Red hospitalaria está enferma
Gabriela Masis gmasis@larepublica.net | Jueves 17 marzo, 2011
Profesionales y funcionarios de los distintos centros emplazan a la Caja a debatir sobre estado de la seguridad social
Red hospitalaria está enferma
Farmacias, consulta especializada y rehabilitación, trabajan en condiciones inadecuadas
La declaratoria de emergencia para el Hospital San Juan de Dios, por la crisis que sufre, subió la temperatura en otros centros de salud; la expectativa es que se emita un decreto similar para atacar los problemas que sufren.
Tal es el caso del Hospital Calderón Guardia, donde el sector médico clama por recibir el apoyo urgente de la Caja Costarricense de Seguro Social para atacar los síntomas que padece.
Pero el caso no solo se circunscribe a esos dos hospitales, calificados como los principales por la cobertura de asegurados.
El Hospital Max Peralta, de Cartago; el Escalante Pradilla, en Pérez Zeledón, y el Tony Facio, de Limón, son unidades que demandan cirugía mayor por el hacinamiento, deterioro de la infraestructura y equipos y falta de personal.
Para establecer las condiciones reales de la red hospitalaria desde 2006 el Ministerio de Salud inició un proceso de evaluación que hasta la fecha ha continuado. Como parte de ese análisis se han emitido órdenes de cierre.
La situación de la infraestructura es preocupante, considerando que los hospitales son áreas importantes, principalmente porque se requieren recursos para invertir aunque la Caja ha venido ejecutando inversiones significativas, comentó María Luisa Avila, ministra de Salud.
El Calderón Guardia tiene problemas serios en las áreas de rehabilitación, consulta externa especializada, en las bodegas de farmacia y un 70% de los equipos agotó su vida útil.
Los síntomas de las salas de hospitalización y de los quirófanos también los presentan otros departamentos, como el de nutrición, farmacia, laboratorios, bodegas y áreas administrativas.
“Realmente necesitamos apoyo de la Caja para construir un edificio para consulta externa, y para la compra de equipos, aparte de la torre que construiría para salas de hospitalización”, dijo Luis Paulino Hernández, director médico del Calderón Guardia.
El Calderón ha recibido en los últimos siete años 300 órdenes de cierre de las áreas de consulta, de rehabilitación y en la bodega de farmacia.
Por otra parte, funcionarios de la farmacia del San Juan de Dios y del área central de Alajuela se quejan por las condiciones físicas y de sanidad que presentan esos lugares para laborar o atender a los asegurados, así como para mantener los medicamentos. Eso por las altas temperaturas, la estrechez y deterioro de la infraestructura.
Por esas condiciones el Ministerio de Salud emitió, hace unos años dos órdenes de cierre técnico de la farmacia, comentó Ricardo Solano, secretario general del Sindicato de Profesionales en Farmacia.
Ante la situación que enfrenta la seguridad social, profesionales y funcionarios agrupados en distintas organizaciones sociales instan a las autoridades de la Caja a debatir sobre el tema.
Es apremiante discutir sobre el régimen de pensiones, las finanzas y carencias del Seguro Social, señaló Juan Carlos Durán, presidente de la Federación de Organizaciones del Caja y Seguridad Social.
Gabriela Masís
gmasis@larepublica.net
Red hospitalaria está enferma
Farmacias, consulta especializada y rehabilitación, trabajan en condiciones inadecuadas
Tal es el caso del Hospital Calderón Guardia, donde el sector médico clama por recibir el apoyo urgente de la Caja Costarricense de Seguro Social para atacar los síntomas que padece.
Pero el caso no solo se circunscribe a esos dos hospitales, calificados como los principales por la cobertura de asegurados.
El Hospital Max Peralta, de Cartago; el Escalante Pradilla, en Pérez Zeledón, y el Tony Facio, de Limón, son unidades que demandan cirugía mayor por el hacinamiento, deterioro de la infraestructura y equipos y falta de personal.
Para establecer las condiciones reales de la red hospitalaria desde 2006 el Ministerio de Salud inició un proceso de evaluación que hasta la fecha ha continuado. Como parte de ese análisis se han emitido órdenes de cierre.
La situación de la infraestructura es preocupante, considerando que los hospitales son áreas importantes, principalmente porque se requieren recursos para invertir aunque la Caja ha venido ejecutando inversiones significativas, comentó María Luisa Avila, ministra de Salud.
El Calderón Guardia tiene problemas serios en las áreas de rehabilitación, consulta externa especializada, en las bodegas de farmacia y un 70% de los equipos agotó su vida útil.
Los síntomas de las salas de hospitalización y de los quirófanos también los presentan otros departamentos, como el de nutrición, farmacia, laboratorios, bodegas y áreas administrativas.
“Realmente necesitamos apoyo de la Caja para construir un edificio para consulta externa, y para la compra de equipos, aparte de la torre que construiría para salas de hospitalización”, dijo Luis Paulino Hernández, director médico del Calderón Guardia.
El Calderón ha recibido en los últimos siete años 300 órdenes de cierre de las áreas de consulta, de rehabilitación y en la bodega de farmacia.
Por otra parte, funcionarios de la farmacia del San Juan de Dios y del área central de Alajuela se quejan por las condiciones físicas y de sanidad que presentan esos lugares para laborar o atender a los asegurados, así como para mantener los medicamentos. Eso por las altas temperaturas, la estrechez y deterioro de la infraestructura.
Por esas condiciones el Ministerio de Salud emitió, hace unos años dos órdenes de cierre técnico de la farmacia, comentó Ricardo Solano, secretario general del Sindicato de Profesionales en Farmacia.
Ante la situación que enfrenta la seguridad social, profesionales y funcionarios agrupados en distintas organizaciones sociales instan a las autoridades de la Caja a debatir sobre el tema.
Es apremiante discutir sobre el régimen de pensiones, las finanzas y carencias del Seguro Social, señaló Juan Carlos Durán, presidente de la Federación de Organizaciones del Caja y Seguridad Social.
Gabriela Masís
gmasis@larepublica.net