Salarios aceleraron crisis de la Caja
Gabriela Masis gmasis@larepublica.net | Viernes 15 julio, 2011
Aumentos alcanzaron un 25% en el último año
Salarios aceleraron crisis de la Caja
Ajustes no deben ser superiores a los del Gobierno, subrayan empresarios
El pago de salarios a los casi 50 mil empleados de la Caja Costarricense de Seguro Social representa un 70% de su presupuesto por año.
Esa condición en 2010 presionó a que los gastos aumentaran un 22%, mientras los ingresos lo hicieron en un 6% produciendo un déficit de ¢95 mil millones.
El principal disparador lo constituyen los gastos relacionados con el pago al personal, ya que estos tuvieron incrementos considerables en ese periodo.
Ello aunado a que en los últimos años la cantidad de personal aumentó en forma significativa. Ante todo en 2008, siendo presidente ejecutivo Eduardo Doryan, la contratación creció un 9,8%.
La apertura de esas plazas incidió en que durante 2010 el pago de los salarios fijos creciera un 24% y los gastos por sustitución de personal se incrementaran en más de un 33%.
Otros de los disparadores son los pagos de guardias médicas, horas extraordinarias, disponibilidad profesional y reconocimientos por aumentos salariales.
Sin embargo para 2012, se proyecta un aumento en los gastos del 4%.
A esas cifras debe enfrentarse la junta directiva de la entidad, ante lo cual el gobierno firmó el miércoles un convenio por ¢85 mil millones a manera de salvavidas y para saldar parte de lo adeudado.
El incremento de plazas de unas 2 mil en promedio por año, en los anteriores años, es algo que la institución está resintiendo, porque es un gasto que no solo se da por una vez, comentó Ileana Balmaceda, presidenta de la Caja.
La directiva de la entidad trabaja desde el año anterior en un plan de contención del gasto, y como parte de este busca la forma de no incrementar las planillas.
Es necesario que haya mayor profundidad al abordar las propuestas, y el reto es ser más eficientes en la forma en que se gastan los recursos, comentó Manuel Hernán Rodríguez, presidente de la Unión de Cámaras.
Ello tras reconocer que la deuda de los patronos morosos llega a más ¢100 mil millones, de acuerdo con un informe realizado por su representada sobre la situación financiera de la entidad.
Pero la institución también enfrenta un rezago de más de 20 años, con una evidente crisis en la puerta y una huelga en ciernes, que amenaza con paralizar el sistema de atención.
Ante los ojos de entendidos, la situación actual de la institución trasciende el asunto financiero, el estructural y de gestión.
Con ese propósito a inicios de año, la directiva nombró por medio de la Organización Panamericana de la Salud una comisión de especialistas internacionales a fin de que analizara la situación real de la institución e hiciera una radiografía que ayude a detectar los puntos medulares sobre los que se debe actuar.
Colaboraron en esta información los periodistas Natasha Cambronero y Esteban Arrieta
Gabriela Masís
gmasis@larepublica.net
Salarios aceleraron crisis de la Caja
Ajustes no deben ser superiores a los del Gobierno, subrayan empresarios
Esa condición en 2010 presionó a que los gastos aumentaran un 22%, mientras los ingresos lo hicieron en un 6% produciendo un déficit de ¢95 mil millones.
El principal disparador lo constituyen los gastos relacionados con el pago al personal, ya que estos tuvieron incrementos considerables en ese periodo.
Ello aunado a que en los últimos años la cantidad de personal aumentó en forma significativa. Ante todo en 2008, siendo presidente ejecutivo Eduardo Doryan, la contratación creció un 9,8%.
La apertura de esas plazas incidió en que durante 2010 el pago de los salarios fijos creciera un 24% y los gastos por sustitución de personal se incrementaran en más de un 33%.
Otros de los disparadores son los pagos de guardias médicas, horas extraordinarias, disponibilidad profesional y reconocimientos por aumentos salariales.
Sin embargo para 2012, se proyecta un aumento en los gastos del 4%.
A esas cifras debe enfrentarse la junta directiva de la entidad, ante lo cual el gobierno firmó el miércoles un convenio por ¢85 mil millones a manera de salvavidas y para saldar parte de lo adeudado.
El incremento de plazas de unas 2 mil en promedio por año, en los anteriores años, es algo que la institución está resintiendo, porque es un gasto que no solo se da por una vez, comentó Ileana Balmaceda, presidenta de la Caja.
La directiva de la entidad trabaja desde el año anterior en un plan de contención del gasto, y como parte de este busca la forma de no incrementar las planillas.
Es necesario que haya mayor profundidad al abordar las propuestas, y el reto es ser más eficientes en la forma en que se gastan los recursos, comentó Manuel Hernán Rodríguez, presidente de la Unión de Cámaras.
Ello tras reconocer que la deuda de los patronos morosos llega a más ¢100 mil millones, de acuerdo con un informe realizado por su representada sobre la situación financiera de la entidad.
Pero la institución también enfrenta un rezago de más de 20 años, con una evidente crisis en la puerta y una huelga en ciernes, que amenaza con paralizar el sistema de atención.
Ante los ojos de entendidos, la situación actual de la institución trasciende el asunto financiero, el estructural y de gestión.
Con ese propósito a inicios de año, la directiva nombró por medio de la Organización Panamericana de la Salud una comisión de especialistas internacionales a fin de que analizara la situación real de la institución e hiciera una radiografía que ayude a detectar los puntos medulares sobre los que se debe actuar.
Colaboraron en esta información los periodistas Natasha Cambronero y Esteban Arrieta
Gabriela Masís
gmasis@larepublica.net