Si el ICE ejecutará las recomendaciones de los expertos, no estaría en los serios problemas que hoy enfrenta
Ricardo Trujillo gerencia@fibrotel.cr | Viernes 09 septiembre, 2022
Ricardo Trujillo Molina MScEE
gerencia@fibrotel.cr
Gravedad de la situación
Las últimas noticias han puesto en primer plano las serias dificultades financieras que enfrenta el ICE. De la publicación de sus estados financieros para el segundo trimestre de presente año 2022, nos recién enteramos qué cerró el trimestre con una pérdida neta del 5,4% a pesar de que sus ingresos crecieron un 8,7% con respecto al mismo trimestre del año anterior. Nos explican que esto es él resultado del incremento de la deuda acumulada en dólares al ser valorizada a colones devaluados.
La semana anterior el ICE también publicó que acumula pérdidas por 450 mil millones de colones en el servicio de telefonía fija, es decir, un millón de colones por cada línea fija que todavía mantiene en servicio. Ambas noticias son sumamente graves, y lo que es peor, nos informan que intentaran remediar esas pérdidas con inversiones multimillonarias y tardías instalando nodos IP entre las actuales centrales telefónicas y fibra óptica en toda la red de planta externa, lo que equivale a terminar de hundir financieramente la empresa. Si la telefonía en cobre le da perdidas por su bajo ingreso, la telefonía sobre fibra les cuadriplicará sus actuales perdidas. Si a eso le agregamos el problema más severo que es la deuda financiera acumulada por US$ 4,600 millones de dólares aceptada públicamente por su nuevo presidente ejecutivo, aunque en su estado de resultados al cierre contable del 2021 auditados por KPMG el total de sus pasivos llegan a 4 billones de colones que al tipo de cambio vigente es de US$ 6,153 millones de dólares, la situación es sumamente seria. De acuerdo con la cifra de ingresos por US$ 1,000 millones de dólares por sus tres servicios eléctricos, el 32 % corresponden a la generación de energía eléctrica, o sean US$ 320 millones de dólares, cifra muy cercana a lo que el ICE abona anualmente a su deuda acumulada. Esto convierte a esa energía generada anualmente estimada en 7 Teravatios hora en energía prácticamente importada. Es por lo anterior que el señor presidente de la república ha manifestado recientemente ante un grupo de industriales que revisar los estados de resultados del ICE le provoca insomnio y que por ahora prefiere mejor callar antes de enfrentar este escabroso tema.
Multiplicidad de errores
El ICE hoy enfrenta el resultado de sus múltiples y recurrentes errores en la toma de decisiones y en el ejercicio de su monopolio. Uno de ellos es haber insistido y peleado a rajatablas el mantener la telefonía fija bajo su monopolio durante las discusiones de la ley de apertura telefónica hace casi 15 años. Ayer nos informó la SUTEL que el ICE desaprovechó como operador monopólico de la telefonía fija durante todo el periodo entre el 2013 que presentó su última petición de reajuste tarifario y el 2021 para solicitar otro nuevo ajuste, y que no les correspondía a ellos la revisión de los crecientes costos de operación del ICE. Ahora la situación es catastrófica y remediarla le costará como siempre, pagarla al abonado, mediante un alza en tarifas.
Esta no es la primera ni la única metida de patas del ente en materia de inversiones. Desde que se promulgó la ley de fortalecimiento del ICE, la ley 8660, el ICE se escuda tras su articulo 15 para no revelar esos datos de inversión argumentando que son confidenciales y que los pondría en desventaja en un mercado competitivo como es el de la telefonía móvil.
En muchas de sus inversiones no hay claridad en el costo incurrido final. Una de ellas es el costo de la mega represa sobre el río reventazón. Se nos dijo públicamente que había costado US$ 1,500 millones de dólares, pero ahora las cifras de endeudamiento de la institución son el triple, más de US$ 4,500 millones de dólares. Algo no coincide, no concuerda, no tiene explicación.
Otra metida de patas ha sido la negativa del ICE a acatar las recomendaciones técnicas del BID durante los últimos diez años.
Se le recomendó construir plantas solares y eólicas en la zona norte y Nicoya aprovechando el potencial energético renovable de esa zona para producir energía eléctrica del más bajo costo y poder aprovechar la alta demanda del MER. Esta recomendación se desatendió, y hasta se le impidió a la empresa privada realizarla por su cuenta y riesgo, de manera que los países vecinos optaron por acoger las fuertes inversiones en su propia generación eléctrica. Así vemos como Panamá ahora genera más energía diaria y anualmente que Costa Rica, como El Salvador y Nicaragua ya cuenta con mega plantas de generación con gas natural, y como hasta Guatemala se ha interconectado a la red mexicana y se aleja del MER centroamericano. Toda una década de metidas de pata que ahora el ICE está a punto de hacernos pagar con incrementos tarifarios.
