Sin transporte público atractivo, accesible y eficiente, la consecuencia es más carros en la calle: Roberto Guzmán de Chepecletas
Gobierno no ha tenido voluntad política para impulsar un verdadero cambio
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Sábado 18 mayo, 2024 09:01 a. m.
La flota vehicular costarricense ha crecido considerablemente en los últimos 20 años.
Todo esto se ha convertido en un serio problema para los ticos, quienes tienen que lidiar con interminables presas.
Ante esto, Roberto Guzmán, del colectivo Chepecletas, señala la importancia de mejorar el transporte público, de manera tal que la gente deje el carro en casa y se decida a caminar, usar el bus, el tren u otra forma de movilizarse, pero sin sacar el vehículo privado.
Entre el 2000 y el 2024, la cantidad de vehículos con marchamo pasó de 607 mil a 1,6 millones. ¿Se podría explicar el crecimiento del parque vehicular costarricense por culpa de la falta de opciones modernas y eficientes de transporte público?
Una buena parte de la explicación es la falta de alternativas atractivas, accesibles y eficientes, resumidas en transporte público moderno, atractivo, digno y adaptado a las necesidades actuales.
Asimismo, se necesita una planificación urbana que priorice a las personas sobre los vehículos y que promueva la concentración de la población en centros urbanos, con acceso a transporte público y espacios caminables seguros y atractivos, en vez de promover una extensión de la huella urbana cada vez más lejos de los centros urbanos.
¿Qué se podría hacer para reducir las presas?
Es necesario invertir en la modernización de un sistema de transporte público moderno, eficiente, digno y atractivo que conecte a la población con los centros de trabajo y comercio.
Para lograrlo, también es necesario desincentivar el crecimiento de la huella urbana y, por el contrario, promover la concentración de la población en zonas urbanas con acceso a transporte público, trabajo, comercio y opciones de entretenimiento sin depender de un vehículo.
Cuanto más lejos se viva y menores sean las opciones de transporte público, más se va a depender de un vehículo particular.
¿De qué forma puede el sector autobusero ayudar a resolver el problema?
Es importante pensar en la integración del transporte público para evitar rutas redundantes y analizar las zonas de paradas y las necesidades de transporte actuales.
Además, es importante invertir en la calidad del servicio, tanto en la parte física (unidades y estaciones/paradas, accesibilidad para personas de todas las edades y discapacidades) como en la parte humana (servicio a la persona usuaria).
También es importante ofrecer mayores opciones de pago (no solamente efectivo, ya que existen algunas rutas que ofrecen la opción de pago mediante tarjeta).
¿Por qué ha costado tanto implementar soluciones?
Son varios factores, pero existe una falta de voluntad por parte de las empresas y del mismo gobierno para crear cambios reales.
¿De quién es la culpa?
Las empresas definitivamente necesitan ser parte de la solución y no oponerse a los cambios.
De igual manera, el gobierno (CTP y demás involucrados) debe tomar en serio el tema y obligar a las empresas a adaptarse a las necesidades actuales de cambio. Por otro lado, mientras se priorice la ampliación de carreteras sobre la inversión en transporte público y planificación urbana, no se está invirtiendo en el cambio real.
¿Ha fallado el gobierno?
El gobierno ha fallado por no tomar en serio el problema y no dedicarse a buscar e implementar soluciones reales. Se ha extendido la vida útil de las unidades actuales de autobuses y no se está mejorando el sistema actual.
No se está invirtiendo en el sistema ferroviario (deben aumentarse las frecuencias actuales del servicio, extenderse la zona de cobertura y modernizar el sistema actual). No se está favoreciendo la inversión en vivienda asequible en la ciudad y tampoco se pone límite a la oferta de vivienda cada vez más lejos de la GAM, entre otros ejemplos evidentes.
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