Recaudadores de impuestos van tras Netflix, Uber y Airbnb
Bloomberg | Lunes 26 octubre, 2015
Por lo general se ven noticias sobre impuestos en abril y luego no en los seis meses siguientes. Aquí hay algo que durará más. El “impuesto a Netflix”.
Chicago decidió en junio que su “impuesto al entretenimiento” de 9% debía comprender a Netflix, Spotify, Hulu, Amazon Prime y otros servicios de streaming a los efectos de contribuir a compensar los ingresos por impuesto a las ventas perdidos ante la declinación de las ventas de DVD y CD. La oposición a la medida se ha llevado ante la justicia.
La idea de gravar Netflix no nació en Chicago, que junto con el estado de Illinois y otros gobiernos locales enfrenta miles de millones de dólares en obligaciones de pensiones.
Australia propuso este año un impuesto de 10% a las bajadas digitales que entraría en vigor en 2017. En Buenos Aires, un impuesto de 3% a los proveedores de entretenimiento online extranjeros entrará en vigor el 1° de noviembre.
Hay quienes critican la imposición de gravámenes a los programas, películas y música online. En julio, ante la presión de políticos de Alabama, el Departamento de Impuestos del estado retiró una disposición anterior que incluía los servicios digitales en el impuesto a alquileres de 4%.
“Si hay algo que pueda gravarse, alguna repartición gubernamental va a imaginar cómo hacerlo”, dijo Michael Karu, un contador especializado en impuestos de Levine, Jacobs Co. “Solo depende de si la gente lo tolera y de cuándo va a protestar”.
A veces los gobiernos tratan de crear nuevos impuestos porque se quedan sin dinero. En otras ocasiones, buscan igualar el ritmo de la nueva tecnología o de tendencias sociales, así como de adaptarse a cambios en otras leyes. La legalización de la marihuana en algunos estados llevó a nuevos impuestos a la marihuana.
Los cigarrillos tradicionales y los productos derivados del tabaco son objeto de pesados gravámenes casi en todas partes en los Estados Unidos, pero la mayor parte de los estados aún no sabe cómo reaccionar a la creciente popularidad del uso de “productos de suministro electrónico de nicotina”.
Minnesota fue el primer estado que introdujo un impuesto a los cigarrillos electrónicos en 2012.
Los hoteles han pagado impuestos a estados y ciudades durante décadas, pero si se alquila una vivienda a través de un servicio online como Airbnb, la carga impositiva no siempre es clara.
El activo alcalde de Chicago trata de cerrar una brecha en el presupuesto municipal mediante la recaudación de unos $700 millones de impuestos.