Santos desnudó a un Monstruo sin alma
Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Martes 16 mayo, 2017
Santos no solo se trajo abajo la caravana que los morados prepararon a lo largo de la semana, luego de una goleada sobre su rival caribeño, sino que desenmascaró las falencias de un equipo que sin algunas pocas de sus figuras principales, es otro del montón.
En Guápiles no querían ser el plato principal en la fiesta de gala sino que se propusieron mostrar su mejor cara y cerrar el campeonato como un equipo respetable, que lo fue durante todo el torneo.
Los dirigidos por Johnny Chaves se comportaron a la altura, y llevaron a la escuelita morada a algunas de sus figuras que a pesar de contar con talento, deben sazonar.
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Muchos de estos retoños no jugaron dos partidos seguidos en la titular del campeón nacional, tal es el caso de Jorman Sánchez, Jaylon Hadden. Además, en la banca, Carlos Watson tiene jugadores de cambio que no precisamente modifican las situaciones de los partidos.
Luego de la primera anotación de Ulises Segura al 21’, los santistas evitaron desde la portería y hasta su centro delantero, un posible derrumbe, que con un molde sólido evitaron una ráfaga morada y su mejor defensa fue un ataque sin temor.
Johnny Chaves comandó su fútbol con sus elementos de más colmillo, comenzando desde atrás con Marvin Obando, su capitán Edder Monguio, José Garro y los exmorados Michael Barquero y Juan Diego Madrigal, todos acostumbrados a ganar títulos y saben lo que es la Cueva en ambiente de final.
En el segundo tiempo, Santos salió con otro rostro y al 56' Michael Barquero concretó de penal mientras al 75', Leonardo Adams sentenció en el área pequeña y tumbó toda aspiración local.
Los embates se mantuvieron a pesar de que dos de sus figuras más importantes no se encontraban disponibles. Ni Kenny Cunningham ni Osvaldo Rodríguez estuvieron presentes en la fiesta rojiblanca.
Las bajas de Julio Cascante y Daniel Colindres no podían ser excusa para que los de casa no sudaran la “S” en el pecho y a falta de 20 minutos para el final del partido, los tibaseños bajaron los brazos y por poco la herida se abre más con uno o dos goles.
El sentimiento del saprissismo en ese momento no era de golear al Santos, la afición solicitaba, como un seguidor montado en la baranda dejó muy claro, que la pasión y coraje para afrontar un partido de cuadrangular merecía un cierre con mayor sentimiento.
Ahora sigue la final nacional. Saprissa tendrá que visitar el Rosabal Cordero, pero esta vez con Jairo Arrieta, Randall Azofeifa y José Sánchez en el cuadro rival, a diferencia de la última visita en que los morados vencieron 1-0.
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En vez de percibirse un ambiente de confianza y asombro en el camerino del Saprissa, sus jugadores denotan brazos caídos, su jugador “10” se excusó por la cantidad de figuras jóvenes que utilizaron, ningún jugador llegó a levantar los rostros caídos a falta de un líder y al menos en lo que se percibe, la fe no está intacta.
Ahora Saprissa deberá cambiar su chip, dejar atrás su más reciente derrota y afrontar la final nacional con un Herediano demoledor en su casa mañana a las 8 p.m. en el Rosabal Cordero.