Ramírez se salió con la suya

Alajuelense empata, firma un buen negocio y deja todo para definirlo en casa

En lo que fue un clásico partido de instancias finales (en este caso semifinal) entre Alajuelense y Herediano, los manudos lograron ayer un empate que en teoría les permitirá manejar mejor el juego de vuelta, al que los florenses llegarán obligados a ganar.

Hasta el minuto 50', el partido fue una copia de más de lo mismo, de lo de siempre; de un planteamiento de Óscar Ramírez a no perder, jugando a lo que le depare el destino en acciones ofensivas, por medio de la sorpresa, la bola muerta, esperando que el error de su rival sea su principal carta de triunfo junto a la táctica fija.
Cuando un equipo juega así la única forma de cambiarlo es que el rival le haga goles, y en este primer periodo los florenses aunque llegaron más, no pudieron perforar la meta manuda.
César Eduardo Méndez sorprendió con una alineación sin Víctor Núñez y Yosimar Arias, con un Andrey Francis de media punta un Bernie Scott en la lateral derecha y un Leandro Barrios, quien fue un facilitador para sus compañeros en cuanto a acciones de gol.
Al 18', Leandrinho la sirve a la entrada del área para que Yendrick Ruiz remate y el balón se estrella violentamente con el horizontal de Pemberton. Luego Francis tuvo dos opciones que las remató desviadas; mientras la Liga mantenía su esquema conservador y Armando Alonso con Johan Venegas flotaban sin mucha participación, más entretenidos en la marca y por supuesto Jerry Palacios era fácil presa de la retaguardia herediana. Daniel Cambronero estaba de vacaciones.
Al cierre de este primer periodo, una confusión entre Pemberton y Gutiérrez casi se convierte en gol de Francis, quien no obstante, perdió ángulo y no pudo aprovechar la oportunidad.
La complementaria fue diferente, y lo que marcó la diferencia fue el gol de Junior Alvarado al 49'. Fue un rechazo de la defensa manuda que fue al frente del área donde estaba Junior, que la pegó como los dioses, mientras en el marco manudo la intervención de Pemberton fue insuficiente y se abrió el marcador.
Lo que pasó después habría que analizarlo si fue que los manudos cambiaron la mentalidad, o Herediano transformó su ambición por cálculo.
Los rojinegros sacaron del descanso a Cambronero, Palacios se activó, le llegaron más los balones, su equipo despertó pero el hondureño no aprovecha una que la envía por encima del horizontal, otra se la saca de la línea Cristian Montero y luego Kevin Sancho a quemarropa intenta fusilar a Cambronero, que realiza un paradón.
César Eduardo Méndez intenta recuperar el mediocampo, pero Alajuela empata con la especialidad de la casa, la bola muerta, tiro libre que cobra Ariel Rodríguez y Osvaldo del mismo apellido, remata de cabeza, la pelota pega en el vertical y vuelve a su testa para que concrete la igualada.
Buen negocio para la Liga, pero también el resultado debe motivar al Herediano de ir con su mejor arma, su ofensiva, a ganarse una final que solo la podrá obtener con goles. Por supuesto que el “Macho” espera eso, buscará sacarle provecho porque ya está ganando, pues tiene la ventaja deportiva.

Luis Rojas
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