¿Se nace con creatividad o se adquiere?
Candilejas candilejas.cultura@gmail.com | Viernes 09 febrero, 2018
Dos jóvenes de ambos sexos dicen no ser creativos y eso les preocupa, les da pena. Así lo expresaron a Candilejas cuando los interrogó sobre ese aspecto de la vida.
Sin embargo, Gabriel y Daniela, de 22 y 25 años respectivamente, hablan de creatividad desde una mirada diferente.
Gabriel dice que él no nació definitivamente para innovar, para crear. Nunca lo logra aunque a veces lo ha intentado.
Daniela en cambio, está segura de no ser creativa porque no se educó con personas que le dieran importancia a eso. “Además, mi tiempo siempre es poco para las múltiples tareas que debo hacer cada día además de estudiar”, dice esta joven, quien colabora con su madre en tareas del hogar y el cuido de hermanos pequeños.
Los avances de la ciencia y la tecnología han hecho que en la sociedad actual se necesiten personas con ideas creativas, para responder a los retos que se plantean constantemente.
La educación artística es una importante vía para desarrollar la capacidad de plantear soluciones divergentes, ya que es inherente a la propia naturaleza de las artes el fomentar la creatividad.
Esto de acuerdo con la filosofía Reggio Emilia, originada en la ciudad italiana del mismo nombre y que provocó la apertura de muchas escuelas infantiles basadas en esa lógica en otros lugares del mundo.
Ésta es solo una de las filosofías que buscan un tipo de educación capaz de permitir a los niños desarrollar su potencial de forma integral y cada uno según su condición como seres humanos.
Lo anterior es parte de lo que explica la UNESCO, como un ejemplo, entre otros, al hablar de los centros de la primera infancia de Reggio Emilia.
Esta forma de ver a los niños fue llamada “niño rico” por Loris Malaguzzi, director de los primeros centros para la educación de los infantes en Reggio Emilia.
Pero no ‘rico’ en un sentido material, sino, más bien, un niño o niña ricos en potencial, fuertes, poderosos y competentes, sobre todo, en estrecha conexión con personas adultas y sus pares.
Aunque no se desee trabajar en un campo creativo, practicar un arte (la pintura, la música, etc.) cada día, puede ayudar a incrementar la creatividad en la vida cotidiana.
Nuestro cerebro plástico, es decir la capacidad de nuestro cerebro para cambiar y adaptarse, como resultado de la experiencia, necesita el arte.
“Las neuroimágenes cerebrales revelan algunos indicios de por qué las actividades artísticas son tan importantes.
Así, por ejemplo, se sabe que ciertas estructuras de la corteza auditiva solo responden a tonos musicales, que una parte importante del cerebro y del cerebelo intervienen en la coordinación de todo tipo de movimientos como en el baile, que en las recreaciones teatrales, regiones del cerebro especializadas en el lenguaje oral que están conectadas con el sistema límbico, nos proporcionan el componente emocional o, referido a las artes visuales, que nuestro sistema de procesamiento visual genera imágenes reales o ficticias con la misma facilidad” (Sousa, 2011).
“Los estudios que han analizado la implementación de la educación artística en el aula han revelado que los efectos más potentes se encuentran en aquellos programas que se integran plenamente en las asignaturas del currículo y que cuando ocurre esto se obtienen múltiples beneficios relacionados con el aprendizaje de los alumnos y su comportamiento”, según Rabkin y Redmond (2004).
Así pues, una educación que incorpora el arte en sus procesos permite a los niños un mayor desarrollo cerebral para aplicarlo luego a las actividades de su vida.
Carmen Juncos
Editora Jefe y Directora de proyectos
candilejas.cultura.com
Fuentes: recuperado de https://www.fundacionbotin.org/
https://es.wikihow.com/incrementar-la-creatividad
https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2015/01/31/por-que-el-cerebro-humano-necesita-el-arte/