Surfistas se manifiestarán para salvar un santuario amenazado por el desarrollo inmobiliario

La comunidad de surfistas en Costa Rica se unirá en un esfuerzo decidido para proteger el acceso a las olas en Playa Hermosa de Jacó, un santuario mundial del surf y centro de entrenamiento de élite para surfistas nacionales. Por esto este 24 de diciembre se realizará una manifestación pacífica para evitar la privatización de la playa, ante la construcción de un gran desarrollo inmobiliario, que podría limitar el acceso de los surfistas a la playa, lo que conduciría a la privatización de este crucial punto de entrenamiento y competición.

Una de las principales demandas de la comunidad del surf radica en que a pesar de haber asfaltado completamente el camino hasta el proyecto inmobiliario se ha dejado en completo abandono el acceso desde este punto hasta la desembocadura del Río Tulín.

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La comunidad surfista plantea una solicitud formal a la municipalidad para reparar y mejorar este tramo en lastre, facilitando así el acceso a las olas, esenciales para el desarrollo del deporte a nivel nacional.

“Nuestra preocupación está basada en seguir teniendo acceso público como derecho para nuestra playa, para seguir cuidándola y disfrutándola. Entendemos que el desarrollo es parte del futuro y queremos generar un balance entre la naturaleza, el humano y sus necesidades, nos preocupa mucho la falta de presencia correcta de nuestra municipalidad, que falla o cede ante los desarrolladores que no son controlados debidamente ante simples leyes existentes. Nos preocupa que a nivel gobierno se atrasen trámites como establecer los límites de humedales, para que se pueda generar un plan regulador”, dijo Roberto Vargas, surfista y vocero.

Es importante destacar que el surf es un motor clave del turismo y crecimiento económico en la región, siendo Jacó el epicentro.

Además de las mejoras viales, también tienen planes de llevar a cabo jornadas de reforestación en la zona costera.

Esta iniciativa no solo busca recuperar la arborización de la zona, sino restablecer un equilibrio natural, contrarrestando el impacto de antiguas actividades ganaderas en la zona.

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Estudios han demostrado que la presencia de árboles en la costa puede contribuir al equilibrio de temperatura, especialmente en áreas de anidación de tortugas marinas, lo que beneficiaría la recuperación de las poblaciones de estos animales icónicos.