Declaraciones de Espinach, Baltodano y Chinchilla no convencieron

Reina escepticismo en comparecencia de trocha

62 personas han declarado desde junio de 2012

Las declaraciones de los asesores Carlos Espinach, Federico Baltodano y del hermano de la Presidenta, Adrián Chinchilla, no convencieron a los diputados presentes en la comparecencia de ayer, por el caso de la trocha 1856.
“No me acuerdo”, “no sé”, “yo vine a hablar por el tema de la trocha”, fueron el eje del discurso de Baltodano, quien fue cuestionado por la carta que envió al vicepresidente Liberman, donde solicitaba el cambio de varios funcionarios del Conavi, entre ellos el de Carlos Acosta, exdirector de la institución.
Un total de 62 personas han sido llevadas a la Comisión de Asuntos Hacendarios en los últimos nueve meses para dar su versión de los hechos, con el objetivo de buscar responsables de uno de los mayores casos de corrupción en la historia del país.
Espinach y Chinchilla enfatizaron que sostuvieron reuniones “informales” referentes a temas de infraestructura, pero que en ningún momento se habló de la trocha.
Una carta del ingeniero Baltodano, donde solicitó el cambio de Carlos Acosta fue recibida el 12 de enero del año anterior por el vicepresidente Luis Liberman y expuesta por la diputada Patricia Pérez.
Pérez, quien preside la comisión que investiga este caso, afirmó la clara intromisión de actores privados en asuntos públicos.
Por su parte, Baltodano alegó que no iba a responder preguntas que no tuvieran relación con la trocha 1856.
Espinach negó tener intereses en el tema de la trocha, además resaltó que esta obra tuvo sus “días épicos” de apoyo nacional, cuando se le veía como una obra de reivindicación, provocada por las tensiones con Nicaragua.
“Estoy exonerado de asuntos de la trocha, nunca fui consultado. Se han hecho conjeturas sin fundamento”, alegó.
Adrián Chinchilla, quien presentó una querella contra el diputado Walter Céspedes, se negó a contestar las preguntas del socialcristiano, aduciendo razones legales para guardar silencio.
Desde funcionarios y exfuncionarios del MOPT y el Conavi, hasta los ministros del gabinete de Laura Chinchilla, decenas de actores han sido llamados para esclarecer cuentas en torno al escándalo de la ruta 1856.
Como resultado, Pérez afirmó que en las anomalías de la trocha hay dos tipos de participantes: los ejecutantes que se brincaron los controles internos y los tomadores de decisiones políticas.
Los actores políticos gustan de tomar decisiones a la sombra, pero no les gusta quedar expuestos. Cuando llega el tema de responsabilidades, prefieren evadirlas, comentó.

Luis Fernando Cascante
lcascante@larepublica.net