Errores de vieja data
Los errores o metidas garrafales de pata del ICE no son recientes, algunos son ancestrales. Ejemplo. Cuando el mundo comenzó a sustituir las redes de cobre telefónicas por fibra óptica, el ICE optó por incrementar sus enlaces inalámbricos de alto costo que le compraba a ALCATEL, así como a multiplicar sus centrales telefónicas de telefonía fija que también le compraba a esa firma francesa y a expandir sus redes de última milla en pares de cobre. Cuando el mundo comenzó a distribuir datos en zonas urbanas y metropolitanas mediante el protocolo ethernet, lo que se llamaron redes metro ethernet, el ICE insistía en redes inalámbricas basadas en protipos WiMax, previos al WiFi, plataforma que resultó ser un fiasco total. Algo similar ocurrió con su carísima red de 48 fibras ópticas de frontera a frontera, la cual hasta la fecha no ha cumplido el propósito de acaparar el trafico de larga distancia de operadores en competencia, ya que estos optaron por construir sus propias redes a muchísimo menor costo. Su famosa red IP basada en la primera generación de enrutadores de CISCO, impidió que se cursara trafico de video del tipo “streaming” o continuo y sin interrupciones que ahora usan los servidores de Netflix y toda la industria del video bajo demanda por la red del internet. Otra inversión que intentó el ICE fue incursionar en el tráfico de señales digitales de video que resultó todo un fiasco y en grandes pérdidas económicas al comprar cableras que no poseían ni los activos ni la experiencia ni los derechos para esos flujos de información de gran ancho de banda de la industria del entretenimiento que ahora domina el planeta.
Las metidas de pata o inversiones ruinosas del ICE son innumerables y todas ellas terminaron afectando las finanzas del ICE y presionando hacia un alza de tarifas. Otro ejemplo que se me viene a la memoria es el de aprovechar la semi independencia de la CNFL para que siendo una empresa de distribución eléctrica incursionase en la construcción de plantas eléctricas, las cuales terminaron siendo las mas caras del país. O la práctica destrucción de RACSA al quitarle el negocio del internet que hábilmente lograron desarrollar con la novedosa tecnología de CISCO. Pero quizás la metida de pata más destructiva de todas ha sido la de ejercer su monopolio para impedir que Costa Rica fuese una potencia regional en exportación de energía eléctrica. Hemos perdido más de dos décadas evitando construir cientos o miles de plantas de energía eléctrica en GSD por considerarlas competencia al ICE. Seriamos ya una potencia mundial en generación de hidrogeno verde aprovechando la energía renovable de bajo costo disponible en exceso. Ante esa metida de pata, la cual expuse recientemente en el foro de lectores de LA REPUBLICA, el ICE publicó mediante un boletín de prensa explicando qué en los últimos nueve años ha tenido ventas netas de US$ 127 millones de dólares en exportación de energía al MER, pero omite decir que su inversión en la construcción del segmento de línea de alta tensión a través del territorio nacional le costo US$ 165 millones de dólares y que todavía debe el 45% de ese préstamo. O sea, que todavía no ha recuperado su inversión, pero ya se jacta del resultado engañosamente favorable, pero totalmente ficticio.
Los tiempos cambian
Los grandes bancos financistas del mundo ya no buscan a entes estatales despilfarradores del dinero prestado que supuestamente debía impulsar el desarrollo de los países. Hoy día se concentran en prestar dinero a los gobiernos centrales para que no entren en crisis financieras y para que no afecten a los países vecinos con los que comercian, evitando con ello el efecto del colapso financiero tipo dominó. Ya los presidentes ejecutivos de los grandes entes estatales son escogidos por la presidencia de la república para poner en orden las finanzas de dichos entes, en contraste con otras épocas en las que se pretendía aprovechar su alta liquidez y atractivo financiero mundial, como lo fueron RECOPE y el ICE. Ya los nuevos gobiernos y su ministerio de hacienda son los encargados directos de la captación de prestamos tanto para solventar su déficit fiscal como para repagar su exorbitante deuda pública. Las inversiones pro-desarrollo vienen de la empresa privada y de sus alianzas con grandes capitales extranjeros, pues son más eficientes y de mayor impacto en la economía. Ya los prestamos a entes como el ICE, no van a incidir en mejor servicio a la población, sino que servirán en un alto porcentaje para pagar sus enormes deudas y para mantener a su vasta masa laboral con buenos salarios y prestaciones. Nosotros, los generadores de electricidad solar distribuida, abonados y prosumidores juntos así como costarricenses en general, no deberíamos albergar ilusiones sobre que el ICE saldrá de su crisis con fondos frescos, mejor comencemos a pensar como convertirlo en pequeñas cooperativas regionales de servicio y en plantas de generación privadas en régimen de plena competencia para rebajar tarifas eléctricas, iniciar en serio nuestra transición energética y guerra de independencia energética con respecto a los hidrocarburos importados, desarrollar una inmensa industria eléctrica con aprovechamiento de todo nuestro potencial energético, y a convertirnos con esos excedentes y a futuro, en exportadores de energía almacenada con hidrogeno verde.