene cara de pobreza extrema.  

Como se señala en esa Hoja de Ruta es urgente mejorar el cobro de las cuotas obrero-patronales combatiendo su evasión y/o elución, tomar medidas que disminuyan la informalidad y contemplen las nuevas formas de trabajo, ahí no vemos ninguna iniciativa legislativa. Esta propuesta (hoja de ruta propuesta) busca fortalecer los regímenes básicos, los complementarios y el régimen no contributivo.  

El problema del régimen no contributivo (RNC) no es que no haya funcionado, sino que ha sido víctima de recortes presupuestarios y deudas del estado con el IVM que le han impedido avanzar en la solvencia y la cobertura, entonces ¿para qué crear un nuevo régimen que debilite el resto del sistema cuando otras acciones podrían generar una mayor seguridad social para todos y cuando lo que se quiere resolver, pobreza de adultos mayores, ya está contemplado en el RNC?  

Esta iniciativa, en conclusión, va empujando el sistema de capitalización colectiva y solidario hacia uno de capitalización individual, afectando la ya de por sí deteriorada pensión con el pretexto de ayudar a los que no han aportado al sistema; en otros países donde funciona la pensión básica universal, esta es adicional, financiada por el estado y muy superior a la del RNC que tenemos en Costa Rica, algunos países como Chile, que en el pasado eliminaron la pensión básica (como la del IVM, RCC o RPJ) discuten hoy en día volver a un sistema de reparto que sea solidario o socialmente responsable ante los niveles de pobreza que se generó con la reforma al Sistema de Pensiones.    

Esperamos que al menos su puesta en discusión permita abrir un proceso de diálogo nacional que exponga la realidad de un sistema de pensiones que requiere de ser fortalecido y no de medidas sin la discusión entre todas las partes y que conlleven a consensos sin poner en riesgo a una población adulta mayor cada vez más grande y golpeada en nuestro país.   

¡Es hora de replantear el tema y construir juntos!  







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