Teeterboard: Destreza por los aires
Carolina Barrantes redaccion@larepublica.net | Viernes 23 enero, 2015
60 artistas arribaron al país como parte del Cirque du Soleil
ENTREVISTA
Teeterboard: Destreza por los aires
El acróbata Stephane Beauregard conversó con Magazine sobre el Cirque du Soleil y el montaje “Corteo” que presenta en el país
El canadiense Stephane Beauregard ha formado parte de “Corteo” desde que fue creado en 2005.Esteban Monge/La República
Un acto lleno de acrobacias sobre un trampolín, en el que artistas ponen a prueba su destreza y habilidad física, causan admiración y asombro en la carpa del Cirque du Soleil.Se trata del Teeterboard, uno de los actos que forman parte del espectáculo “Corteo”, que está presentando la compañía canadiense en el país.
El acróbata canadiense Stephane Beauregard, el creador del acto, conversó con Magazine sobre el montaje y la preparación que demanda de los artistas.
Usted ha estado en Corteo desde que fue creado, ¿qué es lo que más disfruta de cada presentación?
Amo el show, el escenario, la atmósfera, su tamaño; me encanta cuán complejo es técnicamente así como su riqueza artística y visual. El teatro (dentro de la carpa) en el que el público ve el show demanda mucho trabajo técnico, y cada uno de los actos involucra riesgo pero adrenalina a la vez, por lo que es muy intenso. Me encanta la libertad que uno tiene en el escenario para ejecutar la presentación.
La historia de Corteo también está llena de magia, fantasía, ilusión, color, música, sonidos, que conectan a la gente como un hilo conductor y la llevan a través de cada uno de los personajes y los actos del show. Nunca se corta la historia.
Incluso usted creó el teeterboard que se observa en el show, ¿cuál es la parte más retadora de esa técnica?
Lo más retador del teeterboard (una acrobacia de trampolín) es que no estás tu solo actuando, hay más personas, por lo que el espectáculo no depende solo de ti y debe haber muchísima coordinación.
Cuando haces los saltos acrobáticos, tienes que calcular, rectificar, uno va muy rápido, porque no sabes cómo la tabla te va a devolver al aire (por el impulso de la caída), no sabes el impulso de tu compañero y su fuerza, así que siempre se tiene que estar adaptando la rotación, ya sea para ir más rápido o para ir más lento para hacerlo correctamente.
También debemos tener una conexión con nuestros compañeros, saber dónde están, si están estresados, nerviosos, si están en control, porque en el teeterboard se hace solo trabajando en equipo, y cada movimiento y salto encierra mucha complejidad y velocidad.
¿Cómo agrupan los ensayos y las presentaciones?
Hacemos shows todos los días, así que las prácticas dependen de cómo nos sentimos. Ahora estamos practicando mucho porque ya viene el inicio de la temporada y necesitamos ponernos en forma. Antes de las presentaciones en cada país descansamos un par de semanas, por lo que requerimos hacer bastante ejercicio.
Diría que practicamos tres horas en general (diario), hacemos de siete a diez shows a la semana.
El Cirque du Soleil es casi una segunda familia para ustedes...
No se parece a ningún otro tipo de grupo, primero porque aquí no tienes paredes, como pasa en una gran organización, donde hay muchas habitaciones para las personas involucradas. Aquí solo hay dos habitaciones para todos, por lo que siempre estás acompañado y tienes a tus amigos a tu lado.
Eso promueve una gran conexión con la gente, desde técnicos, artistas, personal de producción; compartes tus días buenos y malos. Es una gran experiencia para lidiar con tu personalidad y el de otras personas, y te permite conocerte mejor. A ello se suma la magia propia del Cirque du Soleil y cada uno de sus shows, que son especiales.
¿Cuál diría que es su show favorito de la compañía?
“Corteo”, absolutamente. Por la proximidad que hay entre los artistas; tu sientes una conexión especial con ellos que no se da en otros shows. De igual manera, la cercanía que logramos con el público, que se ve conquistado por la historia del montaje. Puedes notar las emociones que despierta el show al ver los ojos de las personas, son muy expresivos.
¿Cómo ve su futuro como artista?
Me veo sobre el escenario por muchos años más, donde quiera que esté, quiero seguir haciendo acrobacias hasta que pueda. El escenario es mi casa, ahí me muestro como soy, con todas mis emociones, puedo abrir mi corazón.
Carolina Barrantes
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