Rompiendo moldes
Carmen Juncos cjuncos@larepublica.net | Martes 24 mayo, 2011
Rompiendo moldes
Sergio Ramírez habló con Magazine sobre su nueva novela, inspirada en la escritora nacional Yolanda Oreamuno
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, que está en el país presentando su novela “La fugitiva” (Alfaguara), responde a nuestro saludo de “cómo está usted, don Sergio y como está su país”, con un contundente “yo bien, muy bien, Nicaragua mal”.
El novelista y cuentista, que fue vicepresidente de su país (1984-1990) no abandonó por ello la literatura y con esta obra suma ya 41 libros, entre ellos nueve novelas.
Abogado, además de escritor, cuenta que desde muy joven le atrajo la historia de la costarricense Yolanda Oreamuno que, al igual que Eunice Odio y otras artistas de su época abandonaron Costa Rica, deseosas de ambientes que les permitieran una vida que rompía el molde de la sociedad patriarcal, conservadora, de la primera mitad del siglo XX.
Tampoco en el exilio, dice uno de los personajes de la novela, lograron esa igualdad de derechos con los hombres. En todas partes se cocían habas.
Ramírez vivió casi 14 años en Costa Rica por lo que pudo, no solo valerse de su capacidad como escritor para construir voces femeninas, sino del conocimiento de la cultura nacional para dar a esas voces las características propias de cada personaje de acuerdo con la época y su visión.
La obra es una ficción que cuenta la vida de una escritora costarricense, Amanda Solano, esbozada por tres mujeres que fueron sus amigas y a quienes supuestamente el escritor entrevista con ese fin.
Hoy los actos de ruptura, los desafíos, son otros —dice Ramírez— “ahora los jóvenes luchan por los derechos de las minorías y los reclamos a los partidos políticos, entre otros”.
Por otra parte, señala que a pesar de la supuesta homogeneización de la cultura por la globalización y las comunicaciones modernas, “las voces de los escritores son bien distintas, no se encuentran encerradas en grupos de pensamiento sino, más bien, se expresan como individualidades en busca de su propio camino”.
Sin duda, voces nuevas y formas novedosas dentro de la sociedad en vertiginosa evolución.
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net
Sergio Ramírez habló con Magazine sobre su nueva novela, inspirada en la escritora nacional Yolanda Oreamuno
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, que está en el país presentando su novela “La fugitiva” (Alfaguara), responde a nuestro saludo de “cómo está usted, don Sergio y como está su país”, con un contundente “yo bien, muy bien, Nicaragua mal”.
El novelista y cuentista, que fue vicepresidente de su país (1984-1990) no abandonó por ello la literatura y con esta obra suma ya 41 libros, entre ellos nueve novelas.
Abogado, además de escritor, cuenta que desde muy joven le atrajo la historia de la costarricense Yolanda Oreamuno que, al igual que Eunice Odio y otras artistas de su época abandonaron Costa Rica, deseosas de ambientes que les permitieran una vida que rompía el molde de la sociedad patriarcal, conservadora, de la primera mitad del siglo XX.
Tampoco en el exilio, dice uno de los personajes de la novela, lograron esa igualdad de derechos con los hombres. En todas partes se cocían habas.
Ramírez vivió casi 14 años en Costa Rica por lo que pudo, no solo valerse de su capacidad como escritor para construir voces femeninas, sino del conocimiento de la cultura nacional para dar a esas voces las características propias de cada personaje de acuerdo con la época y su visión.
La obra es una ficción que cuenta la vida de una escritora costarricense, Amanda Solano, esbozada por tres mujeres que fueron sus amigas y a quienes supuestamente el escritor entrevista con ese fin.
Hoy los actos de ruptura, los desafíos, son otros —dice Ramírez— “ahora los jóvenes luchan por los derechos de las minorías y los reclamos a los partidos políticos, entre otros”.
Por otra parte, señala que a pesar de la supuesta homogeneización de la cultura por la globalización y las comunicaciones modernas, “las voces de los escritores son bien distintas, no se encuentran encerradas en grupos de pensamiento sino, más bien, se expresan como individualidades en busca de su propio camino”.
Sin duda, voces nuevas y formas novedosas dentro de la sociedad en vertiginosa evolución.
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net